CORAZÓN DESTROZADO || AU MIXON || ESPAÑOL

Mi estrella.

MJ

Estaba triste y bastante conmocionada ese viernes por la tarde, no quería hacer nada. Por suerte, Jana y Andi parecían estar ocupadas con sus propias vidas y me dejaron la habitación sola. Traté de distraer mi mente leyendo y durmiendo, eso era lo que podía hacer. Pero no podía dejar de pensar en Dixon y la conversación que tuve con Luka antes. ¿Tenía razón? ¿Todavía le importaba a Dixon? ¿Y Okane? En eso Luka tenía razón, el tipo es un mentiroso y es mejor alejarse de él. Alrededor de las 8 de la noche ya estaba aburrida y sin poder dormir, decidí dibujar un poco, esto solía calmarme y entretener mi mente.

Fui a la mesa para organizar los materiales y no pude encontrar mi sketchbook.

— ¿Dónde lo puse, Dios mío? —Pregunté mientras hurgaba en la mochila. — Sólo puede estar en el casillero .

Me coloqué un abrigo sobre mi pijama y salí a buscar la maleta, con la esperanza de que nadie me viera en ese estado: despeinada y en pijama. Mientras me acercaba, noté que había algo pegado a mi casillero.

— ¿Que es eso? Era justo lo que necesitaba ahora...— susurré preocupada.

Tomé el pequeño paquete y lo abrí con curiosidad, incluso antes de leer la nota. Mis ojos brillaron, era hermoso. Presioné el collar entre mis dedos y cerré los ojos, como si estuviera agradecida. Fue entonces que leí la notita y tuve aún más curiosidad, ¿quién era el responsable de esto? La primera persona que me vino a la mente fue Okane, debe haberlo hecho después de darse cuenta de que estaba molesta en el ensayo. Recordé que necesitaba interrogarlo sobre la mentira que me dijo.

Volví a la habitación sin el sketchbook y con la mente muy ocupada pensando,  aún admirando el colgante de la estrellita. Era perfecto y representaba exactamente mis ambiciones y mis sueños.

¿Cómo lo adivinó? Bueno, definitivamente fue solo una coincidencia, porque solo yo sé del gran significado simbólico que tienen las estrellas en mi vida. O más bien, solo yo y otra persona... ¡Dixon!

Abrí la puerta del dormitorio desesperadamente y salté debajo de las sábanas, mi corazón estaba acelerado.

—¿Fue él? ¿Lo será? ¿Lo será? ¿Lo será? No, María José. No te asustes. — me seguía hablando a mi misma.

La última vez que estuvimos juntos fue un idiota. Un idiota y un mentiroso. Era obvio que Dixon no podía haber olvidado esas noches que pasamos escribiendo juntos, no habría podido... y no había pasado tanto tiempo. La pregunta es, ¿por qué mintió? Todavía debe estar muy molesto por todo lo qué pasó.

— Déjalo ir, MJ. — Me dije a mí misma.

Sin duda, decidí que no usaría ese collar hasta que averiguara quién me lo había regalado, porque si eso fuera cosa de Okane, no me gustaría andar con un regalo de un tipo mentiroso y prejuicioso y , encima de eso, un tremendo idiota. Me quedé despierto hasta tarde dando vueltas en la cama pensando y, en el fondo, esperando que el regalo fuera de Dixon. Tomé mi celular y abrí nuestra conversación para leer el último mensaje que me había enviado: mi estrella. Miré el colgante una vez más y no pude contener la sonrisa, si era Dixon quien quería alegrarme el día, lo había logrado