CAPITULO 26:situaciones extremas requieren soluciones desesperadas... (parte 1)

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TOM

Suspire, sintiéndome derrotado, para terminar asistiendo.

-Quiero ver a Larisa antes de largarme-pedí, ya con la valentía hecha mierda.

Ina alzó una ceja, pensándoselo, para encogerse de hombros.

- ¿porqué no?-se cuestionó a sí misma la tipa- ¡Ronald!

Una puerta se abrió y volvió a cerrarse, dejandome al imbécil de la marioneta de Ina frente a mi.

- ¿que puedo hacer por ti, preciosa?-cuestionó el tipo, sin mirarme.

Mis temores hicieron de las suyas, desconectandome de la conversación que mantenían la malnacida de Ina y Ronald, Larisa y su seguridad ocupaban mi mente por completo, tenía que verla antes de cumplir con lo que Ina quería que hiciera... un dolor intenso me laceró los hombros, Ronald trataba de ponerme de pie con rudeza, por lo que coopere y él liberó mis adoloridas manos.

-no trates de pasarte de listo-advirtió  él-intenta algo estúpido y te meteré una jodida bala entre ceja y ceja, ¿entendido?-cuestionó, en un murmullo bajo.

Me limite a observarlo, sintiendo como la circulación regresaba a mis manos dolorosa y lentamente.

-lo quiero de una pieza, idiota-gruñó Ina y su matón soltó una risa, apartándose de mi.

-Le tienes demasiado aprecio a este niño bonito Weissbach-él se quejó y yo nunca había deseado tanto tener un arma en mi poder para poder matarlos a los dos.

-Cierra tu maldita boca y llevalo con Shawn-ordenó Ina y él asintió-si intenta algo, matalo.

Ronald sonrió, sacando un revolver de una funda en su cinturón, disfrutando De su momento, sin lugar a dudas.

-ya escuchaste cretino-mascullo él-por esa puerta-el matón señaló algo a mis espaldas con su arma.

Me gire sobre los talones y comencé a andar por el camino que me habían indicado, mientras una idea estúpida e imprudente se cocinaba en mi cerebro, sacaría a mi Larisa de ahí a como diera lugar, mataría a quien fuese necesario para conseguirlo.

Salí a un pasillo muy iluminado con Ronald pisandome los talones y casi podía sentir el cañón del arma en mi cabeza. Joder, ¿realmente iba a a entregar a cinco chicas a un contrabandista de personas y esperar que como premio Ina me dejaría irme con Larisa tan fácil? No, sonaba estúpido tan sólo pensarlo, ella no me dejaría en paz tan fácil.

Tome una bocanada de aire, caminando hasta el final del pasillo, donde habia una escalera que ascendía, por lo que debíamos de estar en el sótano de la mansión.

-nunca me agradaste ni un poco-mencionó Ronald con amargura en su voz-siempre me pareciste un marica que no estaba a la altura de Weissbach...

El sentimiento era mutuo, definitivamente.

-Puedes quedarte con ella que a mi nunca me a interesado-gruñi en respuesta, la escalera terminaba en la cocina, por lo que camine hacia la salida de esa parte de la casa-solamente me gustaba tenerla gimiendo debajo de mi, pidiendo por más como la puta que...

El tipo me empujó contra una pared con fuerza y jadee de dolor cuando mi cabeza impactó contra la dura superficie, Joder yo y mi jodida bocota.

-No te metas con ella, ¿entendido?-sentí el frío metal del revolver contra mi nuca- ¿¡entendido!?

Trate de tragarme junto con la saliva la frustración y el miedo, lograndolo a medias, necesitaba más tiempo y saber la ubicación de Lari antes de arriesgarlo todo e intentar escapar.

-si Ronald...-masculle entre dientes- ¿podrías quitar tu chingada arma de mi cabeza? ¿Uh?

El tipo me liberó después de unos instantes, mire por encima del hombro y él se había alejado de mi, aunque aun me apuntaba con el revolver, con una sonrisa estampada en los labios.

-muevete-ordenó.

Comencé a caminar, sin saber que dirección tomar. Mierda, ¿donde estaba toda la gente? Frunci el ceño, la mansión estaba extrañamente vacía, sin los cretinos que siempre rondaban, protegiendo a Ina y manteniendo el negocio en movimiento.

- ¿por donde?-cuestione, sintiendo a la adrenalina correr por mi magullado cuerpo.

-sube la escalera-respondió Ronald, escuchandose demasiado cerca.

LARISA

Shawn estaba sentado en un sofá a mi izquierda, frente a la puerta y cambiaba el canal de la televisión de manera veloz, sin prestarme atención, con la mente en algún lugar lejano.

Suspire, sintiéndome cansada aunque incapaz de dormir, no podía dejar de pensar en Tom, ¿donde estaria?

- ¿porque no tratas de dormir?-casi pegue un salto ante la voz de Shawn- es muy tarde...

Lo mire y él me miraba a su vez, de soslayo, con el control remoto en su mano.

-No tengo sueño-mentí y el negó con la cabeza.

-Eres mala mentirosa-se burló, con un atisbo de sonrisa que reflejó al Shawn que había conocido ese tiempo.

Escuche pasos en el exterior, me puse tensa, la sonrisa del chico se esfumó y miró con atención hacia la puerta de la habitación, la cual se abrió. El alma me cayó hasta los pies y quise levantarme y abrazar con fuerza a otro que no era más que Tom, con golpes y cortes sangrantes en la cara, aunque eso no impidió que sonriera al verme.

Shawn se puso de pie de un salto.

-Tranquilo, estoy con él...-anunció un hombre algo mayor y de aspecto aterrador que entró detrás de Tom.

Shawn se relajó de inmediato, aunque no se sentó de nuevo, manteniendo las manos en puños.

- ¿que demonios hace él aquí?-cuestionó el chico- ¿uh?

El hombre se encogió de hombros, con una sonrisa burlona... un jadeo se escapó de mi interior cuando vi que el sujeto le apuntaba a la cabeza con un arma a Tom, demonios.

-Tú hermana se puso sentimental y complaciente...-respondió el tipo-este niño bonito pidió ver a la chiquilla antes de cumplir órdenes.

Centre mi atención en Tom y fui consciente del miedo en sus ojos, de la preocupación, el cansancio y la ansiedad. Yo me sentía de la misma manera, quería correr a sus brazos y no soltarlo nunca... un nudo se formó en mi garganta y las lágrimas de impotencia rebosaron mis ojos.

- ¿estas bien?-quiso saber Tom, en medio de un murmullo y yo asenti- ¿te hicieron daño?-mi Tom fruncio el ceño y apretó las manos en puños.

- ¿por quien me tomas, uh?-exigió Shawn, sin dejarme responder-y ya la viste, así que saca tu cara de mierda de mi habitación.

Hice ademán de bajar de la cama y el dolor me laceró la espalda, quizás tenía algo roto en mi interior... jadee, arrugando la nariz mientras un brillo malévolo aparecía en los ojos oscuros del hombre del arma.

TOM

Solamente tenía unos segundos preciosos... tomé una bocanada de aire, aprovechando el instante de distracción de Ronald con Larisa  y me lancé sobre él, empujandolo hacia atrás, desequilibrandolo con algo de esfuerzo, por lo que caímos sobre el suelo, forcejeando por el arma.

- ¡voy a matarte!-amenazó, tratando de apuntarme con el revolver.

La adrenalina me impedía reflexionar, quizás moriría esa noche y no me importaba. Escuche los gritos de Larisa como música de fondo, ojala que Shawn no tuviera un arma... me las arregle para golpear a Ronald en la mandíbula un par de veces con fuerza y él aflojo su agarre sobre el arma tan sólo un momento, pero fue suficiente para que yo se la arrebatara.

Me puse de pie de un salto, pateandole las costillas y girandome, evaluando la situación, Shawn buscaba algo en un cajón.

-No te muevas o te vuelo la tapa de los sesos, idiota-amenace, apuntadole con el arma.

Eso había sido demasiado fácil.

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