Anuncio
Gracias por leer "La leyenda del Norte". Este libro se encuentra publicado por completo en Amazon (bajo el mismo nombre), sería de mucha ayuda que compres el libro para apoyarme.
----------------------------------------------------------------------------------------------
Con unos ligeros pasos y un simple movimiento de su espada, el caballero desarma a Ezer quien sufre un pequeño corte en la base de su pulgar.
Sujetando su mano con furia y miedo Ezer intenta correr nuevamente, aunque es detenido con un puñetazo en el mentón.
El sabor a hierro inunda su boca, la desesperación y resignación debilitan sus brazos y piernas. Solo la fría nieve le recuerda que sigue vivo.
—No sirve de nada tener la determinación de controlar mi destino si no tengo la fuerza para respaldarlo. —Piensa con amargura mientras una lagrima de dolor e impotencia escapa de sus ojos
Una bota presiona su pecho fuertemente y dificulta su respiración, lo devuelven a la realidad.
—Niño, a partir de ahora a todo lo que diga responderás con un ¡Si señor! ¿Entendiste? —Mientras hablaba continua aumentando el peso en el pecho de Ezer.
—............
—¿Sin respuesta? Como quiera.
—¡Aahhg!
Las costillas de Ezer se doblaron hasta casi llegar al punto de quiebre y el aire se escapó completamente de sus pulmones. El caballero continuo así hasta que su rostro se volvió rojo por falta de aire.
—Solo un poco más de fuerza y tus costillas se rompen. Solo tienes que decir una pequeña y corta frase.
Este era el mismo caballero que se acobardaba ante una simple mirada del Vizconde. Estaba claro que tenía una preferencia de humillar a los mas débiles mas no la de devolver la mirada a sus superiores.
—S-si... si. —La falta de aire y presión dificultaba hablar, pero Ezer también se mostraba recio a pronunciarlas.
El caballero tenía ordenes de no deñar a Ezer, a no ser que sea estrictamente necesario. Pero sus ojos señalaban que se había olvidado por completo de ello.
—Si s-seño. —Sin poder respirar Ezer se rinde, pero antes de que pudiera terminar la frase una presencia llama su atención.
Su mirada estaba fija en él, ojos azules intensos que parecían ver a través de todo. Liberaba un aura majestuosa que parecía obligar a la naturaleza a inclinarse con respeto. Con su pelaje blanco como la nieve, una loba se acercaba con pasos ligeros.
Ezer quedo impresionado, al igual que los caballeros. Parecía como si el mundo se hubiera detenido y solo la loba podía moverse libremente. Aunque el momento duró menos de un segundo y los caballeros se recuperaron enfrentándola con rostros serios.
—No puedo creer que nos siguieron.
—Estos lobos no son simples, lo presiento.
—Sabía que no teníamos que molestarlos.
—Fuiste uno de los primeros en sugerir que los atacásemos.
—Nunca pensé que fueran tan letales... Pero ahora solo hay uno, podemos acabarlo sin problema.
—Si, rodeémoslo. —Fijaron un plan con un poco de ansiedad en sus voces.
Los ojos del animal estaban clavados en Ezer, aunque se detuvieron en él unos pocos segundos. Una gran inteligencia era trasmitida a través de su mirada, era como si una persona y no un lobo lo observase.
Ezer estaba en el suelo, perdido ante la profundidad y magnitud del azul de esos ojos. Su pulso se estabilizo al igual que su respiración, algo en su sangre le decía que no tuviese miedo... algo en su sangre le decía que esos ojos eran de confianza.
Los caballeros rodearon a la loba dejándola a distancia de sus espadas. Ella simplemente desvió su mirada y flexionó las rodillas ligeramente adoptando una postura de ataque.
El caballero de la derecha realizo el primer movimiento lanzando un corte descendente en diagonal. El cual fue rápidamente esquivado por la loba, quien luego asumió la misma postura.
El combate se detuvo momentáneamente, ambas partes estaban probando sus habilidades y reacciones.
—Erk, esta bestia es definitivamente de nivel 5 o mayor. —Quien efectuó el primer movimiento habla con rostro serio.
—Si...también lo creo. Lo que más me preocupa es su inteligencia... es anormalmente alta.
La magia que circula a través de las bestias no solo nutre sus músculos, sino que también su cerebro. Haciendo que algunas puedan llegar a tener la inteligencia comparable a la de un humano, aunque eso es solo visto en las leyendas de los ancianos.
—Esto ya no se trata solo de atrapar al chico, hay que dar la señal. —Erk con su barba marrón al igual que su cabello toma de su bolsillo un cristal rojo, el mismo que el Vizconde le otorgó, y lo rompe en su mano al mismo tiempo que lo arroja al cielo.
Una enorme bola comienza a brillar con un color rojizo muy por encima del nivel de la copa de los árboles, siendo visible a kilómetros de distancia.
—No deberían tardar mucho. Solo tenemos que ganar tiempo hasta que lleguen. —Erk baja su brazo el cual tiene pequeños hilos de humo en sus dedos recubiertos por un guante.
—Si es solo uno podemos encargarnos de él.
—No te confíes de las bestias, vi a docenas morir por ello. Además, los lobos se mueven en manadas.
La loba al ver la señal en el cielo entrecierra los ojos y elevando su cabeza realiza un agudo aullido que rebota en las laderas de las montañas y valles para luego cargar contra los caballeros, parece darse cuenta de que no tiene mucho tiempo.
Ataca a los pies agachándose lo más que puede para evitar el alcance de las espadas, los soldados responden con posturas defensivas repeliendo sus dientes y garras.
La bestia era mucho mas rápida y ágil. Sin embargo, cada vez que lograba colocarse detrás de uno de los caballeros para asestarle un golpe fatal, el otro respondía inmediatamente y lo evitaba. Ambos trabajaban con perfecta coordinación cuidándose las espaldas.
El combate llega a un punto muerto, ninguna de las partes se supera en fuerza, ahora se trata de una lucha de ingenio. Ella vuelve a atacar esta vez lanzado un poco de nieve con su cola hacia los ojos del enemigo.
Esto ciega a Erk por un momento, pero eso estodo lo que necesita la loba para atravesar su defensa, hincar sus dientes enla pierna atravesando las grebas de cuero y cortar la carne. Tan rápido comoataca se retira, evitando que el otro caballero puede realizar un contraataque.
ESTÁS LEYENDO
La Leyenda del Norte
FantasíaTraicionado por su familia, Ezer no tiene más opción que dirigirse hacia las frías tierras del Norte donde reinan las bestias. Perseguido por hombres a su espalda y por bestias delante, debe valerse de sus instintos para sobrevivir aceptando ayudas...