¿Un mundo Omegaverse?

Capítulo 20

☪ 7 lunas llenas ☪

Ve todo el lugar no muy convencido de estar haciendo lo correcto, aunque Krist le haya repetido muchas veces cuanto confía en él, que comprende a Izan y que las cosas es mejor decirlas a solas y de frente, esta de acuerdo con el lado maduro y racional de su omega, pero aun así esto se siente bastante mal, mal por todas las partes involucradas y se siente culpable por que hace más de año atrás no fue lo suficientemente claro.

- Kong llegaste temprano.

El alfa sale de sus pensamientos, sonríe y se pone de pie para abrir la silla de la persona que viene muy bien abrigado, hace un par de días el cambio de clima comenzó a ser notorio algunos arboles han perdido sus hojas y el campo que era verde radiante se tiño de tonos cafés y naranjas, desde esta mañana incluso el sol se ha mantenido oculto tras hermosas nubes grises liberando intermitentes gotas fugaces de agua caprichosas.

- Hola Izan. – se acomoda frente a él.

- ¿Desde cuando eres tan formal conmigo? – sonríe y toma el menú.

- Bueno desde que te volviste un hombre de mundo – ambos ríen.

- No mas que tu esposo – dice con sarcasmo.

- No tienes idea.

El ambiente se siente tenso así que en un intento de cambiarlo decidieron ordenar.

- ¿Te gustaron los alfajores que traje para ti?

- Mi hijo lo disfruto más – esas palabras sinceras borraron la sonrisa del oponente.

- ¿Los comió todos Arthit?

- No, es un antojon y créeme sus antojos son una locura, pero es sumamente compartido.

- Kong – mueve elegantemente la copa de vino rosado – voy a ser muy sincero contigo, y por que realmente me enamore de ti confesare... si guardaba la fe ciega de que al volver no solo sería muy útil para ti como empresario, también me tomarías como tu segundo esposo...

- Izan no soy un hombre de dos amores, es decir, mi corazón se expandirá con mis hijos, pero jamás se dividirá entre varias parejas, esa a sido mi mentalidad siempre, y hoy que amo con cada célula de mi cuerpo al precioso joven de ojos ámbar, te puedo garantizar que esta firmemente lleno de todo el.

- ¡Wow! – sorbio rápido su bebida – duele.

- No era mi intensión, jamás quise herirte, hace un año me sentí una basura por lo que hice, por ese tiempo pido una disculpa, por no ser claro pido otra.

- ¿Sabías que era amante de tu hermano?

- Si

- ¿Sí? Lo dices tan casualmente.

- Él tenía en su corazón a mi hermano y yo te tenia a ti, ¿en qué somos diferentes?

- En que tu hermano es una basura y yo no.

- Se que lo es, así que permíteme alegrarme porque su ambición fue mucha y me abrió el camino hacia mi pareja ideal.

Se quedaron en silencio, mientras los platillos humeantes y de olores exquisitos eran dejados en la mesa.