❝Desesperada por sacar de la cárcel a su padre inocente, Jennie acude a la única con el suficiente poder para hacerlo; Su multimillonaria jefa Lalisa Manoban, a quien jamás a tratado. Para cobrar una herencia importante, Lalisa necesita urgentemente...
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-Amigo, dos vasos de brandy en las rocas ¿Quieres?-
-El mio doble-
Ante esa señal el camarero de la barra se dio la vuelta para preparar las bebidas. Nos conocía lo suficiente para saber que siempre dejábamos una excelente y muy generosa propina, y un minuto después teníamos nuestras bebidas en las manos.
A mí lado, Jisoo llevo el vaso a sus labios y parecía pensar muy bien antes de decir algo.
-Vaya reunión, ¿Verdad?-
Sonreí de medio lado sarcástica y tomé de mi bebida. En general, las cenas de beneficencia no eran algo que me molestaran y mucho menos cuando se trataron de buenos amigos como Seojoon y Minyoung, pero tenía que admitir que sin ella la cena me había parecido un verdadero martirio.
En realidad, desde que no estaba ella, todos los eventos sociales eran insoportables. Por un segundo recordé como llegábamos a casa haciendo el amor después de esas cenas, y con unas copas de más, nos enredábamos en las sábanas desde la madrugada hasta el amanecer.
-Y que lo digas- solté un suspiro cansado.
Tal vez por solidaridad o porque realmente se había hartado, Jisoo me había sacado casi a la fuerza de la reunión y sin discutirlo habíamos llegado a nuestro bar favorito. No habíamos dicho mucho desde entonces, y en ese momento supe que eventualmente tendríamos que hablar de algo más que el partido del fin de semana, de los negocios que habíamos cerrado en el mes o como se había comportado la bolsa de valores de Seúl la semana pasada.
Y hablar de algo menos trivial era lo mismo a hablar de ella.
De Jennie. Mi casi ex esposa.
-Entonces…¿Ya enviaste los papeles del divorcio?-
Tomé una larga bocanada de aire antes de contestar y me tomé todo lo que quedó de mi brandy de un sorbo.
-Ayer. Tu hermano se los hará llegar mañana a más tardar- me encogí de hombros- Entonces todo terminará-
Sonreí irónica y alcé la mano para ordenar otro vaso de brandy mientras a mí lado sentía la mirada inquisitiva de Jisoo.
-Supe que hablaste con ella- tomó otro sorbo- Supongo que es lo mejor. Al final de cuentas…-
-Al final de cuentas es lo que iba a pasar. Simple- me encogí de hombros indiferente- Así acordamos que sería desde un inicio: ella se casaba conmigo, yo obtenía mi herencia, sacaba a su padre de la cárcel y después cada quien seguiría su camino-
El camarero dejó otro vaso frente a mí y sonreí irónica de nuevo mientras lo tomaba entre mis manos.
-Ambas seremos libres pronto, así que...- alcé mi vaso ante ella- Salud por eso, amiga-
Sin esperar respuesta, tomé un largo sorbo de mi vaso y Jisoo me miró sin expresión alguna.
