Al bajar del auto, la lluvia se hacia mas pesada mojando mi cabello por completo. no quería caminar ni tampoco correr, mi cuerpo estaba caminando bajo la lluvia pero mi corazón se había quedado en aquella mansión enterrado en esa habitación, donde el estaba entre sus brazos. sentía un nudo quemarme la garganta mientras mis pies caminaban dentro de los charcos de agua con tierra que poco a poco se volverían en lodo. Lay caminaba y hacia camino mientras me sostenía de la mano izquierda el tratando de buscar una salida mientras yo quería morir debajo de la lluvia, me resbalaba por momentos. en realidad ya no quería ni correr por mi vida y simplemente me deje llevar y mis piernas perdieron estabilidad cayendo al instante en un charco de agua que termino por ensuciarme la ropa, Lay me volteo a mirar preocupado y al notar mi indisposición se agacho-ven, ven...T/N mírame !mírame¡ vamos a irnos a un lugar seguro fuera de la ciudad, escúchame me tienes a mi y yo a ti es todo lo que necesitamos-hablaba mientras sus manos húmedas sostenían mi rostro que termino lleno de agua , lagrimas y un poco de lodo, las lagrimas salieron y caían sobre los dedos de Lay, el me brazo fuerte y comenzó a darme besos sobre mi cabeza
no podría decir un te lo dije, porque yo también llegue a pensar que Jaebeom podría ser un asesino y la peor escoria pero creí que no se atrevería a volver a hacerte daño, lo juzgué antes de tiempo-decía mientras se le notaba la ira y rencor en cada una de las palabras que de su boca salían
-el me mintió, me mintió como suelen mentir los hombres como el-dije soltando un fuerte suspiro que de el salían lagrimas y un dolor profundo que se comenzaba a hospedar en mi pecho
-no tiene precio ni manera de pago lo que te han hecho, pero no estas sola y yo voy a respaldar cada uno de tus temores. no importa cuanto tiempos nos lleve o como termine esto, no te dejare sola-hablo ayudándome a poner de pie y esta vez miraba hacia atrás y pedía irme a resguardar a un lugar seguro mientras pensábamos que hacer
caminamos dos horas hasta llegar a una carretera concurrida y allí solo dispusimos de pedir un aventón, un señor que transportaba material de construcción nos permitió llegar hasta el hogar de Lay tomar su auto, luego me acerque a mi casa y tome un par de prendas, mientras disponíamos hacia otro lugar. tenía la cabeza sobre el vidrio del auto mientras veía como se avecinada la peor tormenta, me quedaba inmóvil por largos minutos sinceramente no estaba allí. un camino largo que nos tomo 5 horas en llegar
-llegamos-dijo Lay dándome un beso en la mejilla, mientras yo solo levante el rostro y abrí la puerta
-¿que es este lugar?-pregunte sintiéndome muy lejos de casa
-estamos en kwangmyong, esta es la casa que el padre de Hobi tiene en venta. Hobi me dio la llave en caso de emergencia-dijo abriendo la puerta
kwangmyong, estamos muy lejos de casa. mire al rededor y me sentía tan sola en ese lugar no sabia cuanto tiempo deberíamos quedarnos aquí y allí fue donde me acorde de mamá, kalani y hobi
-hobi no atiende el teléfono, le deje un mensaje-dijo Lay tomando su maleta, ve y dúchate
mire mi maleta que estaba en el suelo y me dispuse a subir las escaleras buscando el baño, sentía mi cuerpo vacío y mis manos estaban frías. me adentre a la ducha y allí me quede debajo de la misma, mi cuerpo se escurrió por la pared llegando al suelo, puse mis manos sobre mis rodillas y allí el agua que caía de la ducha destacaba la belleza de aquel anillo. al verlo, en la garganta tenía un ardor que trascendía causándome un dolor interno jamás antes vivido. yo llorando bajo la ducha mientras la tormenta arrasaba con todo a su paso allí afuera, el flashback mas tormentoso torturándome en vida. todo en el era un sueño, todo lo que había deseado el lo poseía. me termine de duchar y con mucha lentitud me vestí, baje a la sala a esperar a Lay que también se estaba organizando, los fuertes truenos y la tetera del café soltar humo mientras yo me desvanecía sobre la silla.
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Veintiún fetiches
VampirosTodos los personajes que aparecen en esta novela ocultan algo. Verás que todo lo que brilla no siempre es oro, notarás una presencia invadir tu cuarto todas las noches; un amor obsesivo y compulsivo, obligándolo a confersarle su más oscuro y demoni...