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— Su chip está... fallando. Es lo que hacía interferencia. Parece que estuvo por quemarse. —dijo Harris, mientras escaneaba a Jamie.
— Por eso se desmayó. Demasiada... energía en su sistema nervioso. —dijo Veracity.—Por suerte fue eso, y no otra cosa. —susurró lo último.
— ¿Disculpa? —dije mirándola.— ¿Qué...? ¿Qué significa eso?
— No quieres saber, créeme. —me dijo Harris.
— Ya está despertando. —cuando Ryan dijo eso, me apresuré a llegar a Jamie antes que él.— ¿Cómo estás? —le preguntó mientras ella se sentaba.
— Si olvido lo que pasó, e ignoro el hecho de que siento que mi cuello está matándome, estoy bien.
— Leo nos dijo que viniste cuando aún estábamos en la escuela. ¿Qué pasó? —le preguntó Mark.
— Ah, sí, claro. Eh... tal vez Ryan debería... esconderse... por un tiempo... bastante largo.
— ¿De qué hablas?
— Jack quiere... bueno, no sé si siga siendo su plan, después de que lo confronté, pero... quiere vendernos... como armas.
— ¿Qué? —dijimos todos al mismo tiempo.
— ¿Vendernos?
— ¿Lo confrontaste? —al instante sentí todas las miradas sobre mí.— Oigan, tengo mis razones para preguntar eso.
— Luego de... hablar con ustedes, me hizo ir a casa y... ahí lo escuché hablando con otro señor. No tengo idea de quien era, pero básicamente es lo que dijo. Que nuestros poderes eran armas. Por eso vine. Quería... sacarme el chip de inmediato.
— Ya te lo dije. Es muy riesgoso. La tecnología que usó en ti, está unida a tu sistema nervioso. Si la quitamos, podríamos causar daños irreversibles. —le dijo Harris.
— Sí, ya sé. Pero no puedo volver a mi casa con el chip. —era cosa mía... ¿o parecía más desesperada que de costumbre?
— ¿Qué pasó? —tenía mala memoria, pero... recordaba que alguna vez me dijo que tenía ciertos... problemas con su padrastro. Si él la quiere vender como arma, ella lo enfrentó, y ahora no le importa el riesgo, y quiere sacarse el chip... significaba que algo grave había pasado.
— Es una... larga historia. Prefiero no hablar de eso. —dijo bajando la voz.— Solo... quitenmelo, por favor. Así se acabará todo. Si no tiene forma de... usar esos poderes, no los volverá a molestar.
— Tenemos que hacerlo. —dijo Mark.
— No podemos ponerla en peligro. —dije yo.
Técnicamente, debía seguir enojado... ¿Por qué se supone que estaba enojado? Bueno, ya no importa.
No quería que algo le sucediera.
— Ahora Ryan también está en peligro. Además... ella quiere hacerlo.
