Capítulo 30: Blessed.

317 30 11
                                    

Una bendición es la expresión de un deseo benigno dirigido hacia una persona, se trata de oraciones. Así, son bendiciones típicas: Que Dios te guarde o Que te vaya bonito. Las bendiciones tienen un papel destacado en las creencias.

Una manera de ser bendecido por el Creador, la forma en que recibimos una encomienda para dar lo mejor de nosotros, para ser sensible, transparente, responsable, tener las mejores herramientas para crecer, todos los días, en un hogar cuyo ambiente de armonía nos impulse a compartir lo mejor que tenemos con los demás.

Cuando obedezcas la voz del SEÑOR tu Dios, vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán: ""Benditos serán el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, de tu amor."

Los "sueños de visita" transmiten tranquilidad y distintos mensajes. Soñar con un ser querido que ya falleció nos reconforta y nos hace sentir mejor, por unos instantes estamos con esa persona tan especial para nosotros, sin embargo, esa experiencia podría ser algo más significativo que un simple sueño. "Ellos te están visitando para darte un mensaje."

"A su lado siempre habrá motivos para sonreír."

***

Caminaba sin rumbo fijo, estaba tan triste tan sola, ya no tenía fuerzas, ni para seguir caminando, mire a mi alrededor, estaba en medio de la nada, así tan vacía se sentía mi vida. Suspiré profundo para llevar aire a mis pulmones, mire al cielo, estaba oscuro, las estrellas se ocultaron, dejaron de brillar, el sol ya no existía más, la luna no iluminaba su hermoso reflejo. Lágrimas caían por mis mejillas, hasta cuándo iba a dejar de sufrir, cuando sería el día que iba a volver a sonreír, que mi corazón dejaría de apretar, hasta cuándo desaparecerá el nudo de mi garganta que no me deja respirar. Sacudí mi cabeza con fuerza, escuchaba mi nombre una y otra vez que calaba tan hondo, había desesperación, penumbras y soledad. De pronto sentí como el viento soplaba tan fuerte, los rayos y centellas aparecían en su inmensidad lo que hacía que mi cuerpo temblara de pies a cabeza, debía esconderme, huir de mi tristeza, dejar mi soledad, esfumarme para no existir más.

Mis pasos eran apresurados, sin embargo, tenía que fijarme por donde caminar, no quería lastimar mi cuerpo, como lo estaba mi alma. Quería salir de ahí, mi corazón latía con tanta fuerza que podía salirse de mi pecho, un torrencial aguacero tan persistente me hacía correr aún más, la lluvia no cesaba al igual que mis lágrimas, así me encontraba perdida, ausente, lejana...

Me detuve, estaba cansada, cerré los ojos con tanta fuerza y un grito desesperado salió de mi interior, que no supe cuánto tiempo pasó, me perdí en las inevitables agujas del reloj... Al abrir nuevamente mis ojos todo había cambiado estaba en un paisaje inigualable, rodeada predominante de árboles que me trasmiten serenidad, la gama de colores verde me daba armonía, renovación, una tranquilidad tan inmensa que no había sentido en tanto tiempo. Estar aquí me significaba vida. El sol era tan resplandeciente, la brisa fresca me inspiraba confianza. Me gustaba estar en medio de este perfecto y maravilloso bosque.

Caminaba con tanta calma que me permitía abrazar los árboles, esto aliviaba mi tristeza, quitaba de mi mente todo lo negativo, ayudaba a que me concentrará, por fin, después de tanto tiempo estaba feliz... Ahora el eco de mi nombre daba paz, una que al pronunciarlo estaba buscando, decidí seguir esa melodía que culmina simplemente en mí. Sonreí porque a lo lejos vi dos figuras que jamás podría olvidar, sentados a la orilla del hermoso río que fluía con calma, en espiritualidad. A pasos lentos me acerqué a ellos, me gustaba verlos así felices, riendo, como siempre tomados de la mano. Suspiré de alivio, por fin encontraba mi protección. Llegué por detrás y los abracé con todas mis fuerzas, me habían hecho tanta falta.

La Fea Más Bella: Por siempre mi amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora