❝Desesperada por sacar de la cárcel a su padre inocente, Jennie acude a la única con el suficiente poder para hacerlo; Su multimillonaria jefa Lalisa Manoban, a quien jamás a tratado. Para cobrar una herencia importante, Lalisa necesita urgentemente...
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JENNIE POV
Incapaz de creer lo que acababa de escuchar, abrí mis ojos de par en par y miré a la mujer de ojos avellanas frente a mí como si se hubiera vuelto loca.
Maldición. ¿Había escuchado bien?
¿Acaso acababa de pedirme que me casara con ella?
¿Qué clase de broma era aquella?
-¿Qué...- tomé aire nerviosa, sintiendo que de pronto el espacio era muy pequeño en el amplísimo despacho -¿Qué ha dicho?-
Y entonces, para asegurarme que no estaba loca y con una sonrisa que me daba verdadero miedo, volvió a hablar.
-Lo que has oído, Jennie- volvió a tutearme -Que para sacar a tu padre de la cárcel, lo único que tienes que hacer es casarte conmigo-
Y no pude evitarlo.
De manera espontánea y sin importarme nada, una sonora carcajada salió de mi boca mientras frente a mí, la mujer que ahora estaba segura que estaba loca seguía sonriendo y me dejaba desahogarme con aquella histérica risa que seguramente hasta Rosé estaba escuchando.
Era de nuevo esa misma sonrisa algo torcida y burlona, casi como si anticipara mis reacciones.
Entonces lo pensé mejor. No solo las estaba anticipando. Las estaba estudiando.
-Disculpe- logré decir entre risas -Lo siento, pero creo que no estoy entendiendo bien. ¿Ha dicho que su condición es que me case con usted?- alcé una ceja, y me sentí estúpida -¿Matrimonio?-
-Precisamente- contestó como si habláramos de cualquier cosa -Hablo de una boda, hablo de que te cases conmigo-
Y su mirada serena y sobre todo calculadora fue todo lo que necesité para darme cuenta que estaba hablando en serio.
Con mi mandíbula desencajada y mis ojos desorbitados, miré a la mujer frente a mí de nuevo y para entonces estuve segura de que me quedaría sin aire.
Había tenido suficiente.
-Lo siento, señora- comencé con una seguridad que no sabía de dónde salía -Pero creo que usted se ha vuelto completamente loca- ante la última palabra, Lisa alzó las cejas sorprendida -No sé qué clase de broma es ésta, pero déjeme decirle...-
-No es ninguna broma, Jennie- de nuevo tuteándome, maldición, como me distraía mi nombre de sus labios! -Estoy hablando en serio-
Contuve un juramento.
-Pe... pero casarme con usted- comencé tartamudeando -Pero si apenas la conozco de hace dos minutos, literalmente!-
Aquella simple exclamación pareció ser suficiente para la mujer frente a mí quien, cambiando su sonrisa por una más suave y comprensiva, pareció compadecerse de mí y de mis nervios que evidentemente comenzaban a delatarme.