XII

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Perdonar por la tardanza, estaba corrigiendo, espero que toda la historia este corregida adecuadamente. Sino, pueden comentar para corrección.

Saludos y gracias.

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Pure estaba dolido, la situación no era tan armoniosa cuando había llegado, muchas veces intento escapar y todas eran las mismas.

Soldados lo capturaban y lo regresaban a la habitación, tiempo después llegaba Cacao quien le reclamaba y golpeaba.

Pero esa noche. Todo se preparaban, sabía la situación, el mismo monarca le había dicho sentía mucho miedo.

La puerta se abrió, dejando ver a ese hombre, sus orbes pupura emanaban un brillo muy peculiar, haciendo temblar al de ojos bicolor que rápidamente se alejaba, tenía miedo de lo que fuera hacer. Estaba herido, física y mentalmente, sus sentimientos estaban hecho pedazos.

— ¿Sigues negandote? Hice todo bien ahora.

Pure no respondía a nada, no quería hacerlo enojar, el solo venía a provocarle heridas que de manera lenta se autocuraba solo.

— Pure Vanilla, no importa lo que suceda, está victoria será para ti.

El moreno logro acorrarlo, impidiendo que escapara más, tomo el mentón del rubio de una manera brusca y le dió un beso.

— No eres él mismo...

— ¿Que?

Cacao lo miro, estaba sorprendido por las pequeñas palabras de ese rubio, lo tomo del mentón, los ojos bicolor no demostraban ese brillo que recordaba, ni siquiera en su infancia, esa inocencia había sido destruida en absoluto. Cacao estaba tan dolido no podían soportarlo.

— He sido el mismo, no he cambiado.

Hablo, su voz sonó con desespero, mientras soltaba el mentón y lo tomaba de los hombros, apretó aquello, solo para notar como el rubio se queja por el suave dolor. Cacao se dió cuenta de aquello y prontamente lo soltó, el rubio se hizo pequeño, alejo su vista.

— Pure lo lamento, me duele tanto verte así, soy el peor...

Susurró, estaba completamente dolido, sus pensamientos se fueron aclarando y de una manera suave comenzó a derramar lágrimas. El rubio lo presenció, creyó que era una mentira, pero ver cómo el mismo monarca se arrodilla y suplicaba por perdón le hizo sentir culpa.

El rubio era tan sensible en esos sentidos, no le gustaba en efecto que estuviera llorando. No sé imaginaba que un hombre poderoso y frío fuera tan gentil y bondadoso.

— Veía por tu seguridad, pero ni siquiera te he protegido de mi mismo, yo... Soy un montruos.

Pure lo abrazo. No podía más, su pecho le dolía, tenía sentimientos por él a pesar de a ver sido cruelmente maltratado, no era su culpa, él podía sentir que ese hombre no era el culpable de lo que sucedía.

Ese abrazo fue tan cálido, lleno de sentimientos que hizo sorprender demasiado al moreno, quien lo abrazo, pasando sus brazos por las costillas de este, atrayendolo más.

— Deseo morirme... Destrui todo...

Susurró. Aún dolido, Puré entendía, estaba sufriendo y el quería ayudarlo.

— Quiero que todo sea como antes, ni siquiera disfrute mi infancia, destruí la vida de mi hijo, de mi esposa y ahora la tuya.

— No digas eso, hay salvación para aquellos que se arrepienten.

Dice en un tono suave, lleno de esperanzas para ese monarca que para esos momentos estaba sucumbiendo al desespero.

Después de horas, alguien llamo a la puerta, Cacao no quería alejarse de Pure, había odiado enomente al causante, se separó a regañadientes, solo para tomar su corona y caminar hasta la puerta, quedó en transe al mirar de quién se trataba, era Affogato.

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