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— Quiero aclarar que, dejé pasar lo de hoy, por tu madre. Si fuera por mí, estarías dormida, otra vez. —dijo Jack, en cuanto llegué a casa.
Mi calma había durado tan poco.
No le contesté, y solo me fui a mi habitación. Cuando estaba por acostarme en mi cama, me transportó a su laboratorio.
— ¿Qué te pasa? —me quejé mientras me levantaba del suelo.
— ¿Quieres que las fallas paren? ¿Quieres... el control total de tus poderes? ¿Quieres que deje de controlarte? Bueno... creo que tengo la respuesta a tus problemas.
— ¿Ya me vas a quitar el chip?
Él comenzó a reír amargamente.
— No. Pero, si consigo lo que quiero, podría... quitártelo.
¿Era en serio? ¿Todo... se acababa? ¿Iba a volver a ser normal? Era demasiado bueno para ser verdad.
— ¿Cuál es el truco?
— Que no tendré lo que quiero, sin ti, ni tus poderes.
— O sea qué me quieres usar, como a un arma.
— Diría que no, pero estaría mintiendo. —como si no hubiera hecho cosas peores.— Escucha. Eres una humana biónica, lo que te voy a pedir será sencillo, para alguien con tus habilidades. Solo... entrarás a un par de lugares, tomarás algunas... muestras. Cosas sin sentido. ¿Qué dices? ¿Quieres volver a ser una adolescente normal?
No confiaba en él, pero... se trataba de mi libertad. De volver a tener mi vida.
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— Tal vez solo fue una coincidencia. —le dije a los chicos, mientras caminábamos por la escuela.
— No lo creo. Todo comenzó cuando Mech-x4 aún no había vuelto. —dijo Ryan.
— Creo que Spyder tiene razón. —otra vez... tener credibilidad se sentía bien.— Nunca creí decir eso.
