En la oscuridad de la noche siendo atravesada por unos pocos rayos de luz provenientes de los focos de algunos postes que alumbraban los solitarios callejones, solo se dibujaba la silueta de la espalda de Taekwoon quien sin siquiera darse vuelta se había detenido ante el insistente llamado de Hakyeon, quien en un intento desesperado por alcanzarlo a penas lo vio, corrió hasta él sin darle mayor importancia al frío que hacía en la calle en ese momento y la ligera ropa que él tenía puesta que se encontraba en medio de su práctica y aun sus pies estaban descalzos; Nada de eso era visible para Taekwoon en ese momento porque el grandísimo miedo que tenía lo había dejado congelado en medio de pensamientos turbulentos que como tratando de salir de algún laberinto se iban aglomerando en su mente pero sin traer ninguna respuesta o solución a lo que el mar de sensaciones le estaba produciendo en ese momento a su cuerpo.
-Por favor, no te vayas- a penas se podía escuchar la voz de Hakyeon mientras hacía esa petición con recelo dentro de él por atreverse a pedir tal cosa.
Definitivamente Taekwoon era débil a su dulce voz y él lo sabía, era consciente que si se daba la vuelta ya no habría marcha atrás y solo podía recordar que se había hecho la promesa de no dejarlo entrar nuevamente a su vida porque eso sería cruel con ambos en un futuro, así que si detenerse a pensar en nada mas, y enfocado en que debía mantenerse y ser firme, puso todo su esfuerzo para mover su cuerpo y avanzar hasta su casa.
En definitiva Hakyeon no esperaba nada de él así que al notar que comenzaba a caminar de nuevo, de forma automática quiso seguirlo, aun en su condición y realmente no era algo que le importara o que lo pudiera detener en ese momento.
Taekwoon no se inmutaba porque si algo tenía su personalidad era el ser radical y mantenerse firme en sus decisiones así parecieran locuras, hacerlo cambiar si que lo era, nadie se atrevería a hacerlo, por eso en parte era mejor para él estar solo, porque nadie podía entender en realidad, o más bien aceptarlo con todas sus cosas buenas y malas.
En el momento en que Taekwoon llega a su casa se detiene frente a la puerta y se percata inmediatamente que unos cuantos pasos detrás de él estaba aquel chico que lo había seguido y por muy cruel que a veces pudiera ser, en este caso no tenía idea de lo qué haría porque sería muy inhumano dejar fuera a Hakyeon, aun así no se animaba a entrar todavía a su casa o a abrir la puerta si quiera.
-Solo déjame entrar por esta vez y hablemos- se le escuchó decir a Hakyeon justo para cuando Taekwoon finalmente se dio la vuelta con su fría y despreciable mirada sobre él. Esto le produjo escalofríos al chico pero aun así no se detenía en lo absoluto.
-¡¿Realmente no te quedó claro lo que te dije la ultima vez?! ¿por qué tienes que ser tan insistente?- decía el chico al que apenas se le escuchaba la voz hace unos días pero que esta vez halaba tan profunda y cruelmente que no parecía ser la misma persona.-Solo dame la oportunidad de hablar contigo es lo único que te pido- insistía el chico quien se animaba a sí mismo con pensamientos optimistas como solía ser él. Si algo tenía Hakyeon era una sinceridad natural que le permitía decir las cosas que sentía fácilmente y sin tapujos, además esto era una especia de catarsis con la que se liberaba constantemente porque jamás callaba o guardaba para sí sentimientos que de no ser expresados podrían convertirse en malos de tanto ocultarse, así que lo mejor era dejarlos siempre libres para que pudiera permanecer la paz de su espíritu.
Taekwoon abrió la puerta de su casa sin cerrarla tras de sí, tal vez dando autorización a Hakyeon a que entrase en ella también, en todo caso, esta señal jamás seria obviada por el chico así que inmediatamente se acercó e ingresó también a aquella casa que poco a poco se le hacía más familiar.
Solo observó cuando Taekwoon entro a su habitación y siguió detrás de él, este se dio la vuelta súbitamente quedando de frente, lo que le hizo temblar un poco pero no retroceder, Hakyeon no era de los que retrocedía y menos en este tipo de situaciones en las que sentía que una parte de él se le estaba yendo por no poder decirle al otro lo que sentía, así que sin desperdiciar más tiempo comenzó a hablar mientras el otro lo veía fríamente a los ojos como tratando de debilitarlo para que huyera.
-Yo... yo, primero quiero ofrecerte disculpas por las cosas que diré a continuación pero quien se está mostrando ante ti en este momento es mi verdadero yo y no puedo simplemente seguir callando las cosas-
A medida que iba saliendo cada palabra de la boca del chico, Taekwoon era conmovido y algo dentro de él temblaba ante aquella voz, sin embargo, aun su cabeza podía mantener el control de su cuerpo al punto de no reflejar nada de aquello sino de seguir aparentando frialdad y desprecio por el otro.
Continuó Hakyeon: -Durante toda mi vida me he sentido confiado de las cosas que he dicho y he hecho, he sido una persona bastante decidida y coherente, pero esta vez es diferente, no puedo ni sentirme confiado ni sentirme tranquilo, será porque ahora si siento que esto es algo que me supera en toda medida posible, que definitivamente esto es algo que me turba cada día y que en gran parte está ligado a la reacción que tú puedas tener- su voz comenzaba a quebrarse, pero continuó -tal vez estos últimos días sean los únicos en los que me has visto en toda tu vida, por lo tanto poco podrías saber sobre mí, aun así, yo sé mucho sobre ti. Desde mucho antes de que por una simple casualidad tu decidieras acercarte yo en mi memoria ya tenía tu imagen esa en la que mi corazón se partía recordando el estado en el que te encontrabas la primera vez que te vi y cómo mi cobardía hizo que no pudiera ayudarte, pero también poseo reminiscencias más felices, verte tararear aquella melodía que aún permanece en mi mente mientras tocabas el piano en aquel viejo salón de la universidad, han sido muchas cosas realmente, pero para no aburrirte entre mis historias solo quiero que comprendas que desde hace mucho que yo tenía la necesidad de decirte esto-
Ante esa pesada lluvia de información, Taekwoon se sentía abrumado y hasta vulnerado, su mente tan racional y lógica no le daba para ir más allá y tratar de entender de cuál era el verdadero significado de las acciones que el chico contaba tímidamente mientras hablaba, lo que estaba haciendo era cargarse de energía, no se podría decir aun que estaba molesto, pero sentía que algo no estaba bien porque sus manos estaban calientes y sentía que le faltaba el aire.
Hakyeon seguía desbocado lanzando toda esa información sin medir consecuencia alguna, tal vez porque él mismo necesitaba desahogarse de todo eso que tenía aguantando por tanto tiempo y que por fin estaba logrando liberar, por lo que continuó diciendo: -Yo solo quiero que sepas que al principio esto no tenía mucho sentido para mí, pero comenzó a cobrar sentido esa noche en que sin entender mi condición o por lo que estaba pasando, tu corazón se hizo blando y mostraste bondad hacia mi trayéndome a tu casa y cuidándome de la forma en que lo hiciste, sé que podrás decirme que lo hiciste como un acto de simple humanidad, pero yo que creo conocerte sé lo difícil que debió haber sido para ti, por lo tanto me siento honrado y unido a ti de cierta forma... ese día comprendí una gran verdad que desde hacía tiempo no me dejaba dormir por creerme el ser más tonto sobre la faz de la tierra, yo te había comenzado a querer...-
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Someday
FanfictionÉl estaba perdido entre las sombras, ajeno a la mirada carismática de quien ya había empezado a amarlo. Una historia para recordar o para olvidar