❝Desesperada por sacar de la cárcel a su padre inocente, Jennie acude a la única con el suficiente poder para hacerlo; Su multimillonaria jefa Lalisa Manoban, a quien jamás a tratado. Para cobrar una herencia importante, Lalisa necesita urgentemente...
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Ese sábado Lisa y yo nos despertamos algo tarde. Pasaban de las diez de la mañana, y con pereza y sobre todo sin ganas de levantarnos de la cama en donde estábamos bastante cómodas pasamos un rato jugueteando entre las sábanas hasta que uno decidiera levantarse.
Fue Lisa la primera en hacerlo, y colocando mi cabeza en mi brazo doblado me limité a admirar su perfecto cuerpo desnudo mientras caminaba rumbo al baño.
-Es tarde, seguro mamá y Dahyun nos regañarán-
Reí ligeramente. Ese día la familia de Lisa había preparado un picnic familiar y seguramente toda la familia Manoban se encontraba ya en casa de Taeyang y Hyorin.
Una vez que Lisa estuvo dentro la escuché abrir la ducha mientras comenzaba a sacar sus instrumentos para afeitarse. Con una sonrisa abrí el cajón de la mesita de noche a mi lado y saqué la cajita donde se encontraron mis pastillas anticonceptivas. Tomando una pequeña píldora rosa, tomé un sorbo de agua para pasarla y me dejé caer en la cama para mirar el techo de la habitación mientras pensaba en todo lo que mi vida había cambiado en las últimas semanas.
Desde ser una mujer soltera, sin más familia que un padre que estaba en la cárcel a ser la esposa de la soltera más rica y codiciada de Seúl, y con mi padre a punto de salir de la cárcel gracias a ella. Pero sobre todo esperaba en lo mucho que la relación entre Lisa y yo había cambiado en ese mismo tiempo, y sobre todo en dos cosas que no sabía cuál de las dos era la que me daba más miedo.
Pensaba en como el amor que había ido naciendo poco a poco ahora se había vuelto tan fuerte que apenas podía contenerlo y callármelo, y para entonces la amaba a tal extremo que estaba segura jamás había amado ni amaría a alguien como a ella. Y en cómo era que las semanas se habían pasado volando y para entonces faltaban ya menos de tres semanas para que se hiciera lectura del testamento y Lisa se quedara con toda la herencia.
Y para que el arreglo que habia hecho meses atras se terminara. Mi padre saldría de la cárcel, ella se quedaría con su herencia y yo dejaría de ser su esposa.
Dejaría de ser la esposa de Lisa. Eso me dolía más de lo que podía soportar.
-¿Jennie?-
La voz de Lisa me sacó de mi ensueño y giré mi cabeza para encontrarme con el rostro de Lisa asomado por la puerta, con un gesto de ligera preocupación mientras me miraba.
