CAPÍTULO 31: Pertenecer

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Capítulo de Samuel

Una semana ha pasado desde que Samuel vio a Victoria, él se ha estado quedando en la casa de Alfonso, el abogado, junto con su esposa y sus dos hijos, un chico de quince y una chica de trece años, tienen una tienda a un costado de la casa, la cual es administrada y atendida por Mery la esposa de Alfonso y en la cual Samuel ayuda a atender a los clientes para pagarles lo que ellos están haciendo por él, así Samuel se siente útil y Mery puede descansar y dedicarle más tiempo a sus hijos.

Después de la muerte de su hijo mayor tanto Mery como Alfonso se sintieron muy culpables por no haber estado allí para él, suerte que sus otros hijos aún eran pequeños cuando ocurrió todo, el niño tenía siete y la niña cinco años, pensaron que lo mejor sería que uno de los dos se quedara en casa para estar al pendiente, en ese momento Alfonso devengaba más dinero por lo que decidieron que sería Mery quién se quedara.

Con el tiempo la situación se fue poniendo complicada en el ámbito económico, solo un sueldo no alcanzaba para la alimentación, transporte, pago de servicios públicos, educación, entre otros gastos que tenían, Alfonso sacó un crédito aprovechando que trabajaba en un bufete de abogados y con eso modificaron prácticamente la mitad de la casa y colocaron allí una panadería, no les fue bien, no tenían muchas ventas ya que los panes no tenían tan buen sabor, habían mejores, optaron por cerrar la panadería, Mery vendió todas las máquinas que habían comprado y con eso compró mercancía y en su lugar colocó una tienda, en un principio vendía solo productos empacados, pero conforme avanzaba el tiempo le fue invirtiendo hasta tener un buen negocio, ahora vende todo tipo de carnes, verduras, panes, y alimentos no perecederos, de tener más espacio probablemente arrasarían con todas las tiendas del barrio.

Por primera vez después de mucho tiempo Samuel se siente en familia, ninguno lo juzga, no lo tratan mal ni se burlan de él, duerme en el cuarto de Álex el hijo de Alfonso, en un pequeño colchón en el suelo, eso es mejor que nada, este aprovecha para enseñarle a jugar videojuegos y a preguntarle cosas sobre chicas, por otro lado Miranda al principio le tenía mucha desconfianza, durante sus trece años ha sido molestada por varios muchachos en el barrio, algunos han intentado pasarse del límite con ella, pensó que al estar Samuel bajo su mismo techo la lastimaría, se lo hizo saber a su papá, este habló con Samuel y Samuel habló con ella y le prometió no solo no lastimarla sino que también podía contar con él si necesita ayuda con alguno.

Mery estuvo al borde de las lágrimas cuando lo vio, al parecer sintió lo mismo que Alfonso, un deseo inmenso por protegerlo al ver a su hijo reflejado en él, le dolió ver que le falta una mano, que tiene una que otra cicatriz, que está un poco delgado y en su mirada un vacío grande, le falta amor a su vida.

Samuel no logró dormir la primera noche, se levantó muy temprano y se bañó, pero recordó que no tenía nada para ponerse, al regresar a la habitación Álex ya estaba despierto alistando las cosas para ir al colegio, al verlo intentar ponerse la misma ropa le prestó una suya, suerte que Álex a pesar de sus quince años es alto y le gusta la ropa holgada, le quedó perfecta a Samuel, Alfonso dio aviso de que el desayuno estaba listo y después de desayunar Alfonso se fue a llevar a sus hijos al colegio y luego iría a trabajar, le dijo a Samuel una y otra vez que se quedara en casa, él iría a averiguar cómo iba todo.

Samuel moría del aburrimiento, así que decidió ir a la tienda donde Mery estaba, la vio caminar de un lado para otro sin descanso, un cliente tras otro llegaba, escuchó con atención los precios, observó cómo cortaba la carne, el queso, como utilizaba la báscula para obtener el peso y el total del precio de dicho producto y la ubicación de las cosas, se acercaba el medio día y Mery procedía a cerrar la tienda, Samuel le preguntó porqué lo hacía a lo que ella contestó que debía preparar el almuerzo para cuando llegaran sus hijos y no tenía a quien dejar en la tienda, era algo que hacía a diario, él se ofreció a quedarse, no quería seguir sintiéndose inútil, ella lo dudó por un momento pero luego aceptó, al principio le costaba y algunas cosas requerían de dos manos pero se las ingenió para hacerlo, trabajó solo dos horas y al llegar Mery trabajaron juntos lo que restó de la tarde y Samuel se quedó durante la noche hasta eso de las diez.

Así transcurrió la semana, Samuel y Mery trabajaban juntos durante la mañana, se iba al medio día y retomaba a las tres de la tarde, Samuel se iba a descansar hasta las seis y luego él cerraba y finalmente Mery reabastecía y hacia inventario.

Mery y Alfonso le hablaron de estudiar, terminar el bachillerato, las personas mayores pueden hacer dos cursos en un solo año para acabar rápido, en algunos es gratuito y es de noche para que puedan trabajar, ellos no tenían problema con que se quedara más tiempo del previsto, además le asignarían un sueldo para que pudiera costear sus pasajes y lo que necesitara, al fin y al cabo no era solo una ayuda lo que él ofrecía en la tienda, él trabajaba mucho incluso más que Mery, lo merecía.

Llamó a Victoria cada día, el primer día Berenice no se la pudo pasar, al parecer tuvieron que sedarla porque estaba muy alterada, ya los otros días sí pudieron hablar, trataba de ser breve le daba pena acaparar por tanto tiempo el celular de Mery, Victoria le dijo que le regalaría uno al salir de la clínica, él se negó pero ella no prestó atención a sus palabras, no se lo estaba preguntando.

Samuel se va a dormir cada noche con una sonrisa en su rostro, pasó de tener una vida de mierda y sin esperanzas a tener una familia que lo apoya y lo acepta tal cual es, un trabajo, una hermosa mujer que lo quiere y acepta también y un posible futuro.

Samuel se va a dormir cada noche con una sonrisa en su rostro, pasó de tener una vida de mierda y sin esperanzas a tener una familia que lo apoya y lo acepta tal cual es, un trabajo, una hermosa mujer que lo quiere y acepta también y un posible fu...

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