Realmente no me iba a entrometer

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DIXON

Vi atentamente toda la conversación de MJ y Okane, no sabía de lo que estaban hablando, pero algo me dijo que era sobre mí. María parecía extremadamente molesta y eso ya me estaba asustando, pero no quería ser el "ex algo" que se interpone en el camino de su vida, por lo que me obligué a seguir todo desde la distancia. Realmente no me iba a entrometer en nada, no tenía derecho a hacerlo.

Recordé la última vez que estuvimos en una fiesta como esta y la cara de disgusto de MJ cuando dije que solo quería protegerla, no la iba a hacer enojar con eso otra vez. Pero, no tenía otra opción.

— ¿Qué demonios está pasando? — Lo solté cuando vi a Okane jalar a MJ del brazo. Parecía nerviosa — Joder, voy a matar a este tipo.

Dejé mi cerveza y caminé hacia ellos con pasos largos, solo tenía la intención de preguntar qué estaba pasando y calmar un poco el ambiente. Respiré hondo tratando de controlar la ira que estaba aumentando en mí, si daba un espectáculo MJ estaría enojada conmigo. Y juro que lo intenté, con todas mis fuerzas, pero la ira de repente me cegó cuando vi los ojos de MJ llenos de lágrimas y al hijo de puta de Okane pensando que él era alguien para señalarla con el dedo en la cara.

Ni siquiera necesitaba escuchar lo que estaba diciendo. Me acerqué a él con mi brazo ya echado hacia atrás, juntando fuerzas y mi mano cerrada en un puño.

— ¡eres un maldito imbécil! — gruñí entre dientes mientras le daba un puñetazo en la cara.

Vi a Okane caer a un lado y estaba listo para irme en contra de él, no quería saber nada más, lo único que importaba era sacar toda mi ira acumulada en ese imbécil.

—¡Dixon, no! — Escuché a MJ gritar. Sus ojos estaban muy abiertos y su expresión era de temor.

Respiré hondo, necesitaba controlarme y no podía. Así que les di la espalda a los dos y caminé sin rumbo por la casa. Subí las escaleras y abrí la primera puerta que encontré. El silencio del ambiente me ayudó a bajar mi  frecuencia cardiaca, miré a mi alrededor y me di cuenta que era una especie de oficina con un baño. Aproveché para echarme agua fría en la cara y calmar mis pensamientos, hasta que escuché un ligero golpe en la puerta.

— Dixon, ¿estás ahí? — La voz de MJ sonó del otro lado.

— Entra. —suspiré

MJ entró en la habitación y se quedó junto a la puerta observándome. No pude leer su expresión.

—¿Que pasó? — pregunté rompiendo el silencio.

— Tu collar. — Me miró a los ojos.

Se me había olvidado ese detallito, y tampoco me imaginaba que me encontraría con MJ ese día. No se me ocurría ninguna excusa, y confieso que ya no quería poner más excusas y salir corriendo

—Sí. — Respondí.

—¿Fuiste tú? — Parecía nerviosa. Asentí y me senté en uno de los sillones de la sala, MJ permaneció de pie. — ¿Por qué actúas así Dixon? —Ella empezó caminando por la habitación — ¿Por qué me tratas mal y luego me das regalos y le pegas a un chico por mí?

—¿Quién dijo que era por ti?

— Oh, está bien entonces.

Ella se dirigió hacia la puerta.

—¡María, espera! — le dije sin dejar de estar sentado — Solo dime si te gustó el collar.

— Me encantó el collar, Dixon. —respondió sin mirarme y salió de la habitación.

Tomé una respiración profunda. ¿Qué fue esa conversación? Ya no sabía cómo reaccionar estando con ella. Me estaba volviendo completamente loco.

Esperé unos minutos a que la ira se calmara y luego decidí salir de la habitación. Tenía la esperanza de no encontrarme con Okane, no sé qué podría pasar.

Como si el mundo quisiera burlarse de mí, mientras bajaba las escaleras me topé con Sebastián Langarica.

— ¡Mira hacia donde vas! —refunfuñó.

— ¿Quién te invitó a esta fiesta? —Me enfrenté a Sebas.

— No es de tu incumbencia. —Habló mientras entraba al pasillo.

— Mira, mira si no es Shakiro Shakiro —dijo Luka mientras subía las escaleras.

— Dame un tiempo, Luka... — Intenté seguir bajando pero él me detuvo

— ¡Espera un segundo! Antes de que te vayas, respóndeme algo — Me miró — ¿Por qué recién vi a Selena salir en esa misma dirección con los ojos llenos de lágrimas y corriendo como un animal asustado?

— No tengo nada que ver con eso. —respondí secamente.

— ¿Al igual que no tiene nada que ver con Okane ahí abajo con el ojo morado, supongo? —se cruzó de brazos

—¿Qué? ¿Como tú...

— Realmente te cuesta entender que yo siempre lo sé todo, ¿no?

— ¡Está bien, Luka! No estoy de humor para conversar...

— Dixon — Me interrumpió — Sé que no me has perdonado del todo lo que pasó. Lo sé. No somos los grandes amigos, está bien. Pero déjame darte un consejo... —Luka estaba tan serio como nunca lo había visto.— ¡No lo estropees! No la dejes escapar así. Sigue tu corazón, Shakiro.

Me palmeó el hombro y siguió subiendo las escaleras hasta que desapareció por el pasillo.

CORAZÓN DESTROZADO || AU MIXON || ESPAÑOL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora