CAPÍTULO 24: "Salvación"

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-Sin novedades por aquí, ¿Tú has escuchado algo?

-No, el tipo a sabido esconderse, no han encontrado ningún rastro, lo bueno es que entre ayer y hoy sacaron a varios del hospital capturados, pero como funcionan las cosas aquí capaz y los dejan libres.

-Maldito sistema, las cosas todavía no acaban, aún quedan muchas de esas ratas así que a cuidarse.


-Suerte que no estamos en zona roja.

-Así es, bueno me voy, tengo hambre y sueño, pendiente ahí, no te descuides ni un segundo.

-Me extraña, estás hablando conmigo.

-Por eso mismo lo digo, le pasa algo y nos cuelgan.

-Malparido.

Dos policías durante el cambio de turno a las 6:00am, hablaban en la puerta de la habitación que custodian en el Hospital Universitario del Caribe, perteneciente a la persona que sin querer ayudó a dar el golpe que acabó con una parte importante de la guerrilla.

La persona de aquella habitación les dio la ubicación, número de combatientes y número de secuestrados, al tener indicios solo tardaron tres días en organizar la operación la cuál fue exitosa, por ende, debe ser protegida.

Esa persona es Victoria, quién contra todo pronóstico sobrevivió, fue encontrada por una pareja que se dirigía a recoger agua del arroyo, en la orilla de este yacía su cuerpo desnudo a la mitad, con heridas y moretones, su cabello cubría su rostro por lo que no la reconocieron, no se atrevieron a mover el cuerpo pensando que estaba muerta, pero llamaron a la policía quienes al percatarse de que aún se encontraba con vida la condujeron directamente al Hospital Local de San Juan Nepomuceno, al llegar los médicos le conectaron oxígeno, un monitor cardíaco y abrigaron su cuerpo para calentarla, mientras le hacían exámenes físicos y también de sangre.

Victoria llegó al hospital con hipotermia moderada, muchas picaduras de insectos, un cuadro leve de desnutrición, deshidratación, hematomas por todo su cuerpo, una costilla rota y lesiones en su zona genital, lo cual era un indicio de violación.

La primera noche fue crítica, se debatía entre la vida y la muerte, incluso llegó a convulsionar en una ocasión, debido a la gravedad de su estado decidieron estabilizarla y remitirla a un hospital en Cartagena, uno con más equipos y profesionales para atenderla.

Una enfermera la reconoció en cuanto la vio, informó al personal administrativo para que diera aviso a su familia y fue así como todo el pueblo se enteró de la aparición de Victoria, el sacerdote seguía sin tener contacto con sus hermanos y gracias a la red social Facebook pudo encontrar a uno de ellos y darle las recientes noticias.

Los hermanos de Victoria se alegraron al enterarse de que estaba en libertad, ellos nunca la odiaron, sintieron celos al ver cómo acaparaba toda la atención, al ver su fuerte carácter y lo dulce que podía ser al mismo tiempo, querían ser ellos quienes compartieran y tuvieran tanta confianza con su padre pero aún así la amaban, era su pequeña hermana.

Perdieron a sus padres, su hogar quedó devastado y estaban a punto de perder a su hermana, por un momento sintieron que el mundo se les caía a pedazos pero fue su tía quien les dio la voz de aliento que necesitaban, no estaban solos.

Berenice, la tía de los hermanos Hernández, fue quien se dirigió a la ciudad de Cartagena de Indias con el fin de saber el estado de salud y cuidar de su pequeña sobrina, ella acordó con los hermanos ir a observar el terreno, no quería que sus sobrinos corrieran peligro y que resultarán también secuestrados o muertos, si todo estaba bien ellos irían después.

A Victoria la trasladaron para el Hospital Universitario del Caribe y su tía llegó ese mismo día desde Bogotá, entregó su identificación y autorizó que le hicieran todos los exámenes y procedimientos pertinentes para la pronta mejoría de su sobrina y habló con la policía buscando protección para ella y sus sobrinos debido a la situación.

Tuvieron que intervenir quirúrgicamente esa misma noche a Victoria, fue en ese momento cuando preparaban su cuerpo que notaron unos garabatos grabados en su piel a un costado del torso y que se alargaba hacia la espalda con sangre coagulada a su alrededor, en un principio pensaron que era una herida más pero al limpiarla descubrieron letras y números, luego de la cirugía informaron a la policía, un miembro de medicina legal llegó a la clínica, tomó muestras vaginales para determinar el posible o posibles violadores y tomó fotos de su cuerpo principalmente del aparente mensaje.

El noticia del presunto mensaje llegó a oídos del General de la República, evaluaron la información, la compararon con la que ellos ya tenían y pusieron en marcha el plan que ya venían preparando, le llamaron Operación Salvación, querían salvar la vida de aquellos 30 secuestrados así como los médicos estaban haciendo lo posible por salvar la vida de Victoria.

Los días pasaron y su condición fue mejorando, al segundo día recobró el conocimiento y despertó muy adolorida, sus ojos no podían creer lo que estaban viendo, ya no estaba en el campamento, no habían árboles, gente armada, no estaba sucia, el dolor se pasó por un momento y fue reemplazado por la felicidad, se había librado de aquel infierno, ¿Qué había sucedido? ¿Cómo había sido posible? Pensó que tal vez estaba muerta, pero así no podía verse el más allá, el dolor de su cuerpo le recordaba que aún estaba viva.

El llanto de Victoria despertó a su tía quien dormía en una silla junto a su camilla, el policía en su puerta se asomó para verificar que todo estuviese en orden y luego se retiró; mil pensamientos pasaban por su cabeza, el secuestro, Murillo, sus compañeras de secuestro, la celda, las violaciones, los golpes, sus padres, el frío, el dolor, Samuel.

Su corazón latía a un ritmo irregular, estaba sufriendo un episodio de taticardia, Berenice presionó el botón d emergencia y un médico acompañado de dos enfermeras ingresaron a la habitación, la revisaron como pudieron puesto que Victoria no quería que nadie la tocara, inyectaron un medicamento para dormir por la vía endovenosa y fue así como lograron tranquilizarla.


Su corazón latía a un ritmo irregular, estaba sufriendo un episodio de taticardia, Berenice presionó el botón d emergencia y un médico acompañado de dos enfermeras ingresaron a la habitación, la revisaron como pudieron puesto que Victoria no querí...

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Victoria Hernández Mendoza

Victoria Hernández Mendoza

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INFIERNO EN LA MONTAÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora