[･🌼･] GLAMROCK FRENNIE [･🌼･]

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Una noche cálida y nevada. La pareja se encontraba acurrucada frente a la chimenea, abrazados mientras se hablaban con palabras llenas de afecto.

Bonnie: ¿Aún sigues teniendo esas pesadillas Freddy?

G!Freddy: Algo. . . Cambiaron con el paso del tiempo.

Bonnie: ¿Qué cambió?

La habitación quedó en silencio, al mayor le costaba mucho hablar pues sentía una presión tan grande en su pecho que cuando hablo su voz sonó quebrada, con aires de tristeza y pena.

G!Freddy: Sueño que no estamos juntos, que nos separan por Miles de motivos, incluso que monty te hace daño, aveces . . . Sueño que nunca me conociste o solo somos amigos.

El silencio volvió pero no por mucho, el conejo se sentó de tal manera que estuviera frente al oso, una vez hecho aclaró su voz para hablar mientras que buscaba con su mano la del contrario, entrelazandolas de manera suave al mismo tiempo que suspiraba enamorado.

Bonnie: Yo también tengo esas pesadillas Freddy, se que es más fácil para ti pero quiero decirte que yo siempre estaré contigo, sin importar quien o que nos separé, siempre encontré la forma de estar contigo.

En ese momento Freddy sintió su corazón siendo puesto de manera delicada en una almohada, se sentía mejor al escuchar las palabras del ojos rojos pero aún le quedaba una duda por resolver. . .

G!Freddy: Bonnie, ¿Aún extrañas a los demás chicos? ¿Puppet, chica, Foxy. . .Golden?

El de cabellos morados sabía a dónde quería llevar, con solo mencionar a Golden ya se le hacía la idea, suspiro una vez más pero está vez era un suspiro de melancolía.

Bonnie: ¿Quién no extrañaría a su familia? Chica, los toys, Golden, Foxy, puppet e incluso a Fred. . . Pero no te cambiaría por regresar atrás, si bien si los extraño y quisiera verlos de nuevo, sería más para presentarte ante ellos. Ellos estarían felices de verte aquí, así y siendo uno de nosotros.

El oso se encontraba llorando como niño que perdió a su mamá, si antes su corazón estaba tranquilo, ahora podía sentirse en paz. Se abalanzó sobre el conejo para poder llenarlo de besos y afecto por lo cual fue correspondido. Ahora ambos reían de manera feliz, sintiéndose en paz una vez más.

El momento se interrumpió por las risas del conejo que se aferraba más al abrazo, confundió al oso por unos segundos, hasta que escucho las palabras en el aire.

Bonnie: ¿Me regalas tu chocoflan que está en el refrigerador?

G!Freddy: No, es mío.

Bonnie: Vamos. Freddy, yo te amo mucho y se que tú me amas.

Bonnie: Y como ambos nos amamos, puedes darme el chocoflan.

Las carcajadas de Freddy resonaron en la habitación, el fuego de la chimenea iluminaba sus ojos de tal manera que se apreciaba el amor que tenía hacía el otro. Este posó sus manos sobre las mejillas de Bonnie, procediendo a acariciarlas con suavidad.

G!Freddy: Te amo conejo que siempre tiene hambre de amor y comida y que es cuestionable su mente. No te vayas de mi lado, ¿Si?

Bonnie: Oh, Freddy~ eso jamás pasará, además, alguien debe robarte los postres que te da la monty. . .

El día termino en un beso apasionado, lleno de amor de ambas partes, haciendo desaparecer aquella duda que siempre atormentaba al oso.

[･Extra･]

En medio de la madrugada se podía escuchar los sonidos de un conejo satisfecho, parecía estar disfrutando algo pues no por nada las luces de la cocina estarían prendidas.

Bonnie: aaaaaah~ este pastel es el mejor que he probadoooo~

Susurraba para si mismo, sin embargo pronto se dió cuenta que no estaba solo pues reconoció la voz que le habló.

G!Freddy: Ese es mi chocoflan.

Bonnie: No.