CAPÍTULO 8: ¿El inicio de un sentimiento?

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Mientras Victoria hace todo lo posible por tratar de dormir, en vez de contar ovejas su mente repasa las facciones que logró observar del rostro de Samuel a pesar de la oscuridad.

Algo en ella se despertó inmediatamente después de que él la abrazara, tal vez se siente atraída o tal vez no es nada, solo se siente en calma porque en todo el tiempo que ha pasado en aquel lugar Samuel ha sido el único en mostrarle algo de afecto y en preocuparse por su bienestar.

Escucharlo decir Sí me afecta o mentirle al otro centinela, quién por cierto interrumpió el abrazo, diciendo que Victoria estaba mal del estómago y que por eso se estaban tardando, le provoca miles de mariposas en el estómago, él desea protegerla y ella lo siente, pero surge una incógnita y es porqué.

🔶🔸🔶🔸🔶

-Buenos días mi comandante, ¿Me mandó a llamar?

-Sí, ombe halconcito... Seré breve, ¿Qué hacías con mi mujer anoche en medio de la oscuridad en el área de los baños? Y mejor aún, ¿Qué tanto hacías dentro de la celda hablando con MI MUJER?

-Nada de lo que está pensando señor... Verá, yo pasé por las celdas a hacer la ronda y la vi mal por eso entré y como ella es la mujer que usted ama pensé que no debíamos permitir que le sucediera nada malo...

Una carcajada estruendosa sale de los labios del comandante Murillo al escuchar esas palabras, Samuel no comprende cual ha sido el chiste, por lo que se queda estático e inexpresivo tal cual estaba.

-¿Amo? No halconcito... A la única mujer que amé y sigo amando es a mi madre y nadie más, lo de Victoria es pasajero... Hasta que la doblegue, su actitud desafiante no le va a durar mucho después de lo que pienso hacer, o en su defecto hasta que me aburra, ¿Quieres que te cuente algo?

-Digame señor.

-Más que el deseo por ella está la venganza, entre más tiempo pase Victoria aquí más sufre el viejo Augusto y entre más la hiera a ella más va a lamentarlo él.

-¿Puedo saber qué le hizo ese hombre?

-Se ha atrevido a desafiarme en más de una ocasión, creyendo que su poderío es superior al mío sólo porque tiene unas cuantas reses y una partida de pendejos interesados detrás, se negó a pagarme la vacuna (cuota mensual, extorsión), ha hecho hasta lo imposible para que no nos apoderemos de sus tierras, las cuales son perfectas para el cultivo de la coca y además por su culpa mataron a algunos de mis hombres en aquel operativo donde la rata del conejo se fue de bocón.

-Entiendo señor.

-Sabes que te estimo demasiado... Qué te quiero mucho, mejor dicho, eres mi sangre, le juré a mi hermana en su lecho de muerte protegerte y eso hago, por eso te daré la oportunidad de que me expliques, así que habla.

-Como le decía, pasé por la celda y la vi mal, cómo es su mujer, pensé que no debíamos permitir que le sucediera nada malo, entré a ver qué pasaba y ella no respondía, no reaccionaba, al rato volvió en sí y me pidió ir al baño así que la llevé.

-Sin atarle las manos, ¿Por qué?

-No lo vi necesario... Ella no estaba en sus cinco sentidos...

Siempre es necesario! No se debe bajar la guardia con nadie y menos con ella, date cuenta que si tenemos a toda esta gente aquí es con un fin y Victoria es mi seguro para obtener La Amapola y sacarle hasta el último peso a la familia Hernández.

-Sí señor, no volverá a suceder.

-¿Y por qué tardaron?

-Al parece estaba mal del estómago... O por lo menos eso fue lo que me gritó desde el baño cuando le pregunté por qué se demoraba.

-¿La revisaste después de salir? ¿Revisaste el baño? Puede estar tramando algo.

-No lo hice señor, pero no volverá a suceder.

-Claro que no, sobrino te recuerdo que Victoria es mía, me pertenece porque yo lo he decidido y a cualquiera que la toque, yo mismo le corto las manos y de paso los huevos, ¿Entendido?- Sentencia el comandante y tío de Samuel con un afilado cuchillo entre sus manos, para darle un toque de credibilidad a sus palabras.

-Lo tengo claro y se lo haré saber a los demás también.

-Otra cosa... Si se vuelve a sentir mal, déjala, que aprenda que esto no es un hotel, que la vida es dura... Ahora ve a descansar, te toca montar guardia esta noche de nuevo.

-Sí señor.

Al salir Samuel tensa su mandíbula, empuña sus manos y sus ojos se enrojecen, se siente frustrado porque intentar ayudar a Victoria es muy arriesgado, la vida de ambos más la de la familia de ella están en juego, por otro lado no puede creer que haya sido posible salir bien librado de esa, aunque no duda que su tío de ahora en adelante no le quitará los ojos de encima.

Camina rápidamente y pasa por el lado de las celdas pero no voltea a verla, no se arriesga, no se delata, sigue su camino hasta la parte de los dormitorios y se encierra, tal vez dormir no pueda pero sí lamentarse y quizás idear alguna estrategia.

Por su parte Victoria se siente un poco desilusionada aunque intente negarselo, ella esperaba por lo menos una sonrisa por parte de Samuel, algo que le indicara si realmente está interesado en ella, la noche antes había puesto sus esperanzas en él, creyendo que tal vez era el príncipe azul como en los cuentos de Disney donde llega, rescata a la princesa y viven felices por siempre.

Pero nada podía estar más lejos de la realidad, ella no es una princesa, Samuel no es un príncipe y escapar de aquel sufrimiento solo se daría por un milagro, lastimosamente el comandante está logrando su cometido y con el pasar de los días ella pierde la fuerza y la fe.

Pero nada podía estar más lejos de la realidad, ella no es una princesa, Samuel no es un príncipe y escapar de aquel sufrimiento solo se daría por un milagro, lastimosamente el comandante está logrando su cometido y con el pasar de los días ella p...

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Bueno mis solecitos, aquí les dejo el lado sexy de Samuel... Disfruten 😘😘😘

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