Tentación

CAPÍTULO 9: verdades y amenazas

BILL

Larisa me miraba de una forma completamente aterrada y las lágrimas surcaban su rostro, ¡jodida y puta madre! Había sido toda una confesión de la que había sido testigo sin proponérmelo, ¡mi prima estaba enamorada de Tom! No es que fuera algo precisamente malo o que no me lo imaginara, pero escucharlo de la propia boca de mi prima pequeña era toda una cuestión. Aferre el pomo de la puerta, sin saber muy bien qué hacer, no era mi intención escuchar, solamente iba a buscar a Larisa para que me permitiera ver a mi gemelo antes de irme...

− ¡Bill!−exclamo la chica, estaba impresionada, eso era más que obvio− ¿Por qué estabas escuchando detrás de la puerta? ¿QUÉ TE PASA?−exigió mi prima, hecha una furia.

Fruncí los labios, sin saber que decir o argumentar en mi defensa, tampoco tenía nada negativo en mi interior para decírselo. Larisa se puso de pie casi de un salto y deposito sobre la sabana, con cuidado, la mano de mi hermano que sostenía, sin dejar de mirarme, pasó por mi lado, derrochando molestia y perdiéndose de vista por el pasillo.

¡Mierda! Tom gimió suavemente, me gire, prestándole toda mi atención, tome la manija de la puerta y la cerré con cuidado detrás de mí. Camine, acercándome al sofá en el que Larisa se había sentado tan solo unos instantes atrás, me deje caer en el y suspire, enterrando mi rostro en mis manos. Aparte mis manos de mi rostro después de unos instantes y me dedique a mirar a mi gemelo, quien tenía una pinta jodidamente mala, paliducho y con agujas insertadas en su piel.

Bien, tenía solo un par de minutos para estar con él antes de ir a mi trabajo, Cheryl había insistido en que aceptara un aventón a mi departamento, así que no me quedo más remedio que ceder.

−uh−mire a mi hermano, quien había comenzado a moverse, los efectos de los sedantes debían de haber pasado ya.

− ¿Tom?−lo llame, pero él no me respondió, sonreí, el estaba bien y en un par de días estaría de nuevo en el departamento, haciéndome la vida de cuadritos, saliendo con chicas, y bla bla bla−idiota−le murmure, mientras me ponía de pie−espero que esto te sirva de escarmiento−mi sonrisa se amplio y ganas no me faltaron de besarlo−te quiero hermano.

−también yo...−los ojos de mi hermano continuaban cerrados pero en sus labios se dibujaba una minúscula y forzada sonrisa.

Alce una ceja

− ¿estás despierto?

− ¿tú qué crees?−respondió, entreabriendo sus ojos, para volverlos a cerrar

Alce ambas cejas, ¿desde cuándo estaba consiente? ¿Había escuchado las palabras de Larisa?

− ¿desde cuándo?−cuestione, con algo de alarma en mi voz

Mi gemelo tardo lo que me pareció una eternidad en responder, sin abrir los ojos

−desde que me llamaste idiota−apunto, a pesar del escaso volumen de su voz, capte el sarcasmo en ella.

−bueno, me tengo que ir, regreso cuando termine mi turno en el bar−sonreí−descansa, en un rato va a venir mi mamá

Tom suspiro

−está bien...no tengo ganas de hablar con ella−pareció dudar− ¿hizo muchas preguntas?

Negué con la cabeza, me molesto la actitud de el

−no, solamente estaba muerta de la preocupación, eres de lo peor Thomas−tome una bocanada de aire−me voy−le di un golpecito en el brazo, el arrugo la nariz.

−eres un imbécil−renegó

−igual para ti−replique mientras comenzaba a salir de la habitación, dejando a Tom "durmiendo"...