III

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Dark Cacao es consiente de la situación, sabe que ese joven monarca no esta del todo bien, algo ocurrió que hizo todo lo que es ahora, solo le quedaba esperar a ese erudito que envió, no solo para estudiar el lugar, sino saber lo sucesos, puesto el recuerda que una mujer de aspectos oscuros había sido uno de los seguidores de la familia real de Vanilla. 

Camino por el pasillo hasta que llego a la habitación, entro con cuidado, sin hacer mucho ruido y se dirigió hasta quedar sentando en la orilla de la cama, miro con cautela ese rostro lleno de calma, de como las pestañas albinas permanecían cerradas, eso le había aterrado, creer que podría morir si lo dejaba ir, no era ningún ser maligno, no era capaz de dejarlo encerrado, pero tampoco quería que alguien mas lograra dañarlo. 

Estaba muy seguro que Pure había perdido la memoria por completo, no solo por la forma de actuar, sino hasta el hecho de no querer tomar el titulo del nuevo gobernante. 

Llevo su mano a tocar la delicada piel de ese joven, la suave mejilla era todo, miro con suma calma ese lunar en la frente de su querido amigo. No comprendía porque la gente de ese pequeño pueblo no le decía la realidad, Cacao sabia que el reino de Vanilla, a menos la familia real, poseía una marca real, aquello que lo diferenciaba de todo. 

Pensó que debido a eso, los pueblerinos se sentían seguros y por ende le pidieron o suplicaron que ocultara su rostro. Eso era mas que sorpresa para el gobernante del imperio de Cacao. Y a base de eso una idea sanguinaria surco por su cabeza, asesinar a todo el pueblo por tal situación. 

Pero se detuvo, creyendo que no seria una buena idea, teniendo que el joven de cabelleras doradas se negara y simplemente se alejara, por ende solamente se dedico a olvidarse de ese tema y que su erudito descubriera todo, miro como lentamente el joven de hebras doradas abría sus ojos, y una vez que los abrió brinco de un salto, se alejo lo suficiente mientras se cubría con aquellas sabanas de seda color purpuras. 

— ¿Q-Que hace aquí? ¿Por que entro sin permiso?

La voz sonó demasiado nerviosa, asustado, Cacao miro aquello y de manera tranquila se levanto de la cama, solo para mirarlo esta vez de frente. 

— Lamento mi terrible educación, he venido a despertarte para que desayunes conmigo. Se que fue descortés, pero quería invitarte personalmente. 

— Pudo a ver esperado a menos a que me cambiara. 

Cacao pudo ver esos ojos bicolores de como esos ojos demostraban un brillo, no era de miedo o de nervios, puesto el joven de hebras doradas se había calmado, sin embargo sus manos seguía cubriendo su cuerpo con ayuda de esa sabanas. 

— Perdóname, lo espero afuera. 

Con esto Cacao abandono la habitación, en cambio Pure solo lo vio salir, miro sus manos por breves momentos, no comprendía la extraña actitud de ese emperador, se suponía que era alguien malo, puesto podía notarse en su forma y expresiones que era alguien de mano dura, peor con él, era todo lo contrario. 

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Affogato se encontraba caminando, estaba aburrido, la simple idea de poder conseguir un lugar en la cama del emperador se le estaba alejando de sus suaves y delgadas manos, no podía creer que alguien que ni siquiera era del reino se estaba acercando demasiado al corazón de su emperador, él es leal a su emperador, desde que tomo el trono, desde que llego a obtener la primera victoria en contra de los enemigos que querían invadir el imperio, el había logrado todo y apoya con firmeza a su rey. Pero ¿por que ahora aparece ese joven y le presta mas atención a él? 

Affogato había esperando por unos 10 minutos a su emperador en el comedor y al no verlo y recibir la noticia que el emperador desayunaría con el invitado, termino por perder el apetito, los celos eran claros, sin embargo no podía dañar al invitado, sabia como era su emperador cuando se molestaba, era tan cruel que incluso era capaz de dar muerte con su espada, con un solo golpe. 

∙ʚ♡ɞ∙¿𝔔𝔲𝔦𝔢𝔫 𝔢𝔯𝔢𝔰?∙ʚ♡ɞ∙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora