❝Desesperada por sacar de la cárcel a su padre inocente, Jennie acude a la única con el suficiente poder para hacerlo; Su multimillonaria jefa Lalisa Manoban, a quien jamás a tratado. Para cobrar una herencia importante, Lalisa necesita urgentemente...
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Quince minutos más tarde decidí que era momento de rescatar a Jennie de la incesante charla de mi hermanita y por supuesto, salvarla del posible interrogatorio al que sería expuesta una vez que Dahyun viera la oportunidad.
Amaba a mi hermana, pero cuando se lo proponía podía ser una verdadera molestia dispuesta a todo por conseguir información. Y sinceramente no tenía idea si Jennie estaba preparada para eso.
En realidad, no habíamos conversado sobre cuáles serían nuestras historias al momento de hablar sobre "nosotras". No habíamos dicho nada sobre que diríamos respecto al "cómo", "dónde" y "cuándo" nos habíamos conocido, y darme cuenta de eso hasta ahora no ayudaba nada. Frustrada ante mi reverenda estupidez, abrí la puerta trasera y entré a la casa.
Cuando entré a la sala no pude evitar fruncir el ceño al darme cuenta que Jennie estaba en todo menos en problemas.
Sentadas muy juntas en el largo sofá de la sala y mirando algo entre sus piernas, Dahyun apuntaba algunas cosas mientras hablaba rápidamente y Jennie sonreía ligeramente.
Me acerqué aún más, ellas aún inconscientes de mi presencia.
-Y mira! Aquí está en su primera fiesta de Halloween! Vestida de maga!-
Después distinguí mejor y el color se me fue del rostro al darme cuenta que lo que miraban era nada más y nada menos que mi álbum de fotos de la infancia.
Maldición, Dahyun.
-A mí aún no me adoptaban, pero mamá puede contarte historias muy buenas de ese día!-
Sin decir nada, Jennie alzó la vista para sonreírle con timidez y dándose cuenta de mi presencia me miró con sus serenos ojos castaños. Al parecer había salido sana y salva de las preguntas de mi hermana.
-Hola hermanita!- exclamó Dahyun en cuanto me paré frente a ellas- Estaba contándole a Jennie algunas cosas sobre ti, la tenías muy desinformada!-
Sonreí de medio lado. No tenía idea.
-Esos detalles preferí reservarlos para evitar hacer el ridículo- entorné los ojos y Jennie sonrió- Aunque para eso te tengo a ti, hermanita-
Soltando una suave y fresca carcajada, Dahyun se levantó de su lugar y me plantó un suave beso en la mejilla.
-Qué bueno que lo sabes, Lisa- ladeó la cabeza y yo solté un bufido- Bueno, creo que dejaré de hacer mal tercio y saldré a ver cómo está Eunwoo con los niños- bajó la mirada hacia Jennie- Te dejo en buenas manos, Jennie-
Me dio otro ligero beso en la mejilla y con un guiño travieso de su ojo salió de la sala para dejarnos completamente solas. En el mismo instante que estuvimos a solas, Jennie soltó un largo suspiro cansado y yo la miré con una mueca.
-¿Cómo salió todo?- me senté a su lado- ¿Te preguntó algo? ¿Intentó sacar información?-
-Intentó- sonrió de medio lado y cerró el álbum de fotos- Pero de alguna manera logré zafarme de sus preguntas y nos limitamos a que me mostrara la casa y me hablara sobre ti, para evitar hablar de nosotros- me mostró el álbum sonriente- Así que la culpable de que ahora sepa todos tus secretos de infancia soy solo yo. Lo siento-
