Resplandor

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No sabia si moriría de hambre o de celos,a este paso no me queda de otra que comer y partir de nuevo a Siheung. Por mis propios medios,ya que la espera de un maldito avión terminaría por matarme.

-Jaebeom,no está bien que viajes en ese estado-dijo Yuta sirviéndose una copa de vino

-aquella sangre de esa mujer ya no está muy comestible

-no es la sangre,es la incertidumbre de saber con quien se encuentra T/N en estos momentos,detente un segundo y compórtate como el dueño de la empresa MALKAVIAN

-mañana si no llego antes de la reunión,invéntate algo-dije tomando mi abrigo

-odio mentirles a los socios,Jaebeom este es uno de los tres negocios más importantes no lo heches a perder-dijo yuta ya con la paciencia al borde

-no tardaré,iré haré lo que tenga que hacer y estaré aquí antes de que despiertes

-no te encuentras muy bien para que dispongas de irte en esa forma,llegarás agotado. No olvides lo que sucedió cuando desafiaste tu propio límite-dijo yuta preocupado

Salí de la habitación y me dirigí a la azotea del hotel,mire hacia la luna y me encamine hacia Siheung.  Al llegar supuse que ella estaría en la biblioteca del cuatro ojos,al acercarme a la biblioteca decidí ponerme de pie sobre la Skylight que daba vista directa a su interior.

Mi mente me estaba jugando en contra,no sabia si lo que estaba viendo estaba en tiempo real o solo me lo estaba imaginando. T/N tenía sus brazos alrededor de su cuello,mientras él tenía sus asquerosas manos en su cintura.

Limpie mis ojos y conté hasta tres,esperando ver otra cosa,al volverlos a abrir se quedaron mirándose por unos largos segundos,yo desde afuera sentía la tensión. Ese infeliz se atrevió a besarla,mis uñas rasgar el vidrio que sostenía mi cuerpo,quería matarlo toque mi cintura tratando de buscar mi arma,al palparla me detuve y sentía como mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas para luego acumularse en mi mentón cayendo sobre el vidrio. Tome mi brazo derecho y lo mordía con fuerza,debía tratar de contenerme y enfriar mi cabeza para dar paso a lo que viniera.

La veía a ella tan cómoda que dudaba si debía ingresar o solo dejarla allí a merced del bibliotecario. Pensé y pensé mientras luego del beso le hablaba y sonreía sobre sus labios. Juré matar sin ningún remordimiento a quien fuera tan hijueputa de tocarla. Mis dientes chocaban tan solo imaginarme atravesarle el estómago con mis manos.

Subí la mirada y choqué con la hermosa luna

-¿porque me haces esto? ¿Ah?,te prometí cambiar si me dejabas hacerla feliz y lo estoy cumpliendo,pero ahora romperé nuestra promesa-dije tomándome la frente y perdiéndome de nuevo al interior de la biblioteca

Seguía besando aquella boca que me moría por besar yo también. Veía sus manos acariciar ese tétrico rostro y comenzar a predicar el pecado. Justo como solía predicarme los a mi sin ningún temor,me dolía el pecho y cada lágrima que comenzó a caer luego de verle desabotonar la camisa gris del bibliotecario:ardía,quemaba y se evaporaba a los pocos segundos

Se la llevo hacia otro lugar fuera de mi alcance visual,dejándome allí más encabronado. Me tome unos minutos para pensar y luego me dispuse a bajar,ingrese por una de las ventanas del primer piso que no tenían seguro.

Tome las escaleras en forma de caracol y di mi primer paso mientras escuchaba el cielo caerse en trozos gigantes,las fuertes centellas iluminaban mi rostro que se reflejaba en los ventanales. Sentía el dulce olor de sus feromonas pedirme a gritos mi ayuda,me topé con el baño y ingrese al mismo,allí veía mis ojos reflejar la tristeza de mi alma que inútil e indefenso me vuelvo en su ausencia

Veintiún  fetichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora