Pecado

27 4 0
                                    



No sé en qué momento me quede dormida, me desperté en el cuarto que compartía con Jaebeom y al levantarme oí voces tras la puerta ve levante, abrí la puerta y no había nadie me quede unos segundos si las volvía a escuchar pero nada cerré la puerta lave mis dientes y baje a mirar si seguían allí. Hobi se encontraba recogiendo las botellas y estaba despeinado

-hola-dije saltando de improvisto y el brinco al unisonido

-te e dicho que no hagas eso, tú y Lay poseen ese vicio de andarme asustando-dijo tomando una copa por el aire que por poco y se rompe

-rei-¿como pasaste la noche?

-con resaca, y si me lo preguntas solo e dormido un par de horas-contesto secando sus manos

-¿todo marcho bien? No recuerdo en qué momento me dormí y mucho menos haber camino hacia la habitación

-no te voy a mentir, no había pasado una noche así desde hace un año. Te quedaste dormida sobre el sillón y fue Jaebeom quien te fue a acostar, tardo un rato contigo arriba y creímos que se había acostado a tu lado pero luego bajo bebimos lo que quedaba y luego alisto un cuarto para que Lay y yo descansáramos un rato

-ahh ¿ y a dónde se fueron?

-creo que él tenía que comprar unas cosas o eso escuche, tú sabes que yo no hablo con, él invito a Lay y yo me quede cuidándote

-¿estabas hablando con alguien?

-no

-creí escuchar algo, ¿enserio todo transcurrió bien?

-eso mismo té iba a preguntar ¿ que le dijiste anoche? porque estaba que se lo llevaban los diablos y vino se sentó e hizo como si nada, ese tipo esta loco-hablo hobi cruzado de brazos

-no le dije gran cosa de hecho, fue él no sé cómo se enteró que andaba tensa por lo de la enfermera. El caso fue que tomó el papel que ella le había entregado y lo quemó aclarando que no le interesaba otra mujer y que haría un esfuerzo por compartir contigo-si me lo preguntas me extraña todo esto

-¿lo quieres mucho verdad?-pregunto y sus ojos examinaban los míos

-.... si, estoy muy acostumbrada a él y es el único hombre que a tratado de fijarse en esos pequeños detalles que para mí resultan ser un acertijo pero él los a resuelto de una manera increíble-hablaba y sentía millones de sensaciones pero a su vez sabía que no iba a terminar muy bien pero tenía la ilusión de poder confiar en él y eso mismo fue lo que empecé a hacer. Lay y Hobi salieron luego de desayunar y yo me quede al lado de Jaebeom, juntos arreglamos el Palacete había hecho mercado y lo almacené en la nevera y otras cosas en los gabinetes, sin darme cuenta ya vivía allí y mi madre venía cada dos o tres días a visitarme le impresionó ver la manera en la que tenía arreglado todo, la veía con un aura fresca y aunque pensé que le chocaría el tema de que yo pasase más tiempo aquí y no allá junto a ella como lo habíamos hablado hace unos meses. mi madre adoraba a Jaebeom y cada vez que venía él se aseguraba de atender a mi madre incluso le compraba obsequios y yo los miraba mientras transcurrieron tres meses de la nada. Luego de esa noche no volví a pisar ese suelo blanco de mármol de aquella mansión de espejos, lo cual la investigación se tranco y tuve que optar por vigilar a Jaebeom cada que salía de casa pero era inútil no hacia gran cosa y siempre parecía decir la verdad, me había enamorado más y le hacía entrega de todo mi ser cada vez que lo veía llegar a casa.

Algo sucedió esa noche en la mansión de espejos o alguien me siguió hasta acá porque existía actividad paranormal no muy violenta pero si lo suficiente como para asustarme un buen rato, desde pasos, voces, risas, golpes a la puerta principal y una figura blanca que solía pasearse por el jardín en altas horas de la noche. Estaba espantada, solo las oía cuando Jaebeom salía por tres noches y quedaba allí sin poder pegar un ojo, todo esto se lo comenté a Lay y aunque él asegura que no cree que ellos estén involucrados en alguna secta, piensa que se deba a que ellos no son devotos y que podría atraer ciertas energías a la casa. Pero todo empeoró hace tres noches, una pesadilla por día me a dejado con todo el cuerpo congelado.

Veintiún  fetichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora