La mujer de caballos albinos seguía emocionada, sorprendida, mientras miraba con atención, sobre todo la tremenda cercanía que tenía con aquel monarca, ya que este no quería alejarse en lo más mínimo del moreno.
Había notado aquella apariencia y levemente entendió lo que aquel erudito había mencionado.
— ¿Fuistes tu quien heristes al príncipe? ¡Es asombroso! Nunca imaginé que el emperador del imperio Cacao haya logrado tal acción.
— ¡No lo hizo a propósito, él solo se defendió!
Pure Vanilla se alejo de esa mujer, estaba débil, aún así defendió al mayor de cualquier palabra proveniente de esa mujer.
— Después de todo Affogato hizo bien las cosas. A menos en cierta parte, ese ridículo tipo, creyendo obtener todo.
— Mi señora, ¿quiere que hagamos algo con ellos?
La pelirroja hablo, la mujer de cabellos albinos y ojos de color rubí, sonrió solo para ver con cuidado a los nuevos invitados.
— El poder, no es para todos ¿Verdad?
Aquello último lo dirigió hacia el moreno, ya que había descubierto que el mismo moreno había sido capaz de castigar a Affogato.
La mujer albina afirmó incluso la orden fue simple, la pelirroja entendió y con ayuda de su magia logro hacerlos dormir. En cambio el ministro miro con preocupación, estaba desesperado por lo que estaba pasando.
— White Lily estás haciendo las cosas más difíciles para ti.
— ¿En serio? No sabía eso, ¿Quien va a detenerme?
El ministro quedó preocupado, nadie sabría nada, incluso si enviaba un mensaje posiblemente sería detenido, anulado, por ende dejo de creer en una esperanza, su vista fue dirigida hacia el duo, quien comenzó a ser llevado por unas maquinarias.
— Ministro Clotted Cream, si realmente es inteligente seguirá siendo parte de este palacio, dando buenas reseñas, a menos que quiera que nuestro general Madeleine lo eliminé.
Aquello asustó al ministro, quien termino por aceptar, mientras bajaba la mirada en seña de una derrota. El general termino por soltarlo, dejando en claro que aquel ministro seguiría las órdenes de la mujer.
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Los calabozo usualmente estaban vacíos, nadie había en ese lugar, una basta seña de que el reino no era capaz de obtener prisionero, y que el lugar parecía recién construido, el poco ruido provenía de aquella chica de cabellos oscuros, quién hablaba con el compañero que tenía a un lado.
— En serio señor Red velvet, tenemos que salir de aquí, lo más seguro que ese enano ya esté muy lejos.
— Lo sé, mi fuerza no ayuda, las rejas en mi celda tiene una energía que puede dañarlas.
— Tal parece que hicieron las celdas especialmente para nosotros.
La mujer regreso a su asiento, cerca de aquel muro de barrotes que divida ambas celdas en dónde se lograba ver al pelirrojo de ojos de color azules.
— Lo único que podemos hacer es tener esperanzas, este o no el emperador o Dark Choco.
— Espero que Espresso no haya enviado nada de lo que quieren y sobre todo que no le haya pasado nada.
Red Velvet demostró una pequeña preocupación ante la mención de aquel erudito, cosa que la chica noto con cierta sorpresa, quien de manera tranquila le brindo una mirada.
— Parece que te gusta demasiado.
— No... ¿Cómo puedes decir eso?
— No se, solo veo tu actitud.
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∙ʚ♡ɞ∙¿𝔔𝔲𝔦𝔢𝔫 𝔢𝔯𝔢𝔰?∙ʚ♡ɞ∙
Fanfiction+ ⋆ ˚ . * ·. · ✺ ˚ ⋆ . . ✹ ˚ ✦ * ✫ + ⋆ ˚ . * ·. * * . . * *✷ · ✫ ✵ ︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿ ✦ 𝐒𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐜𝐚𝐲ó 𝐟𝐮𝐞 𝐭𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞, 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐦...