Mikrokosmo - Kookmin

Capítulo 3 - Nuevo Mundo

Jungkook llevó a Jimin de regreso al apartamento, antes de partir, para que él se pudiera cambiar de ropa. Él utilizó el botón para llamar a Chen y le ordenó encontrar la ropa más caliente de Jimin y el difícilmente podía contener su emoción. ¡Iba a ver la superficie!

La túnica azul oscura y gruesos pantalones a juego que le llevó Chen, estaban hechos de algún tipo de lana gruesa, suave y era tan caliente como un abrigo. Los pantalones tenían adjunto medias, como un par de pijamas footie. Jimin estaba sudando para el momento en que Jungkook terminó de envolverlo en abrigos, bufandas, un gorro de piel gruesa y guantes, sobre los cuales tenía una pesada capa también forrada con piel. Ni él, ni So Ra se pusieron alguna ropa extra, aparte de un par de sandalias, y Jimin les envidiaba.

Chen todavía estaba arrodillado en el suelo junto a ellos. Tan pronto como Jungkook tuvo a Jimin envuelto para su satisfacción, fue a uno de los troncos y sacó lo que parecía una correa y un collar de metal de plata solida con símbolos grabados. Jungkook cerró el collar alrededor del cuello de Chen y adjuntó la correa, envolviendo el extremo alrededor de su muñeca.

— ¡Jungkook! —Jimin gritó, sorprendido.

—¿Qué? Lo traeré para que lleve nuestros paquetes, debemos efectuar algunas compras. ¿Te molesta que lo llevemos?

Jimin podría decir que Jungkook estaba tratando de averiguar exactamente qué fue lo que el encontró tan desagradable y estaba fallando.

—No sé lo que es un "perro", — dijo tentativamente.

—Sólo los animales usan correas y collares en mi mundo—dijo Jimin. —Él no es una mascota, es una persona.

—Él tiene que llevar el collar si lo llevamos afuera — argumentó Jungkook. —Es la ley.

Jimin cerró los ojos y contó hasta diez.

—¿Puedes por favor quitarle el collar?

Jungkook lo retiró, y le dijo severamente a Chen: —Quédate con nosotros. No te alejes.

—Sí, Emperador — dijo Chen.

Cuando Jungkook se alejó, Chen dio a Jimin una pequeña sonrisa.

Subieron por una larga escalera de piedra tallada. Jimin estaba jadeando y exhausto para el momento en que él había subido un tercio del camino. No estaba seguro si se debía a la mayor gravedad, o a que tenía más capas que un burrito. Jungkook notó que estaba flaqueando y lo levantó, llevándolo como si el no pesara nada.

La habitación en la que entraron, después de llegar a la parte superior de las escaleras, era algo así como una estación de metro. Aparentemente, el Emperador de los Nueve Planetas utilizaba el transporte público. Ellos esperaron en la plataforma y no pasó mucho tiempo antes de que un vehículo llegara, no era largo como los vagones unidos de un tren como Jimin imaginaba, sino un solo vehículo rectangular que se movía silenciosamente sobre su vía. No tenía conductor y no había asientos en el interior. En su lugar, había una plataforma ligeramente elevada de cojines en el centro. Jungkook suavemente depositó a Jimin en los cojines y se sentó a su lado, colocando sus piernas al estilo indio. Chen se quedó en el suelo, arrodillado junto a So Ra.

Hubo un ligero campaneo y el vehículo comenzó a moverse, deslizándose silenciosamente a través de un largo y negro túnel, antes de salir a la brillante luz del sol. Jimin brincaba sobre los cojines, tan emocionado como un niño, tratando de ver en todas direcciones a la misma vez.

Se estaban acercando a una ciudad adelante, moviéndose a través de campos y prados. Las plantas eran enormes. Jimin había visto fósiles de mega flora de la antigüedad en la Tierra, pero ver cosas como esas en la vida real, era asombroso. Hojas que él podría haber utilizado como un bote, flores tan altas como lo era él. Pasaron a través de un grupo de árboles y Jimin solo pudo mirar boquiabierto. Eran enormes, haciendo que las secuoyas de California parecieran cerillas. Jimin estiró el cuello tan alto como pudo, pero no podía ver el tope de ellos. En un momento dado, el tren pasó a través de un árbol; el túnel fue perforado a través de la parte inferior del enorme tronco.