Capítulo 3: Propuesta.

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La vida siempre pasa tan aprisa y ahora parece que el tiempo no vuelva, que se quedó congelado, en ese abismo en el que estoy desde hace tanto tiempo. Solo van cinco días desde que Don Fernando se fue a Nueva York y cada vez lo extraño más, aún teniendo tanto trabajo no dejo de pensar en él, todas las mañanas llego a la oficina creyendo en que lo veré rondando en los pasillos, cuando hay junta tengo la esperanza que estará en su silla al lado mío respaldandome en mis decisiones, pero no es así, su silla está vacía y solitaria, así como se siente mi alma sin tenerlo junto a mí.
Nunca pensé que lo extrañaría tanto, esperaba a estas alturas ya haberlo sacado de mi corazón, pero es imposible, pasan los días y su ausencia cala cada vez más hondo. Afortunadamente está a mi lado Caro que me ha ayudado mucho para calmar a Don Luigi en la producción de comerciales, bueno también Don Omar que más o menos con sus tonterías aporta cosas, claro que Aldo me ha ayudado todavía muchísimo más, le pidió a mi mamá que le ayudará hacer los 12 moles para la feria, y estoy feliz porque puedo tener a mi mami cerquita de mí, eso alivia un poco mi corazón, el trabajo me envuelve pero aún así no dejo de pensar en él no sé cómo sacarlo de mi corazón, de mi mente, para ser exacta de mi vida.

***

Estoy un poco molesta no puedo creer que Omar Carvajal sea tan animal, ahora entiendo por qué Fernando le dice así, es que como puede ser posible que no haya firmado un contrato con los anunciantes de la feria, era el más importante, el señor Lauro quien se encuentra en San Miguel Regla, y ahora se tiene que viajar hasta allá, como si yo tuviera ganas de hacerlo, pero es que parece que nadie entiende sus responsabilidades, en esta empresa.

—Bueno. (Conteste el teléfono sumamente enojada).
—Lety. (Mi enojo se desvaneció y un nerviosismo lleno de alegría, felicidad, dicha, inundó mi alma en un instante, pero que pasaba porque me hablaba, Dios mío es…) Do-Don Fer-Fernando. (Dije con un hilo de voz).
—Hola Doña Lety. Buenos días ¿Cómo está? (Me quedé en silencio, es que su voz me transmite lo que necesitaba en este instante tranquilidad). Está ahí Lety.
-Sí, sí Don Fernando, sí. (Parecía una tonta, no me esperaba su llamada, me hacía tan feliz) Por aquí todo va bien, trabajando para sacar adelante la Feria gastronómica y-y ¿A usted cómo le va? (Necesitaba saber si estaba igual que yo, extrañando, lo dudo pero mis esperanzas siguen intactas).
—Igual mucho trabajo, pero surgió un problema. (Su voz la sentía con desánimo como si estuviera también en una batalla interna como la mía).
—¿Qué? (Me levanté de la silla).
—Calme, calmé. (¿Por qué era él único que me conocía tan bien?) Bueno no es un problema más bien una oportunidad.  (No sé por qué pero sentí que sonrió de lado y como extrañaba ver esa sonrisa que me roba la vida entera).
—Dígame (Suspiré y empecé a caminar de un lado al otro estaba nerviosa).
—Bueno es que pasado mañana aquí en Nueva York se celebrará la Specialty Food Summer Fancy Food Show. Que trata de una feria de carácter profesional dirigida a empresas retail del sector de la alimentación con productos gourmet, de origen natural, ecológico, locales o importados y novedosos.
—Aja ¿Y? (No entendí que me quería decir o que pretendía).
—Es que Doña Lety sabe lo que significa eso, sí nosotros asistimos a esa feria donde habrá representantes e inversionistas de diferentes partes del mundo podemos cerrar negocios con ellos para que asistan con sus productos a la feria que organizaremos en México, eso es más promoción y dinero para Conceptos con esto podríamos juntar más para la deuda y quién sabe salvarla del embargo antes de lo previsto. (Se escuchaba tan emocionado que sentía que me estaba hablando de otra locura como las que estábamos acostumbrados hacer).
—Eso es perfecto Don Fernando, y podrá asistir.
—Es que por eso le habló Doña Lety una representante de esa feria Karla Santibáñez me invitó, dice que es una gran oportunidad y estoy seguro que sí. Pero de nada me sirve ir si yo no tengo autorización ya con firmas para Conceptos. (Desde que dijo Karla Santibáñez me perdí quién era esa ¿Quién?)
—Entonces.
—Pues la única opción es que usted viaje a Nueva York por estos tres días que se celebra la feria y los dos vayamos ahí a cerrar negocios.
-¿Qué? (Grité). No es que yo viajar a Nueva York. (Mi tic se hizo presente). Con usted. (Tragué saliva).
(Suspiró) —Entiendo que para usted es muy difícil estar conmigo, se que no quiere ni verme y lo entiendo. (Guardó silencio). Créame que lo entiendo, pero sentí que era una gran oportunidad para todos, estos eventos internacionales siempre dejan más de lo que uno espera.
—No, no, no es eso, yo pienso que usted puede hacer un gran trabajo para convencer a esos inversionistas. Aparte yo tengo que viajar a San Miguel Regla con Aldo. (Escupí sin darme cuenta que fue una tontería mencionar lo de San Miguel Regla).
—Ahora todo tiene sentido, no se preocupe vaya con Aldo a dónde usted quiera. (Su voz era firme y transmitía dolor). Ya veré lo que puedo hacer en esa feria. Igual le había mandado unos documentos para que vea que no es invento mío, que si es necesaria la firma del representante o dueño de la empresa que quiere participar en dicho evento. Pero ya eso qué importa.
—Don Fernando (se escuchó un piiiiii había colgado).

La Fea Más Bella: Por siempre mi amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora