Jimin encontró a So Ra en la habitación de los niños, inclinándose sobre su nido, cantando suavemente a los bebés para dormirlos. Jimin se detuvo de momento con la boca abierta, antes de que pudiera hablar abruptamente. — ¡So Ra! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Estás... muerta!
—En cierto modo, sí —dijo So Ra.— Pero yo necesitaba verte, por última vez, antes de que me fuera.
—¿Estás realmente aquí, o es un sueño? .—Tenía que ser un sueño, concluyó. Se encontraban en el palacio, y él sabía que se había ido. Incluso los escombros habían sido retirados para la construcción de la plaza conmemorativa.
—¿Puede ser ambas cosas? —So Ra preguntó, ladeando la cabeza, y con un indicio de sonrisa tirando de los bordes de su boca.
—Críptico como siempre,— se rio Jimin.— Te extraño tanto.
—Yo también te extraño, pequeño rey, más de lo que puedes imaginar.
—Lo siento mucho —dijo Jimin.— Yo te distraje. Si no hubiera gritado...
—No te disculpes por ser como eres,— dijo So Ra.— Pero, Jimin, no puedes dejar que las lágrimas gobiernen tu vida.
Jimin bajó la mirada, avergonzado. Desde su regreso de Midzy, Jungkook y Jimin se había quedado en una habitación del templo, mientras que Jungkook buscaba un hogar adecuado para ellos. Jimin no había abandonado el nido en días. Lo único que quería hacer era dormir, para escapar del dolor. La depresión era horriblemente familiar, así como era su reacción a ella. Jungkook había intentado convencerlo, sin ningún resultado. Seokjin había probado dándole diversas dosis de varias hierbas, pensando que la causa fuera ligada a las hormonas del embarazo. Namjoon trató de hacerlo hablar con él al respecto, pero sus respuestas de "la voluntad de la Diosa" y "todo sucede por una razón" le habían enfurecido. Él había estado profundamente conmocionado cuando Jimin había dicho: —Bueno, si la Diosa tenía planeado matar a mi bebé, entonces que se valla a la mierda.
Jungkook había dicho ayer: —Te necesito, Jimin. La Federación te necesita.
—Lo siento —pero en realidad no lo sentía. A él no le preocupaba mucho nada.
—Si no te levantas, voy a tener que quedarme aquí contigo.— Y eso fue lo que hizo, deslizándose hacia abajo a su lado y poniéndose cómodo entre las almohadas.
—No seas ridículo, Jungkook. Tienes trabajo que hacer.
—Tú también —dijo sin rodeos.
Jimin no necesitaba una dosis extra de culpa apilada encima de toda la mierda que estaba tratando de resolver. Había abierto la boca para hacer una réplica mordaz y luego se detuvo. Él tenía razón. Se suponía que debía ser su pareja y él le había dejado llevar la carga solo.
—Vamos —dijo So Ra, y abrió la puerta. Debería de haber abierto el cuarto del nido de Jimin y Jungkook pero no, salieron a la luz del sol de la pradera cerca de la casa de Hae Sook. Jimin se dio cuenta de por qué le había parecido tan familiar cuando su cápsula había aterrizado allí: era el prado en el que había soñado que conocía al Otro Jimin, donde el había aceptado en que la liberación de los drones valía un sacrificio sin nombre. ¿Si hubiera sabido lo que sería, todavía estaría de acuerdo? Se acordó de lo que Jungkook le había dicho cuando el Rey de Hadar había propuesto un matrimonio de conveniencia entre sus hijos: él podía sacrificarse, y con mucho gusto, pero no podía sacrificar a uno de sus hijos.
Ahora podía ver la larga cadena de acontecimientos interconectados que los había traído hasta aquí y todavía no estaba seguro de si debía verlo como coincidencia o como destino, "escrito en las estrellas", como So Ra había puesto. Si él no se hubiera separado de So Ra en la escalera, el nunca habría golpeado a Yesung con la lámpara. Si él no lo hubiera golpeado tan brutalmente que como consecuencia hubiera perdido a su bebé, Hae Sook nunca hubiera tenido piedad de él y nunca habría filmado el video que había resonado tan profundamente en el pueblo de La Federación. Algún día, los libros de historia recordarían que ese video era el inicio de una cadena de acontecimientos que culminaron en la abolición de la esclavitud en la galaxia HYBE, aunque la parte del drone llamado Chen y su madre habría sido olvidada en la neblina del tiempo.
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Mikrokosmo - Kookmin
FanfictionJungkook es el rey de una raza en extinción, su planeta es desgarrado por una guerra civil. Jimin es secuestrado y llevado para convertirse en su pareja. De estudiante de universidad a rey de un planeta... ¿Podrá aprender amar a ese hombre extraño...