Después de la batalla de las bandas, MJ se encuentra desconsolada por haber lastimado a Dixon, pero no ve la manera de reconectarse con ese chico del que se enamoró y que parece no existir más.
Dixon ahora se comporta con frialdad e introspección...
Nunca imaginé que podría experimentar un mejor beso que el primero, pero estaba equivocado. La fuerza de ese beso fue tan grande que pensé que me quedaría sin aliento. Acerqué a María, lo más cerca que pude, y llevé mi mano libre a la parte posterior de su cuello, hundiendo mis dedos en sus rizos. Cuantas veces he imaginado este momento, cuantas veces lo he deseado. MJ no lo dudó ni un segundo, nos estábamos extrañando. Podría besarla por el resto de mi vida, pero temía que aún no se hubiera recuperado al 100 por ciento, así que me detuve.
— Mi amor... — le dije mientras separaba nuestros labios , no sin antes morderle el labio inferior
— Te extrañé mucho. No te imaginas cuánto... — Cerró los ojos y enterró su rostro en mi cuello, acurrucándose.
— Te quiero para mí. — dije, tratando de hacerle entender que quería algo serio.
— Y lo soy...
— En serio, MJ — Me levanté de la silla y me arrodillé frente a ella. — No quiero más desacuerdos entre nosotros, quiero algo serio contigo. Quiero todo a lo que tenemos derecho... Quiero pasear por el EWS tomados de la mano y presumir de la chica más increíble y hermosa que he conocido. ¡Yo te quiero tanto! ¿Quieres salir conmigo?
— ¡SÍ! — Saltó y me abrazó — Te quiero, Guillermo.
— ¡Es Dixon, baby! — Yo jugué.
— ¡Está bien! — Ella puso los ojos en blanco y me dio un beso — Te quiero, Di Di Dixon, baby.
Nos echamos a reír juntos. Estábamos tan emocionados que ni siquiera nos dimos cuenta de que Luka había deslizado la llave debajo de la puerta en algún momento.
— ¿Te sientes bien? — Pregunté aún preocupado por su estado de salud.
— ¡Mejor que nunca! — Habló emocionada.
— Entonces ven conmigo — Tomé a MJ de las manos — Quiero mostrarte una canción que escribí.
Salimos de la habitación en completo silencio, con la esperanza de no ser descubiertos. Nos dirigimos hacia la sala de ensayo, quería tomar una guitarra para mostrarle a MJ la canción que hice para ella.
Cuando entramos al cuarto oscuro, no esperábamos ver la siguiente escena: Luka y Sebas se besaban sobre los pufs.
— ¿QUÉ? — preguntó MJ asustada.
—Mira, si no son los tortolitos... — dijo Luka, recomponiéndose.
— Luka, ¿qué mierda es esto? — Yo pregunté.
— Larga historia. — Suspiró y miró a Sebas que intentaba esconderse —Ustedes lo han resuelto, al parecer. Me deben una, y me la van a pagar manteniéndose muy callados.
— No prometemos nada. — bromeó MJ
— Selenita... lo digo en serio. — Luka empezó a mirar desesperado.
— Ya nos vamos — dije mientras tomaba la guitarra — Sigan en lo suyo.
MJ y yo salimos del salón tomados de la mano, riendo suavemente, y nos dirigimos directamente al jardín, en un rincón más apartado. Tenía muchas ganas de cantarle, mostrarle todo lo que he guardado en mi pecho todo este tiempo.
— Creo que somos oficialmente la "pareja descubridores" de esta escuela. — Dije riendo, mientras nos sentábamos en el césped.
MJ se rió de buena gana.
— Tienes toda la razón. Nosotros y nuestros pequeños secretos. — Jugó.
Se sentía tan bien estar así con MJ otra vez, no solo era la chica de la que estaba enamorado, también era mi mejor amiga.
— ¿Lista? — Pregunté, listo para empezar a tocar.
— Más que nunca.
MJ
La noche era hermosa y la voz de Dixon se oía suavemente por el jardín. La canción era preciosa, la más bonita que había escuchado, era imposible no emocionarse.
Me quedé con un corazón cálido, lleno de gratitud por la oportunidad de vivir un amor tan hermoso y genuino, amaba a Dixon y no dejaría que nada más arruinara nuestra relación. Sabía que tendríamos millones de retos por delante, eso es parte de la vida, pero estaba dispuesta a luchar con todas mis fuerzas por nosotros.
Empecé a cantar junto con él, nuestras voces en perfecta armonía. Esa fue la noche más feliz de mi vida, y estoy segura de que la de Dixon también. ¡Todo era perfecto! Mientras cantábamos, no pude evitar admirar las estrellas que brillaban en el cielo, ahora no eran solo el símbolo de todo lo que quería lograr:
Eran también el símbolo de nuestro amor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
