CAPÍTULO 13: ¿Después de la calma llega la tempestad?

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Solo cuatro días estuvo ausente el comandante Murillo, la reunión que sostuvo con sus superiores y demás compañeros no resultó lo que esperaba, le dejó con un sin sabor, al parecer el gobierno no estaba dispuesto a cumplir con todas las garantías para su desmovilización, por ende estaban reconsiderando no aceptar el proceso de paz.

Por un lado es algo bueno puesto que podrán seguir delinquiendo y obteniendo las grandes ganancias que hasta el momento reciben, pero de ser así tampoco tendrá el tan anhelado lugar que cree merecer, tendrá que seguir recibiendo órdenes.

Al llegar el ambiente se torna tenso, más que otros días, el viento parece traer olor a muerte y las pequeñas gotas de lluvia que empiezan a caer parecen ser el inicio del torrente de sangre que está por derramarse.

Todos saben lo que ha sucedido y cuán vengativo suele ser el comandante Murillo, solo esperan que la ira por lo que hicieron Victoria y Samuel no los salpique a ellos, solo es cuestión de tiempo.

El comandante ingresa a su cabaña para cambiarse de ropa y dejar allí sus pertenencias, además después de tan largo viaje solo piensa en descansar y pide que no lo molesten, afuera todos se mantienen a la espectativa, deseando que su sueño sea profundo y eterno.

Si Carroña estuviese vivo contaría los minutos con ansias para poder abrir la boca y hundir a Samuel, solo por el placer de ver como su propio tío lo despelleja vivo.

Al cabo de dos horas de sueño y con el sol aún adornando el cielo despierta el comandante, no es que no quiera seguir durmiendo, es que su cuerpo por seguridad no le permite dormir más que eso, debe cerciorarse primero de que todo esté en orden para poder intentar dormir de nuevo, es un hábito que adoptó desde muy joven.

Ya estando completamente despierto decide llamar a los hombres que custodian su cabaña, Marcos uno de los dos entra temeroso pero a paso decidido, es él quien debe informar las novedades, en caso de omitir algo teme que le suceda lo mismo que a Conejo.

-Dígame comandante.- Dice al entrar, totalmente erguido, con su fusil colgado en la espalda, sus manos a los costados y sosteniéndole la mirada a su superior.

-Novedades soldado.

-No han habido muchas novedades por aquí mi comandante, todo ha estado tranquilo, el ejército no ha hecho patrullaje estos días...

-Dijiste que no han habido muchas novedades, no me cuentes lo que no ha pasado, dime lo que sí pasó.

-Es su sobrino señor.

-¿Y? ¿Qué pasa con él?

-Parece que... Que tuvo sexo con su mujer, con la señorita Victoria.

Señorita mis huevos! Maldita rata miserable... ¿Cuándo fue? ¿Dónde? ¿Cómo?

-El día que usted se fue señor, en el área de los baños, nadie vio nada pero escuchamos ruidos y ella apareció desde allí y su sobrino salió después.

-Ella no pudo salir sola de la celda e ir a los baños, ¿Quién más me traicionó?

El silencio se instala por un momento, alias Marcos no quiere ser el responsable de la caída de sus amigos, no quiere cargar con su fatal destino en la consciencia, pero si ya comenzó a hablar debe terminar.

Habla!

-Fue Sammy

-¿Sammy el heladero?

-Sí señor, él la estaba escoltando en ese momento.

-Le voy a enseñar a esa maldita perra que conmigo nadie juega y a ese malparido que nadie, óyeme bien, nadie toca lo que es mío.

-¿Qué ordena que hagamos?

-Encierren a Halcón en una celda y sujeten sus tobillos con cadenas, no quiero que se escape y a Victoria... A ella no la tocan, no por ahora, quiero causarle un dolor mayor y sé justo por dónde hacerlo.

Marcos junto a otros hombres tomaron desprevenido a Samuel quién se encontraba haciendo una ronda de vigilancia, por más que se resiste le es imposible liberarse, ellos logran su cometido, atan sus tobillos, cierran la celda y se van sin darle mayor explicación.

Samuel se encuentra confundido, desconoce el motivo de su castigo, piensa en varias teorías y pronto una idea cruza por su mente y un escalofrío recorre su cuerpo, el motivo, su tío, probablemente regresó y se enteró de todo, lo peor es que se encargó de él primero y no podrá proteger a Victoria como se lo prometió.

Por otra parte Victoria si vio llegar al comandante y se encuentra asustada, su corazón no ha bajado el ritmo en el que palpita desde que lo vio, tiene el presentimiento de que las cosas no acabarán bien, pero su imaginación no alcanza a dimensionar el daño que puede causarle el comandante.

🔶🔸🔶🔸🔶

Mientras tanto en La Amapola

-Augusto.

-Mmm...

-Augusto.

-Mmm...

Augusto por favor despierta!- Exclama un poco airada Luz Elena, madre de victoria, a su dormido esposo.

-¿Qué pasa mujer? Ni cuando parías gritabas tanto...

-¿Acaso no percibes ese olor?

-Pues no... Estaba dormido, ¿Cuál olor?

-Tienes la nariz muerta... Anda huele, es como un olor a gasolina, hace un rato no olía tanto, algo pasa...

-Sí, tienes razón... Huele a gasolina, ¿Qué podrá ser? Espera aquí, iré a revisar.

No!- Esto hizo que Augusto frenara bruscamente su andar. -Disculpa, no fue mi intención gritarte, es que tengo algo en el pecho, como un mal presentimiento, no quiero quedarme sola.

-Tranquila mujer, es comprensible después de todo lo que nos ha sucedido, ven aquí.

Luz Elena baja de la cama y da unos cuantos pasos hasta llegar a su esposo y se abrazan, ella esconde su rostro en el cuello de él, mientras que él besa su coronilla y aspira el olor de ese cabello claro apenas manchado con una que otra cana, el cual fue el atributo que más le gustó cuando la conoció, el cual su hija heredó, su hija, misma que causaba su mayor sufrimiento al sentir su ausencia e imaginarse las desgracias que estaría viviendo.

Sin intención enrosca sus brazos con más fuerza en el cuerpo de su mujer sin llegar a lastimarla, ella lo acompaña con un abrazo aún más fuerte con una de sus manos acariciando su cabeza.

Augusto levanta su rostro y deshace el abrazo para levantar el de ella también, para pronunciar aquellas palabras tan reales y sinceras que hasta duelen por su tono.

-Te amo Luz Elena, en definitiva puedo decir que eres el amor de mi vida.

-Puedo decir lo mismo también, gracias por tanto Augusto, te amo.

-Vamos a ver qué es lo que pasa para poder regresar a dormir.



-Vamos a ver qué es lo que pasa para poder regresar a dormir

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