Se acerca velozmente a su mesita de noche, abre la gaveta y toma su celular. Hace varios días que este aparato se mantiene apagado porque ciertamente ¿con quién hablaría?, unos cuantos segundos y al encenderse la pantalla comienzan a ingresar un sin número de mensajes los cuales prefiere obviar e ir directo a lo que realmente le importaba en ese momento.
Toma el papel y copia el número telefónico en su celular. Cuando se dispone a escribir el mensaje se detiene drásticamente y comienza a pensar en qué debería escribirle. Luego de dar vueltas por un rato sobre esos pensamientos, se va por lo más sencillo.
Jung TaekWoon: Hola
Mientras permanecía sobre su cama con el móvil entre sus frías manos, pasa el tiempo y no hay respuesta, esto realmente le preocupa y lo decepciona un poco porque realmente estaba deseoso de devolver las cosas a ese chico ya que lo había notado tan preocupado.
Ya había llegado la noche y el despejado cielo le abría paso a la maravillosa luna que esta noche era más brillante que lo habitual y que su luz podía entrar e inundar toda la habitación de una forma hermosa.
En su cama y aun con el móvil en sus manos, sus ojos cerrados, pero no dormido, tarareaba en su mente alguna melodía que había venido a ella pero que aún no le colocaba letra y no tenía mayor significado. Habían pasado unas cuantas horas por lo que decidió levantarse ya que había pasado suficiente tiempo sobre la cama, además que la melodía no cesaba en su cabeza.
Cuando se levanta, solo puede maravillarse al ver que el estrellado cielo de aquella noche era realmente impactante, esto le animó y se dirigió al piano donde de vez en cuando pasaba sus momentos más felices.
La música tenía el poder de hacerlo sentir libre, tenía un poder sanador sobre él, de llenarle de emociones, de volver más cálido su corazón, así fuera por esos pocos momentos él era realmente feliz.
Desliza sus dedos sobre las pesadas teclas y el sonido retumba en las paredes de la habitación. Una a una iban sonando y cada nota se enlazaba perfectamente con la siguiente y producían el más magistral de los sonidos, melodía que era absolutamente nueva para él, pero que había llegado como un toque de inspiración y sentía la necesidad de dejarla fluir y llenar su afligido corazón con ella.
Era tan hermoso lo que acababa de interpretar que él mismo se sentía sorprendido. Corrió a buscar sus partitura y escribió sobre ellas cada una de las notas que fueron armando tan hermosa canción que lo mantenía emocionado como hacía tiempo no sucedía, tal vez porque hacía ya bastante que había dejado de tocar, tal vez porque como un autocastigo había hecho a un lado todo por lo cual en algún momento luchó y que ahora, aunque tenían el mismo valor y significado para él, se había prohibido en seguir porque odiaba grandemente todas aquellas veces en que por su culpa, sus depresiones, sus fobias, sus problemas, había quedado sin inspiración y lo habían frustrado por completo, por lo que decidió dejarlo.
Cuando más concentrado estaba, observa de forma inquietante como se enciende una pequeña luz sobre su cama dándose cuenta inmediatamente que había entrado un nuevo mensaje a su teléfono. Sintió un poco de ansiedad y lentamente se acercó al aparato y lo tomo entre sus manos.
En la pantalla del móvil marcaba un número telefónico desconocido, ese número aún no era familiar para él pero inmediatamente reconoció de qué se trataba. Aquel saludo que había enviado hace unas horas y que no contenía ningún tipo de emoción o explicación había sido respondido. Abre el mensaje y parpadea varias veces.
Cha HakYeon: Hola. Supongo que tú debes haber conseguido los papeles que descuidadamente dejé aquel día sobre el banco y te agradezco por contactarme, yo realmente los necesito con urgencia. Por favor responde a este mensaje y dime si puedes entregármelos. Muchas gracias.
Este mensaje tenía mucho más contenido del que él se esperaba y la verdad es que no estaba preparado en ninguna forma posible para esto. Primero le causaba curiosidad el por qué esta persona había respondido como si supiera de antemano de qué se trataba todo y segundo era increíble lo que le estaba solicitando.
Mira el reloj, son las 8:59pm
Ya es bastante tarde para algunos mortales que dependen de su rutina diaria y que posiblemente a esa hora ya se encontraban en camino a descansar para estar preparados para el día siguiente, pero para él las horas o el tiempo realmente no tenía importancia o valor porque él no dependía de ello, así que básicamente podría estar despierto durante toda la noche como era común, pero esto definitivamente no era así para las demás personas.
No sabía si decirle al chico que esperara hasta el día siguiente para entregarle sus papeles o limitarse a no responder, nuevamente los pensamientos de huir y no enfrentar llegaban a él, solo que esta vez algo lo hacía ser más valiente, algo que aún no lograba determinar con exactitud.
Una vez más se arma de valor y responde el mensaje.
Jung TaekWoon: Yo tengo lo que estás buscando, dime de que forma puedo entregártelo.
De esta forma comenzó una sutil conversación por mensajes la cual en otro momento posiblemente no habría durado tanto pero esta vez su ánimo era tan bueno y había sido tan bueno durante el día que no le permitía pensar en cosas negativas como solía hacerlo.
Cha HakYeon: Muchas gracias por responder. Si me dices algún lugar donde puede acercarme a recogerlo te estaría agradecido.
Jung TaekWoon: Podrías venir al mismo lugar donde esperas cada mañana.
Luego de escribir este mensaje, su corazón palpitó más fuerte de lo normal al notar lo que le había escrito, de forma indirecta se había delatado y ahora este chico sabría que era habitual para él verlo cada día en la mañana en aquel lugar. Sintió que podría entrar en un ataque de pánico en cualquier momento pero se decía a sí mismo, y en su mente, que probablemente el chico no lo notaria o no lo tomaría como algo malo, aun así se encontraba ansioso.
Los segundos parecían eternos esperando la respuesta y ciertamente esta no llegaba tan rápido como las anteriores por lo que poco a poco su ansiedad fue aumentando y sentía un poco de impotencia por no poder hacer nada al respecto.
Ya habían pasado casi 20 minutos así que pensó que eso sería todo, que posiblemente aquel chico se sintió intimidado por aquel mensaje y que no volvería a escribir, por lo que se culpaba a sí mismo nuevamente y comenzando a maldecirse en su mente porque una vez más lo había arruinado. Pensó que sería mejor no volver a intentar hacer nada más porque siempre terminaría en fracaso, cometiendo algún error y alejándose. Definitivamente él no estaba preparado para el mundo en el que vivía por eso siempre era mejor aislarse en sus pensamientos y de vez en cuando ser feliz con su música
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Someday
FanfictionÉl estaba perdido entre las sombras, ajeno a la mirada carismática de quien ya había empezado a amarlo. Una historia para recordar o para olvidar