La Fea Más Bella: Por siempre mi amor.

Capítulo 7: Fancy Food Show.

Ya mi tercer día en Nueva York, después de ir a Central Park, al día siguiente nos dedicamos a la Feria Fancy Food Show, hoy es el segundo día de trabajo, y estoy muy feliz porque hemos firmado muchos contratos de empresarios e inversionistas, que están dispuestos de ir a México para presenciar nuestra feria gastronómica, y muchos otros están interesados no solo en la feria si no en nuestros comerciales. Empresas de España, Alemania, Grecia, Brasil, Argentina y Japón; estoy segura que estarán ahí en el evento. Es que es inevitable que no pasará así, Don Fernando y yo hacemos un gran equipo, y siempre nos complementamos de maravilla en el trabajo. Y esta vez no fue la excepción.
¡Ay mi Don Fernando! Es que para hablar de él tengo que remontarme a la noche después de ir a Central Park, esa noche y la siguiente lo vi en el balcón por mucho tiempo, pareciera que Fernando no duerme, ya sabía yo que tenía insomnio por los problemas de Conceptos, pero ahora está haciendo un gran trabajo para la empresa, y ya no habría porque tener esos desvelos, así que no me explico porque en estas noches que he estado a su lado la mayor parte de la madrugada se la pasa despierto, contemplando la noche Neoyorquina.
Que para hablar de neoyorquinas tengo que remontarme a la "ejecutiva esa", que no deja respirar en ningún momento a Fernando, mientras yo muero de celos cada vez que los veo juntos, aunque él esté más al pendiente de mí, procurando en todo momento para brindarme seguridad y protección. Y aunque lo sienta tan cerca como un "un gran amigo", y un mejor compañero de trabajo me es inevitable no poder controlar mis celos, se que lo nota, pareciera que le da gracia, mientras él ríe yo muero de coraje y de dolor. Si dolor porque después de ese beso, de ese maravilloso día no se ha tocado el tema y no sé si es lo mejor, o es lo que me está matando por dentro.

***

Ya estábamos en la feria nuestro segundo día e iba mejor que el primero, ya no teníamos que ir a buscar a los empresarios ahora ellos se acercaban a nosotros. Estaba segura que si la mitad de todas estas personas que nos habían dicho que irían a México, lo hacían, no solo podríamos juntar la primera parcialidad de la deuda si no más de la mitad de la misma. Eso será extraordinario porque entre más rápido quedé saldado ese embargo más pronto podría ser feliz, lo sería por regresar un capital intacto, a aquellos que confiaron en mí aquel día que llegue a Conceptos como secretaria. Don Fernando había ido con unos inversionistas Brasileños, ya que como sabía muy bien portugués les explicaría más a fondo lo que podíamos hacer con sus productos como empresa productora.

Estaba concentrada en el balance diario que me mandaba Tomás de los movimientos de los bancos y la organización de la feria gastronómica, porque a pesar de estar lejos seguía siendo la presidenta, y a la distancia me hacía cargo de todo, tenía que aceptar que amaba cada día más mi trabajo, sería una mentirosa y tonta si pensaba lo contrario o si quería negarme está felicidad a mi misma.

"¿Dónde está Fernando?" Escuché decir a Karla Santibáñez. Suspiré y volteé a verla.

"Fue con unos clientes." Le dije y me concentré en la computadora, intenté ignorarla pero fue inútil.

"La verdad es que desde ayer quería hablar contigo." Me dijo y volteé a verla sin entender nada.

"Pues siéntate." Le dije haciendo una seña para que se sentara en la silla delante de mí. "Y dime para qué soy buena."

"Bueno antes de que llegarás platique bastante con Fernando acerca de Conceptos, del turismo gastronómico que tenían ustedes, y me mostró algunos comerciales, eso de usar gente de pueblo en lugar de modelos estereotipadas me parece genial." Me quedé helada cuando escuché todo esto, jamás pensé que esta señorita me dijera esto. "Fernando me ha dicho un millón de veces que fue idea tuya." Simplemente asentí sin saber qué responder. "Por eso quise ayudarlos en esta campaña, pero sobre todo lo hice por Fernando Mendiola."