Tentación

CAPITULO 12: porque nada es perfecto...

HOLA MIS QUERIDÍSIMAS LECTORAS!! AQUI REPORTANDOME CON UN CAPITULO NUEVO (ESPERO QUE NO SE VAYAN A ENOJAR POR ACTUALIZAR TAN PRONTO xD) SUCEDE QUE DESAPARECERE UNOS DIAS Y PARA QUE NO EXTRAÑEN A LARISSA Y TOM

SALUDOS :D

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LARISA

− ¡Gordon!−tía Simone anduvo hasta la cocina de la casa, en busca de su marido− ¡estamos en casa!

Suspire y cerré la solida puerta principal detrás de mí, la casa era tal y como la recordaba, mmm, bueno, las paredes ahora eran de un suave color vainilla en lugar de purpuras, pero, todo lo demás seguía en su sitio. La casa donde habían crecido los gemelos era bonita, amplia y con una decoración sencilla pero de muy buen gusto, nada ostentoso pero ahí se sentía lo que en realidad era un hogar. Avance hasta el pie de la bella escalera de madera obscura y me deje caer en el primer escalón, apoyando mi rostro en mis manos, sin saber a dónde ir, la madre de los gemelos aun no me indicaba que habitación tomaría.

− ¡princesa!−alce la mirada, el padre de los gemelos se acercaba, con una gran sonrisa en los labios y un enorme labrador de pelaje marrón chocolate siguiendo sus pasos− ¿Qué tal el viaje?

Traté de sonreírle y fruncí los labios, no recordaba al perro

−estuvo bien−me puse de pie y el hombre me abrazo brevemente, el animal, por otra parte, olisqueo mi mano descaradamente.

−bienvenida−me susurró el hombre, aun con la misma sonrisa en los labios−uh, este es Chazz

Acaricie el lomo del perro, era un animal hermoso y su pelo era de lo más suave.

−hola Chazz−le murmure al perro, quien parecía estar muy cómodo con mi presencia

−anda, trae las cosas de Larisa de la camioneta−la madre de los gemelos se nos unió.

Gordon disminuyo su sonrisa y le saco la lengua a la madre de los gemelos, solté una risita

−claro su majestad, estoy para servirle

Tía Simone lo golpeo en el brazo, conteniendo una sonrisa

−no seas maleducado.

Gordon la rodeó con sus brazos, alzándola unos centímetros del suelo, ambos reían, resultaba maravilloso ver que algunas personas podían ser felices. El hombre dejo a la mujer sobre sus pies de nuevo y salió de la casa, Chazz siguió a su amo, quien dejó la puerta entreabierta.

− ¿tienes hambre?−me cuestionó tía Simone, negué con la cabeza, mientras me ponía de pie−tienes que comer, no desayunaste.

Aclaré mi garganta

−en serio, quizás para la cena haya recuperado mi apetito−le medio sonreí− ¿Cuál será mi cuarto?−cuestione, mientras acomodaba un mechón de mi cabello que se había escapado de mi coleta baja.

−el que está al final del pasillo esta hecho un desastre, nadie lo ha ocupado en años−pareció estárselo pensando−puedes tomar el de Bill o el de Tom, ambos continúan amueblados−se encogió de hombros−es tu decisión.

Mordí mi labio inferior, no tenia que pensar nada, me quedaría con el de mi amado chico de cabello trenzado, aunque fuese lo mas masoquista que podría llegar a hacer, lo más estúpido.

−el de Tom, creo−mordí mi labio inferior.

−bueno−tía Simone miró por encima de su hombro y se acercó a la puerta para mantenerla abierta de par en par, Gordon batallaba con mi equipaje− ¿te ayudo cariño?−lo cuestionó, el hombre negó con la cabeza y depositó un par de maletas extra grandes que contenían la mayoría de mis pertenencias−como quieras−la mujer puso los ojos en blanco−hombres−me murmuró, mientras el padre de los gemelos hacia una segunda expedición al jardín delantero para acarrear mis cosas al interior de la casa.