-Buenas tardes.- Saluda Berenice a los policías e ingresa después de haber almorzado.
Llega pensativa a la habitación de su sobrina quien se niega a comer, puesto que la comida de hospital no tiene buen sabor, o mejor dicho, no tiene casi nada de sabor.
-Pareces una niña chiquita berrinchuda, es lo que debes comer así que hazlo.
-Me hubieses traído una presa de pollo, una sopa, algo, me voy a morir de hambre.- Dice esto último con total dramatismo tirando la parte superior de su cuerpo a la camilla, quedando totalmente acostada.
-Oye ¿Habría alguna posibilidad de que tu amigo haya venido hasta acá?
-¿Cuál amigo?
-El guerrillero.
-¿Samuel? El policía me dijo que lo tenían en la fiscalía de Crespo, ¿Por qué la pregunta?
-No sabía que habías hablado con el policía, sí que aprovechas cuando no estoy.
-Tú no me quisiste ayudar así que tuve que buscar por otro lado.
-¿Qué voy a hacer contigo? Me vas a volver loca.
-Loca ya estás tía, pero dime porqué me preguntaste sobre Samuel.
-Ah porque vi a un muchacho acá afuera al que también le hace falta una mano, me acordé de lo que me dijiste sobre él, no lo conozco así que no sé...
-¿Cómo era?- La pregunta sale automáticamente de su boca. -¿Cuál de las dos manos le hace falta?
-La mano derecha, es alto, es delgado pero tiene músculo, está enterito, bueno entero no porque le falta una mano.- Ríe por sus ocurrencias, pero Victoria se mantiene seria.
-Color de cabello, ojos.
-Cabello como castaño creo y los ojos no se los vi.
-Podría ser él tía, vino a verme.
-O a que le revisen la mano.
-Tía ve y pregúntale su nombre por favor.
-Eso fue hace un momento ya debió irse.
-Si tú no vas entonces yo lo haré.
-Está bien, iré a ver si sigue ahí.
-Prométeme que me vas a decir la verdad, que sí es Samuel no me lo vas a negar, por favor tía promételo.
-No te voy a mentir, ya regreso.
Berenice sale de la habitación y camina nuevamente a la salida del área de hospitalización, tiene sentimientos encontrados quiere decirle a su sobrina que no es y que se olvide de él definitivamente pero por otro lado le prometió ayudarla a encontrarlo y considera que tal vez Samuel pueda ayudar a su sobrina.
Sale y en el pasillo se encuentra aún aquel muchacho, lo mira de pie a cabeza y se da cuenta de porqué Victoria se fijó en él, no es el hombre más atractivo del mundo pero tiene lo suyo, Samuel siente que alguien lo observa y gira la cabeza en dirección a Berenice y la mira extrañado.
-Buenas tardes.- Le dice Berenice y Samuel responde de igual forma el saludo. -Puedes decirme tu nombre por favor.- Habla manteniéndose a una distancia prudente.
-¿Por qué quiere usted saber mi nombre?
-Porque te pareces a alguien y quiero corroborar si eres tú.
ESTÁS LEYENDO
INFIERNO EN LA MONTAÑA
De TodoVictoria, una chica aguerrida con alma indomable, es secuestrada por un grupo armado al margen de la ley como retaliación en contra de su padre. El comandante de dicho grupo se enamora de ella y pretende hacerla su mujer, pero no sabe ante quién se...