Toda la nación entro en temor, al escuchar el decreto del gobernante. Había tropas circulando por las calles, daban los primeros avisos del toque de queda, haciendo que todos eso habitantes terminarán refugiarse.
Affogato ya no sabía que más hacer, las ideas que había obtenido durante mucho tiempo ya no estaban dando sus frutos, ahora el gobernante no parecía estar bajo su control.
Llegó a la sala del trono, se acercó con cuidado, sin llamar la atención de algún posible presente en aquel lugar. Nunca creyó que tendría que usar más incienso, el incienso le había ayudado por mucho tiempo y ahora se encontraba en la necesidad de moverlo y hacerlo más fuerte.
Se sentía aliviado que su secreto hubiera pasado imperceptible, sin embargo el joven príncipe logro encontrar ese olor, por desgracia el emperador jamás hizo caso, lograndose ser más complicado.
Y es que el principe lo había descubierto, pero nunca tomo en cuenta que el emperador le haría más caso al consejero que a él.
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Cuando salió de la sala del trono, camino hasta la zona en donde había algunos soldados, logro mirar a la arquera y de manera tranquila y elegante se acercó a hasta ella.
— Caramel.
— Hmmm...
— Vamos Caramel, no estés molesta conmigo. Solo lo hago por tu bien. No quisiera que estés enojada conmigo, eres lo único que tengo ahora.
— Entonces deja de hacer esto.
— ¡Shhh! No digas esto así nada más.
— No he dicho nada.
— Bueno, entonces que te parece ¿Dar un paseo y hablar de nosotros?
— No.
Su palabras sonó seria. Se giro de nuevo y apunto con su arco hacia aquellos blanco que estaban demasiado lejos, Affogato noto aquello y de manera suave sus manos recorrieron los brazos de la chica.
— Vamos Caramel, me vas a negar un paseo a tu querido amigo.
— No tengo amigos.
— Eso es doloroso de escuchar eso.
— Entonces deja de hacerlo, deja todo en paz y vámonos. Regresemos a la villa los dos juntos.
Affogato miro a Caramel, noto esa mirada llena de esperanzas, de esos ruegos para que aceptará aquella petición, pero no, no quería, estaba más presente sus planes, ahora que pronto acabarían.
— No puedo... En serio. Quiero terminar con estos primeramente.
— Affogato, esto no te hará feliz, esto no va a regresar a la vida nuestras familias. Deja de pensar en esto y deja todo.
Affogato se negó, la chica logro comprender, solo para afirmar con su cabeza. Se giro de nuevo y apunto con su arco hacia aquel blanco.
— Entiendo, solo espero no te equivoques.
Affogato se sintió dolido, no pensó que la chica sería así y es que había pasado tanto tiempo desde que habían hablado, desde que esa chica solo sonreía, ahora se veía triste.
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Pure se encontraba en su habitación, no había salido en ningún momento, las frías ventiscas eran demasiado para él y por ende solo se dedicó a leer.
Aunque su repentina lectura se vio interrumpida, cuando alguien colocó su mano sobre el hombro del rubio, este demostró una suave sonrisa y de manera tranquila hablo.
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∙ʚ♡ɞ∙¿𝔔𝔲𝔦𝔢𝔫 𝔢𝔯𝔢𝔰?∙ʚ♡ɞ∙
Fanfiction+ ⋆ ˚ . * ·. · ✺ ˚ ⋆ . . ✹ ˚ ✦ * ✫ + ⋆ ˚ . * ·. * * . . * *✷ · ✫ ✵ ︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿ ✦ 𝐒𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐜𝐚𝐲ó 𝐟𝐮𝐞 𝐭𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞, 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐦...