CAPÍTULO 29: Reencuentro

21 6 14
                                    

-Buenas tardes.- Saluda Berenice a los policías e ingresa después de haber almorzado.

Llega pensativa a la habitación de su sobrina quien se niega a comer, puesto que la comida de hospital no tiene buen sabor, o mejor dicho, no tiene casi nada de sabor.

-Pareces una niña chiquita berrinchuda, es lo que debes comer así que hazlo.

-Me hubieses traído una presa de pollo, una sopa, algo, me voy a morir de hambre.- Dice esto último con total dramatismo tirando la parte superior de su cuerpo a la camilla, quedando totalmente acostada.

-Oye ¿Habría alguna posibilidad de que tu amigo haya venido hasta acá?

-¿Cuál amigo?

-El guerrillero.

-¿Samuel? El policía me dijo que lo tenían en la fiscalía de Crespo, ¿Por qué la pregunta?

-No sabía que habías hablado con el policía, sí que aprovechas cuando no estoy.

-Tú no me quisiste ayudar así que tuve que buscar por otro lado.

-¿Qué voy a hacer contigo? Me vas a volver loca.

-Loca ya estás tía, pero dime porqué me preguntaste sobre Samuel.

-Ah porque vi a un muchacho acá afuera al que también le hace falta una mano, me acordé de lo que me dijiste sobre él, no lo conozco así que no sé...

-¿Cómo era?- La pregunta sale automáticamente de su boca. -¿Cuál de las dos manos le hace falta?

-La mano derecha, es alto, es delgado pero tiene músculo, está enterito, bueno entero no porque le falta una mano.- Ríe por sus ocurrencias, pero Victoria se mantiene seria.

-Color de cabello, ojos.

-Cabello como castaño creo y los ojos no se los vi.

-Podría ser él tía, vino a verme.

-O a que le revisen la mano.

-Tía ve y pregúntale su nombre por favor.

-Eso fue hace un momento ya debió irse.

-Si tú no vas entonces yo lo haré.

-Está bien, iré a ver si sigue ahí.

-Prométeme que me vas a decir la verdad, que sí es Samuel no me lo vas a negar, por favor tía promételo.

-No te voy a mentir, ya regreso.

Berenice sale de la habitación y camina nuevamente a la salida del área de hospitalización, tiene sentimientos encontrados quiere decirle a su sobrina que no es y que se olvide de él definitivamente pero por otro lado le prometió ayudarla a encontrarlo y considera que tal vez Samuel pueda ayudar a su sobrina.

Sale y en el pasillo se encuentra aún aquel muchacho, lo mira de pie a cabeza y se da cuenta de porqué Victoria se fijó en él, no es el hombre más atractivo del mundo pero tiene lo suyo, Samuel siente que alguien lo observa y gira la cabeza en dirección a Berenice y la mira extrañado.

-Buenas tardes.- Le dice Berenice y Samuel responde de igual forma el saludo. -Puedes decirme tu nombre por favor.- Habla manteniéndose a una distancia prudente.

-¿Por qué quiere usted saber mi nombre?

-Porque te pareces a alguien y quiero corroborar si eres tú.

INFIERNO EN LA MONTAÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora