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— ¿Ahora sí? ¿Ahora sí? ¿Ahora sí? —me dijo Ava, en el siguiente descanso.
— No...
— ¿Por qué? Son... ¡agh! Se dicen todo, pero no son capaces de decir lo más importante. —se quejó.
— Siento que... él estuvo por hacerlo, pero se asustó.
— ¿Y por qué no se lo dijiste tú?
— No pude... Yo también estaba asustada.
— Pero...
— Disculpen, señoritas. —ambas nos giramos y... ay no. Eran los mismos tipos de los que Spyder me estaba escondiendo.— Necesitamos hablar con ustedes. —dijo uno de ellos.
— Estamos investigando un caso, y necesitamos información. Les haremos unas preguntas.
— Yo... tengo que irme. Tengo que hablar con un profesor... —traté de irme.
— Ah, sí. Tranquila. Yo te cubro. —por suerte, días antes de todo esto, tuve un inconveniente en clase de física.
En realidad, ya me había reunido con la maestra, y solo me dio una advertencia. Ava no sabía de eso, así que...
— Alto ahí. —dijo uno de ellos, mientras sostenía mi brazo.
Spyder se equivocaba. Esto era malo. Sí venían por mí. Estaba perdida. Jack había logrado convencer a mi mamá. Estos tenían que ser agentes del gobierno. Se había acabado. Esto sería peor que ser el sujeto de prueba de Jack. Donde... ¿Dónde estaba Spyder?
— No... no quiero desaprobar física. Mi mamá me matará. Por favor, tengo que ir. —dije tratando de calmarme.
No quería que el gobierno se encargara de mí. ¡Eso era más que obvio!
— La tenemos. —dijo uno de ellos por su teléfono.
En el instante en que dijo eso, me asusté más. Y... no pude controlarlo. Solo... fallé.
Mientras seguía tratando de liberarme, sentí como la energía comenzaba a pasar por mi brazo derecho, justo por el que me estaban sujetando.
Unos segundos después, una gran esfera de energía salió de mi mano. No... impactó contra nadie, pero sí llamó la atención de todos los que estaban a nuestro alrededor.
Adiós a mi secreto. Era cuestión de tiempo, para que toda la ciudad supiera que tenía poderes...
Me solté en un rápido movimiento, y salí corriendo de ahí. Sentía la mirada de todos los alumnos, y los pasos de los... los hombres, que trataban de capturarme, acercándose a mí.
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