La Fea Más Bella: Por siempre mi amor.

Capítulo Final: Yo te esperaba.

"Nacer - vivir - morir, pero siempre con Amor."

Cada vez que un niño nace es impulsado a romper el cálido entorno del útero en que hasta entonces ha vivido. Nacer a algo nuevo implica despedirse de lo anterior, ojalá valorando y agradeciendo, sabiendo que esa experiencia nos aportó cosas que llevaremos con nosotros por siempre, así como cada niño lleva en su inconsciente la experiencia de haber sido cálida e incondicionalmente aceptado, nutrido y amado por el útero que lo cobijó.

Un nacimiento es un paso hacia lo desconocido, un salto al vacío en que sólo nos queda apoyarnos en la certeza de que es tiempo de dejar atrás, que es lo que la vida nos está pidiendo y no nos queda otra posibilidad que responder a ese impulso, aun cuando nadie nos asegure nada respecto de lo que vendrá; por ello nacer es un acto de confianza supremo, radical, de entrega total a la dinámica de la vida. Cuando el niño nace se encuentra con algo nuevo, inimaginable; allí tomará profundo su primer aliento vinculandose con el mundo, iniciando una nueva aventura donde la única certeza es que para nacer es preciso morir.

Para mi pedacito de cielo:

Tu mi bebé fortaleciste el amor, acortas los días para esperaste, alargas mis noches imaginando tus bellos ojos café, llegarás a alegrar e iluminar nuestro hogar, nos hiciste olvidarnos del pasado y nos enseñaste que el futuro siempre vale la pena.
Estamos preparándonos para amarte toda la eternidad, serás siempre la mejor aventura de mi vida.

***

Cuando hablan de tiempo siempre para mí será significativo en la espera, cuando deseas que algo suceda, las manecillas del reloj avanzan aún más lento de lo que en realidad pasa, pero cuando no quieres que llegue el día por miedo o ansiedad a un cambio ahí las situaciones posiblemente conspiren en tu contra y todo pase volando. En mi actualidad todo es tan perfecto que veo pasar las horas con alegría, esperanza, fe, dicha y plenitud, esperando el momento indicado, que la casualidad de mi vida, con la bendición de Dios, me regalen lo que he estado esperando toda mi existencia, ser mamá. Para eso todavía faltan diez días hermosos. Sé que cuando llegue seré la mujer más afortunada del mundo por tener la familia que con orgullo y dedicación he construido en los últimos meses.

Sí puedo decir que todo es extraordinario, pero sin duda he sentido más cansancio de lo normal, la espalda cerca de los riñones no la soporto, siento como se dice comúnmente "la tripa dura," que no son más que pequeñas contracciones sin dolor e irregulares, la ginecóloga dice que eso es muy normal, que todo está sucediendo como debe ser, pero al ser primeriza en esto, cualquier cosita que sienta para mí es preocupante, mi respiración se ha normalizado las digestiones y molestias gástricas desaparecieron eso es maravilloso. Lo que si no soporto son algunos calambres musculares en mi pelvis y piernas, voy al baño con más constancia. Esos son mis "malestares físicos" en donde afortunadamente Fernando como siempre ha estado conmigo apoyándome, lo que lo hace más relajante, también ya tengo todo preparado, tanto en la habitación de mi bebé como la pañalera lista en el auto de mi esposo. Siempre he tenido la creencia de que una mujer prevenida vale por dos y en esta ocasión no es la excepción. Así que sólo espero que los días avancen a su curso para llegar al momento donde nuestras miradas se crucen y abrazarte para siempre a mi pecho para protegerte mi pedacito de cielo.

"Lety." Sentía que acariciaba mi mejilla y daba pequeños besitos por todo mi rostro. "Mi amor, ya es tarde, no puedo dejarte dormir más." Beso mis labios y me movió suavemente. "Mi Lety."