18 de noviembre
Respiré hondo tocándome las yemas de mis dedos la cabeza. El bullicio de gente de la cafetería me hacía querer estallar como una bomba. El ruido de alrededor era insoportable y más aún hoy que no paraban de hablar sobre la fiesta de esta noche.
Sophie me había dicho que había encontrado a Abby en el baño a punto de llorar por toda la presión que estaba sometida. Todo el instituto se paraba a hablar con ella preguntándole detalles como, ¿tengo que llevar algo? ¿va a ver DJ? ¿Alcohol? Era un estrés hasta para mí.
Al final, se ha ido del instituto a tercera hora. Iba a relajarse y preparar todo sin que la gente la atorase.
Mis amigos no hablaban de la fiesta, digamos que unas cuantas llamadas de ayer por la noche, hicieron que hoy al comer se interesasen más por otros asuntos.
—Dios Leah, ¡eso es alucinante! Ya verás como el premio es tuyo—me aseguró Sophie. Se había hecho una coleta alta resaltando aún más sus ojos claros.
—Sophie, yo no me he inscrito—repetí por tercera vez—debe de haber sido un error.
—Un error—bufó.
—Es mas que obvio que alguien lo ha hecho por ti—aportó Jake a mi lado derecho. Se llevó el tenedor repleto de fideos a la boca y los absorbió.
—No me digas—dije con ironía.
—Lo importante no es saber quién ha sido—dijo Ian sin dejar de mirar al filete que estaba cortando. —, sino saber que vas a hacer.
Había dotado una expresión seria que era casi imposible que reírse de ella. Él no era así, no le pegaba nada esa expresión
—Tiene razón—asintió mi mejor amigo—quien lo haya hecho lo ha hecho por ti. Lo ha hecho con buena intención. Además, ¿no decías ayer que querías probar a hacer cosas nuevas?
Cerré los ojos.
—Si, pero no me refería precisamente a esto.
—¿Entonces? —me retó elevando una ceja.
Me pasé las manos por el pelo despeinándomelo.
—Joder...
Miré a mis amigos, a los tres examinándoles detenidamente. Ian no levantaba la mirada del plato, de hecho, en toda la comida no había levantado la vista. Sophie estaba entusiasmada con la idea de que participase, la natación la ha cambiado haciéndola mas ambiciosa, y Jake no dejaba de decir que alguien lo había hecho con buena intención.
Paré en seco y até cabos.
—Habéis sido los tres.
Sophie abrió los ojos como platos y la boca intentando decir algo, pero se decanto por no hacerlo. Jake e Ian dejaron de comer y este ultimo por primera vez en toda la comida levantó la vista.
—¿Eres telépata?
Cerré los ojos con fuerza intentando creer que esto no era verdad. Mis tres mejores amigos...los tres conspirando a mis espaldas.
—Leah...—me llamó mi mejor amigo.
—¿Cómo habéis podido? —dije con un hilo en la garganta.
Me sentía...traicionada, dolida, y a la vez enfadada con ellos.
—Lo hicimos por ti—la rubia dijo muy segura de mis palabras.
La miré con los ojos ardiendo.
—Era mi decisión participar o no. ¡Yo tenía que escoger no vosotros! Decidí no participar y así me he mantenido hasta este momento. No tenéis ningún derecho a escoger que hacer con mi vida.
—Solo te queríamos ayudar. —el ojiverde me miró con tristeza. —Todos sabemos que te gusta la fotografía, y sabemos como eres, te aterra aferrarte a las oportunidades que te da la vida por temor a no ser suficiente. No eres capaz de ello y nosotros te hemos querido ayudar con ello.
<<Te hemos dado el empujón que necesitabas, ahora es hora de que escojas tú lo que de verdad quieres, y no esconderte por la opinión de los demás.
Jake se levantó de la silla y se fue de la cafetería sin mirar atrás. Di un golpetazo a la mesa haciendo que numerosos ojos sean puestos en mi y le imité cogiendo la muleta. Salí de la cafetería dando zancadas sintiendo la ira recorrer mis venas.
Abrí la puerta del lavabo de las chicas encontrándomelo vacío y fui directamente al lavabo. Apoyé las manos en la encimera controlando mi respiración. Elevé la vista mirándome en el espejo encontrándome con mis ojos azules y ahí fue cuando me derrumbé.
Las lágrimas empapaban mis mejillas y el llanto no cesaba.
Tenían razón, Jake tenía razón en todo lo que me había dicho.
Paré el llanto cuando la puerta del baño se abrió y Sophie entró tras ella. Se paró examinándome y luego avanzó a darme un abrazo. Volví a derrumbarme, pero esta vez en los brazos de una amiga, una amiga la cual sabia que iba a estar ahí cuando me cayese, que estaría ahí para ayudarme a levantarme.
—Leah, la vida está llena de oportunidades a las que uno se tiene que aferrar. Que no te dé miedo a mostrar tu arte porque tú eres eso, eres arte.
<<Que te dé igual lo que piense la gente, el jurado, tus amigos, todos. Debes intentar a perseguir tus sueños, perseguir la fotografía, porque tú, Jake, Ian y yo sabemos que eso es lo que te apasiona, que no puedes vivir sin ello. Mucha gente en la vida te dirá que no vales nada, te dirán barbaridades, pero tendrás que aprender a vivir con ello y evitar que no te afecten.
Grabé cada una de sus palabras en mi cabeza, memorizando una tras otra.
—Prométeme que lucharas por lo que quieres.
Cogí aire y contesté.
—Lo intentaré.
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El Arte De Leah © ✔️
Short StoryLeah Baker lleva enamorada de su mejor amigo desde que hace años. Evita a toda costa que sus sentimientos se hagan notar para no delatararse a si misma, pero por curiosidades de la vida, debe tomar la decisión, olvidar esos sentimientos y seguir con...