Limerencia

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El celular sonaba, de camino a Siheung decidí llamar a mi nieta. me sentía tensa pues era el momento de reunirnos y aclararle todas sus dudas, y en cuanto a mi hija esperaba que no guardase rencor por haberle ocultado varias cosas. Oi su voz entre dormida

-¿hola?

-hola, T/N disculpa por despertarte-dije sonriendo

-¿abuela?-respondió aclarando su voz sintiéndose mas despierta

-si-respondí

-no, bueno si me despertaste pero no importa-respondió con regocijo

-amor, te llamaba para decirte que en media hora arribo a la ciudad. no se si sea posible que podamos vernos las tres, Mila tu y yo-pregunte y mi pecho se contrajo

-bueno, mi madre se esta alistando para salir y en cuanto a mi deja te confirmo en diez minutos

-quisiera que nos fuéramos a comer y a platicar un rato-dije sin conocer el lugar que había acordado Jaebeom

-deja me comunico con mi jefe y ya te marco-dijo y luego me colgó


-Me colgó-dije sonriendo mientras el chico que manejaba me respondía con un gesto de simpatía. me estaba impacientando ya habían pasado veinte minutos y no obtenía respuesta de T/N. si no obtengo respuesta me comunicare con Milla-pensé bajando el vidrio sintiendo bochorno, mi teléfono alumbro era mi nieta


-discúlpame por la demora, tuve que ir a la editorial y organizar unas cosas para que me dieran el día, mi madre ya se organizó  yo acabo de llegar-dijo y mi cuerpo comenzo a temblar

-arréglate, nos vamos a un lindo lugar

-¿vienés  hasta la casa?-indago

-si, yo iré hasta allá-respondí


colgué y le marque a Jaebeom, no sabia como lo tenia organizado


-dime que me tienes buenas noticias-así fue como atendió mi llamada

-acabo de comunicarme con T/N y acorde pasar por ellas pero no se, ¿Dónde quieres que nos veamos?

-no te preocupes yo ya le había dado indicaciones a Kenji, el conoce la dirección del lugar. rente una pequeña casa para hacer la Reunión, los amigos de T/N ya están aquí. solo faltan ustedes-contesto y sentía su tono de voz muy nervioso

-nos vemos en un par de horas-conteste

-gracias por ayudarme-contesto Jaebeom y luego colgué


**************


Me encontraba en la parte de arriba de la casa, precisamente en la terraza. todos estaban en la sala reunidos mientras yo solo la esperaba a ella, mi madre tomo mi mano y me dio un beso en la mejilla

-ve y te arreglas-dijo mi madre

-solo dame un momento-dije abrazándola

-te compre un traje, organízate y te espero abajo-dijo mi madre bajando las escaleras


repose mis manos sobre la barra de hierro y mire hacia abajo, mi cuerpo comenzaba a sentir ese choque eléctrico al sentir su olor aproximarse. peine mi cabello hacia atrás respire muy profundamente y me dirigí a la habitación dónde mi madre había dejado una bolsa blanca al abrirla vi un traje: camisa blanca, pantalón negro y al lado una caja de zapatos negros. me dirigí al baño y frente al espejo mi retire la camisa que llevaba y observe como las heridas sanaban ya solo quedaba el moretón, tuve que arrodillarme mi cuerpo me pedía una dosis pequeña de Heroína. respire profundo y me puse de pie, me adentre a la ducha y abrí la regadera. el agua fría caía sobre mi rostro poniendo mi cuerpo a estremecerse al pasar los minutos, me duche con tiempo. estaba tenso al salir de la ducha, mire mi rostro y tome la cantidad de espuma necesaria para afeitarme. era como en los viejos tiempos ya no me acordaba lo que era arreglarme para ella, luego de afeitarme pude ver mi rostro limpio. al fin podía ver como mi alma pedía auxilio pues Lucía  un poco diferente, mi cabello y la opacidad de mi mirada. deslice mi camisa por mis brazos y abotone, ajuste la correa de mi pantalón, sacudí mi cabello y aplique perfume. abrí el cajón y tome algo que siempre llevaba en el bolsillo de mi pantalón. me dispuse a bajar y al llegar a donde todos se encontraban, aquellos que no veía hace mucho se sorprendieron al verme. me saludaron calurosamente mientras yo observaba a Yuta cruzado de brazos de pie junto a la chimenea y al lado Hoseok que tenía entre sus manos una copa de vino. me senté al lado de Lay e hizo la hora restante mas amena antes de que ella llagará.








Veintiún  fetichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora