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Mientras Harris, Veracity y Spyder iban a investigar que había pasado con la chica que le gustaba al último, Mark y Ryan tuvieron una... singular conversación.
— Ok. Ya. ¿Qué te pasa?
— ¿A mí? Nada.
— Has dicho que debemos irnos como cincuenta veces.
Mark suspiró, antes de rendirse. No podía ocultarle todo a su hermano. Menos... sabiendo que no debía ocultar información, porque así sus poderes fallarían.
— Los tipos que vinieron a la escuela hoy... No sé para quien trabajan, pero vinieron por... por la chica y por ti.
— ¿Qué?
— Los escuché hablando. Supongo que saben quien es ella, pero no creo que sepan que, específicamente tú, eres el tecnópata.
— Mark... ya habíamos hablado de esto.
— Eres mi hermano menor, Ryan. Me debo preocupar solo por ti. No por ella.
Ryan lo miró, antes de ir a buscar a sus amigos.
Mark estaba convencido de que estaba haciendo lo correcto. Debía cuidar de su familia, no de la chica.
Ryan discrepaba completamente. No sólo porque... aún le gustaba la chica, si no porque prometió ayudarla, y... su propio hermano la "vendió".
— ¿Qué pasó? ¿Dónde está? ¿Y dónde está Spyder? —preguntó cuando llegó con los chicos de ciencia.
Ambos se miraron, sin saber quién iba a dar la mala noticia. Al final, el chico suspiró, antes de hablar.
— Spyder fue a buscarla, pero...
— ¿Pero qué, Harris?
— Parece que se la llevaron. —terminó Veracity.
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— Tiene que haber una forma. Debemos encontrarla. —dije desesperado.
— Puedo... tratar de rastrear su chip. —dijo Veracity.
— No deberíamos hacer esto. —dijo Mark.
— Mark, basta. No la dejaremos sola. —iba a decirle que respetara, pero estaba más preocupado por ella.
