INFIERNO EN LA MONTAÑA

CAPÍTULO 37: Interrogatorio

-Para corroborar, ¿Está usted confesando que perteneció a un grupo armado al margen de la ley y por ende desea de manera libre y voluntaria desmovilizarse y reintegrarse a la sociedad?

<Mañana será el interrogatorio, tenemos una oportunidad para que no vayas a la cárcel, la desmovilización, es justo lo que estás haciendo en este momento, dejar las armas, salir del monte y reintegrarte a la sociedad, si les pides a ellos hacerlo legalmente, no irás a la cárcel, eso sí deberás cumplir con unos requisitos y contribuir a la verdad, debes decir todo lo que sabes, ellos igual van a investigar y si no encuentran nada más allá de lo que les hayas dicho y si no vuelves a delinquir serás un hombre completamente libre.> Recuerda Samuel las palabras de Alfonso.

-Sí señor.

-Según el informe presentado por el ejército nacional del día de la operación, dice que usted fue encontrado vestido de civil, malherido, desorientado y un poco alejado de la zona de combate, ¿Qué pasó ese día?

-El comandante Murillo me encerró en una celda y me torturó durante días, el día del combate un compañero aprovechó para liberarme y ayudarme a escapar.

-¿Por qué tuvo problemas con el comandante del bloque?

-Porque me enamoré de Victoria Hernández, la chica de San Juan Nepomuceno hija de un reconocido ganadero que fue secuestrada...

-Sabemos quién es ella, continúe.

-El comandante la tomó para él, decía que era de su propiedad, constantemente la violaba y la maltrataba, así que por enamorarme de ella y tratar de acercarme me encerró en una celda, junto con otros me golpeó, me cortó los dedos y luego la mano para enseñarme que no debía tocar lo que supuestamente era de él.- Samuel jamás pensó que revivir la oscuridad y revelar los fantasmas que lo acompañan fuese tan doloroso, trata de mantenerse sereno y ser lo más sincero posible.

-¿Por qué no lo mató luego de torturarlo?

-No lo sé, tal vez quería prolongar mi sufrimiento o puede ser que al ser familia se haya arrepentido.

-¿Entonces es cierto que usted es sobrino de Alexander de Jesús Ochoa Zuluaga?

-Así es.

-Cuéntenos, ¿Cómo llegó a la guerrilla del ELEC?

-Vivía en Majagual Sucre junto con mi madre y abuela, Murillo no vivía con nosotros pero constantemente nos visitaba, mi abuela murió cuando yo tenía trece años tenía problemas del corazón, después de eso mi madre y él reforzaron sus lazos, a fin de cuenta solo quedaban ellos dos, mi madre enfermó también, sus riñones se habían deteriorado y no se había dado cuenta, se agravó rápido y ella le pidió a Murillo que se hiciera cargo de mí cuando muriera.

-¿Ustedes tenían conocimiento de las actividades ilegales que realizaba su tío?

-Sí, siempre lo supimos pero no hubo poder humano que lo convenciera de salirse, aprendimos a vivir con eso.

-¿Se beneficiaban ustedes de alguna forma por dichas actividades?

-Sí, era él quien nos mantenía económicamente, mi madre se dedicaba a cuidar de mi abuela y de mí por lo que trabajar le era difícil y yo estudiaba, era muy joven aún.

-Continúe con el relato.

-Cuando tenía quince años mi madre murió, Murillo se hizo cargo del funeral y cumplió con su promesa, se hizo cargo de mí, me llevó a un campo de entrenamiento en los Montes de María, si me permiten lápiz y papel le puedo entregar las coordenadas.- El policía da la orden para que le traigan a Samuel lo solicitado.

-¿Esto quiere decir que lo reclutaron de manera forzada?

-No podría decir que fue a la fuerza, fui por voluntad propia, pero no tenía otra opción, no tenía más familia o a dónde ir, nunca pedí ser guerrillero, pero tampoco me obligaron a serlo.

-¿Qué pasó al llegar al campamento?

-Murillo pidió a sus hombres que fueran exigentes conmigo, quería que fuera su mano derecha, que lo protegiera e hiciera el trabajo sucio por él, fueron meses agotadores, dolorosos, pero nunca se pudo cumplir su objetivo, mi deber al final terminó siendo cuidar el campamento, prestar guardia, enfrentar al enemigo.

-¿Participó en secuestros, violaciones, asesinatos, tráfico de droga, extorsión o cualquier otro delito?

-No, jamás lo hice, no estoy de acuerdo con eso, él decía que era muy blandito para esas cosas y al ser su familia me negaba a hacer ese tipo de trabajos.

-Cuando dice que enfrentaba al ememigo, ¿También incluye a la fuerza pública? Más exactamente, ¿Se enfrentó alguna vez contra la fuerza pública?

-Sí, en varias ocasiones tuvimos enfrentamientos.

-¿Cuántas veces?

-No recuerdo ahora.

-Si cometió algún delito de lesa humanidad, violación en contra de los derechos humanos o relacionados, no podrá entrar al programa de reinserción, ¿Asesinó a algún miembro de la fuerza pública o a algún civil durante dichos enfrentamientos?

Samuel es consciente que ha matado, su ojo y su pulso eran infalibles, si revela esa información adiós al proceso de desmovilización y reintegración, será encarcelado por varios años.

Alfonso le había propuesto hacían dos meses atrás comenzar con el proceso, pero al hacerlo no habría marcha atrás y si las cosas no salen como lo han planeado podría acabar en la cárcel, sin duda no quería dejar sola a Victoria, ambos han sido de gran apoyo para el otro, por eso le costó un poco decidirse, pero no podía seguir postergando el asunto y esperar a que fuesen los entes de justicia quienes fueran por él.

Se presentó ante el Comité Operativo para la Dejación de Armas (CODA) y obtuvo su certificado como persona desmovilizada, solo faltaba confesar ante alguna entidad competente y eligió la fiscalía, donde ya le habían iniciado proceso y tenían orden para interrogarlo.

-¿Saben los militares y policías cuántos civiles y guerrilleros han matado durante los enfrentamientos que han tenido?

-Responda la pregunta.

-Yo no sé si maté a alguien y de haber sido así no sé cuántos fueron, en medio de un combate, con la adrenalina a tope, rodeados de árboles, con camuflado, tratando de cubrirnos para no ser alcanzados por las balas y con todos alredor disparando, es imposible saberlo, de ser así no habría venido a intentar desmovilizarme solo, pude haber esperado a que el grupo termine el proceso de paz que lleva con el gobierno y me metía ahí, total ya pertenecía a ellos y habría recibido más beneficios.

Tres horas permanece Samuel en el interrogatorio, le preguntan por todo y todos, a la vez que revela datos voluntariamente tratando de no resultar incriminado por sus propias palabras.

El debido proceso indica que el desmovilizado debe ser trasladado a un Hogar de Paz, donde recibirá atención inicial en alojamiento, alimentación, vestuario, kit de aseo personal y subsidio de transporte, pero Alfonso muestra un documento notariado y firmado por varias personas donde demuestra que Samuel va adelantado en el proceso, tiene un lugar donde vivir y ya se encuentra trabajando y contribuyendo de manera positiva a la sociedad, justo ese día regresa a casa con su amada, deberá esperar la investigación de la fiscalía para saber si queda en libertad o no.