CORAZÓN DESTROZADO || AU MIXON || ESPAÑOL

definitivamente estaba herida

DIXON

Nuestro tiempo de ensayo fue bien, nos enfocamos un poco en la música y dejamos la parte coreográfica para el día siguiente.

MJ no me habló durante la clase, definitivamente estaba herida. Okane no se apartó de su lado, pero también se veía molesta con él, bien hecho. En las siguientes clases no podía dejar de voltear para ver a MJ sentada en el último escritorio, no quería volver a sentarse con Okane. Ella parecía tan molesta que ni siquiera se dio cuenta de que la estaba mirando. Durante el almuerzo se sentó en el mismo rincón de siempre y no comió nada, ni siquiera bebió su jugo. Empecé a arrepentirme amargamente de haber sido un imbécil con ella, tal vez algo grave le había pasado a su familia y solo empeoró las cosas. Ella solo quería hablar, y yo fui un imbécil.

—Andi... — le di un codazo a la chica sentada a mi lado en la mesa de la cafetería — Ve a hablar con MJ, sé que realmente lo quieres hacer.

—¿Por qué esto ahora, Dixon? — ella preguntó.

— Se siente mal... ¿Cómo estaba en su habitación esta mañana? ¿Sucedió algo? —Yo pregunté.

— Bueno, pasaron muchas cosas.

— ¿Qué? — La miré pidiendo respuestas.

— Creo que será mejor que hablemos en otro lugar. — Habló mientras miraba discretamente a Jana.

Andi y yo fuimos a un área más alejada de la escuela y nos sentamos bajo la sombra de un árbol en el césped.

— Dixon, ¿qué te pasa? — Preguntó con expresión preocupada.

— No es nada...

— No tienes que fingir delante de mí. Sabes que yo soy más de lo mío y tal vez no lo demuestro tanto, pero eres casi como mi hermano y MJ también... Extraño mucho a nuestra gringa loca.

— ¡No me digas eso!

— Algo pasó entre ustedes, ¿no? — me miró buscando respuestas— Siempre sospeché que ustedes se gustaban y todo eso, pero no estoy segura si ustedes alguna vez...

— Sí. - interrumpí — Nos besamos un día antes de la batalla de bandas. Yo estoy muy, muy interesado en ella, Andi. — Empecé a desahogarme — Creo que "enamorado" ni siquiera es la palabra adecuada para definir lo que siento por MJ. No puedo aceptar que ella haya hecho eso.

— Sabes que tenía sus razones, Dixon. —Me miró seriamente — Tienes que hablar con ella.

—Entonces, ¿por qué no me busca? — pregunté casi gritando.

— ¿Cómo va a hacer eso? Incluso yo he tenido miedo de acercarme a ti estas últimas semanas. Eres grosero con todos. — se quejó — ¿Y alguna vez te has detenido a mirarte la cara en el espejo? Parece que matarás a cualquiera que se acerque.

— Lo siento, Andy. No estoy bien.

— Obviamente. - Ella puso los ojos en blanco.

— Ahora cuéntame qué pasó con MJ... —Pregunté ansioso.

— Fue Jana. Ella ha sido innecesariamente grosera con ella y esta vez MJ explotó y lo soltó todo.

— ¿Todo de qué? — pregunté intrigado.

— Dijo que si hubiera hecho la presentación con nosotros probablemente ya no estaría en el EWS. Dijo que Jana nunca pensó realmente en ayudarla, solo estaba preocupada por vengarse de Sebas.

— Pero Jana siempre quiso lo mismo que nosotros, destruir a la logia por todo lo que hacían. — Me defendí.

— Si. Pero MJ tiene razón, recordó cómo Jana fue amable con Luka y Esteban después de que se involucraron con la logia. Y está bien, yo no juzgo a Jana por perdonarlos... ¿Pero por qué cuando se trata de MJ ni siquiera le da una oportunidad? MJ ni siquiera nos hizo daño.

— MJ está en lo correcto. Hasta el día de hoy, esta historia de Luka no me sienta muy bien. Y MJ realmente hizo mucho menos que ellos, pero es diferente. Es diferente porque no estoy enamorado de Esteban o de Luka, es diferente porque viniendo de ella me duele mucho más.

— Es verdad. Mi padre me dijo una vez que las personas que más amamos son las que más nos decepcionan, porque pensamos que son perfectas y olvidamos que son humanos.

Esa frase me tomó por sorpresa, Andi tenía razón. Necesitaba encontrar una manera de tranquilizar las cosas con MJ.

— Gracias, Andy. Ha pasado un tiempo desde que hablé con alguien así. — Dije verdaderamente agradecido.

— ¿Qué pasa, hermanito? — Dijo levantándose — Sabes que puedes contar conmigo, ¿no? — Andi me tendió la mano y nos saludamos con nuestro clásico puño, que hacía tiempo que no hacíamos con tanta sinceridad, terminé sonriendo y ella también.

— Me tengo que ir, quiero pasar el resto del descanso con mi gatinha. —rió— Y tú también deberías ir tras la tuya.

— Tal vez. - dije riendo mientras ella se alejaba.