❝Desesperada por sacar de la cárcel a su padre inocente, Jennie acude a la única con el suficiente poder para hacerlo; Su multimillonaria jefa Lalisa Manoban, a quien jamás a tratado. Para cobrar una herencia importante, Lalisa necesita urgentemente...
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Mirando los intensos ojos que tenía frente a mí, solté un suspiro mientras mi mente trabajaba a mil por hora, pensando que rayos decir. A unos cuantos pasos de mí Lisa no dejaba de mirarme intensamente, clara señal de que iba a cumplir lo que acababa de decirme. No me dejaría ir hasta que le dijera que me pasaba, y sobre todo porque había estado enojada con ella todo el día.
Porque había estado enojada sólo con ella todo el día.
Maldición. ¿Qué rayos iba a decir?
Reprimí un gemido de frustración y aferré con fuerza mi pequeño bolso Chanel en donde se encontraba su reloj.
No podía decir que me había enterado que se había acostado con Karina y que había besado a Joohyun en la cena sin revelar mis sentimientos al respecto, y no podía dejarle ver que me molestaba que estuviera con otras mujeres sin dar a entenderle que estaba celosa.
Aunque no lo estaba.
¿O sí?
Entonces la pregunta me llego de golpe: ¿Estaba molesta con Lisa porque estaba celosa?
No pude responder a esa pregunta. Frente a mí Lisa alzó las cejas y ladeó su cabeza para hablar.
-¿Y bien? ¿Me vas a decir que fue lo que pasó?-
Bien, Jennie, será mejor que hables. Me susurró mi conciencia y soltando un largo suspiro derrotado, abrí mi pequeña cartera blanca de cristales y rebusqué hasta encontrar el dichoso objeto.
Al parecer no tengo más opción que decirle todo, y una vez que tuve en mi mano el Cartier de Lisa lo saqué de mi bolsa y lo dejé girando en mis dedos ante su mirada sorprendida.
-Esta tarde vino alguien a traerte esto- coloqué el reloj en la mesita a nuestro lado- Dijo que seguramente lo necesitarás-
Miré a Lisa de nuevo para darme cuenta que no despegaba su vista de mí.
-¿A traerlo?- parpadeó sorprendida -¿Quién?-
-Karina-
Aquél nombre pareció tener efecto inmediato. Abriendo sus ojos aún más y como si hubiera recordado algo muy importante de pronto, se quedó estática en su lugar mientras me miraba.
