Capítulo 12

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Tan solo dos días habían pasado desde las increíbles lecciones del "profesor García" y sus consejos ya estaban surtiendo efecto para Viktor. Había logrado entablar más de una conversación con el moreno durante los descansos de las grabaciones pero a su forma, tanteando terreno con sus posibles gustos y encontrando algunas cosas en lo que coincidían, como gustos musicales. Eran pocos sus gustos en común pero eso no significaba que Volkov no pudiera aprender sobre lo que a Horacio le gustaba... y mucho menos sí el moreno le hablaba y contaba todas las cosas con una emoción y brillo en sus ojos que terminaba por re-confirmarle al soviético que aquel chico le gustaba.

Le gustaba demasiado.

Las demás "lecciones" de Gustabo no habían sido específicamente sobre cosas en las que Viktor debía trabajar de forma más directa, como podía serlo el acostumbrarse un poco más al contacto físico, pero habían sido pequeños detalles sobre Pérez que en algún futuro podían serle de bastante ayuda a la hora de hacer un pequeño gesto o tal vez demostrar su cariño de una forma más indirecta.

Pero lamentablemente hoy su intento de avance sobre su relación con Horacio, se había visto imposibilitado por un fuerte resfriado que simplemente no le dejaba salir de la cama y que terminó preocupando a más de uno de sus compañeros. Digamos que Viktor Volkov era conocido por no saltearse ni un día de trabajo, y que si aquel resfriado le había obligado a hacerlo, claramente no era moco de pavo.
Ashley y Matt realmente no sabían qué hacer cuando los cuatro actores que aún quedaban en pie y llegaron a su sala de reuniones, explicándole lo sucedido y cómo Jack tuvo que obligarlo a quedarse en cama cuando lo fue a buscar para ir a trabajar y vió su estado. No podían grabar sin el soviético, pues era uno de los protagonistas y no podían seguir la trama sin él.

Tenían dos opciones: Suspender la grabación del capítulo hasta que Volkov se mejorara (lo que podía llegar a durar unos cuantos días y no era algo que realmente les convenía a nivel monetario), o escribir un nuevo capítulo (que seguramente iría directo a las plataformas de streaming y terminaría siendo un episodio exclusivo) en tiempo récord y que no afectara la trama principal, que libere tensiones a los espectadores sobre la situación actual de la trama y sea gracioso.

Creo que la decisión de los cuatro quedó bastante clara cuando Horacio y Gustabo (o mejor dicho: Dan y Fred, como se llamarían sus personajes próximamente en la trama) se sacaron una foto junto a Conway antes de iniciar la grabación de aquel atraco que incluía un tío loquísimo vestido de marciano. Y como no, esa imágen fue a parar al Instagram y Twitter de los hermanos con la frase de "yo soy de Chile, Colombia, Bogotá, Argentina, Mongolia", llegando a tener más de doscientos mil likes en la primera mitad de hora.

—¡Bien, comenzamos en diez! — Avisó la muchacha mientras Matt olvidaba momentáneamente su puesto laboral y seguía riendo con Horacio y Gustabo.

—Me tengo que ir, que si no luego Olivia me reclama. — Comentó Matt a los muchachos. —Pero me van a deber esos tragos. — Les señaló acusador.

El castaño había apostado a que los hermanos no podrían terminar ni una escena sin arruinarla con sus risas y es obvio que tenía todas las de ganar.

—Pues el mío te lo paga el ruso cuando vuelva. — Respondió García, no dándose realmente cuenta de lo que estaba diciendo y dejando un poco desconcertado al pelirrojo.

Rivera rió un poco. —Vale, me aseguraré de cobrárselo.

—Venga, vete ya que si no te echan. — Dijo el rubio con una sonrisa.

—Nos vemos, chicos. — Le palmeó levemente el brazo al más alto de modo amistoso y se retiró para cumplir su papel de co-director.

—¿Cómo es eso de que Viktor va a pagar tu apuesta? — Preguntó Pérez con una ceja levantada.

Gustabo rebobinó en lo dicho anteriormente, golpeándose mentalmente por ser tan impulsivo a la hora de hablar. —Me debe un favor. — Hablador impulsivo pero bueno para arreglar sus propias cagadas.

Claro que Horacio no creía del todo aquello, pero conociendo a su hermano, las posibilidades de que en realidad haya hecho una apuesta con el ruso y éste haya perdido, eran bastante altas, así que por ahora lo dejaría pasar.

—¡Empezamos en dos! — Avisó la rubia.

Los celulares fueron guardados y los tres actores intentaron ponerse serios, porque la realidad es que la situación era demasiado surrealista, pero bueno, no se puede negar que en algún lugar del mundo debe haber alguien tan novato como para tener un perro de rehén.
Todos se colocaron en sus posiciones, Jack frente a la puerta de aquella licorería, mientras Horacio y Gustabo se paraban a su lado. La cuenta regresiva fue dada por los cinco dedos de la mano de Ahsley, y haciendo que la cámara comience a grabar al momento que dijo "acción".

Claro que aquella escena no duró demasiado, pues la risa de Gustabo y Horacio logró arruinarla en tan solo cinco segundos al ver al hombre vestido de marciano y contagiando sin problema alguno a todos los presentes en el set. Lo bueno es que lograron calmarse con rapidez y empezaron de nuevo.

—¿Qué asco de mexicano, no? Es que habla muy mal, tío. — Habló el rubio a la vez que el superintendente se paraba frente a él y de Dan.

—Si sigue... si sigue así, te juro por Dios... — Una pequeña risa fue ahogada mientras Jack continuaba diciendo su diálogo y obligando a ambos menores a mantener la seriedad en aquella situación. —Te juro por Dios y por lo que más quieras, que le saco la puta cabeza a hostias, se la saco.

—Que horror, que asco. — A Gustabo ya le era casi imposible ocultar el tono divertido de su voz pero la escena no se detuvo.

—Superintendente, ojalá que rompa negociaciones así podemos darnos de tiros. — Aunque Horacio quería reír, mantuvo su profesionalismo y respondió lo que su personaje debía. Poco a poco el moreno se iba convirtiendo en un excelente actor que... bueno, aún le costaba aguantarse las risas, sobre todo si estaba con su hermano y más en una situación como aquella.

La situación continuó con la mayor normalidad que se podía y que, la verdad, no era mucha. ¿Cómo mantener la seriedad cuando un atracador te dice que es de cuatro países diferentes y, seguramente, confunde una capital con un país? Efectivamente, no se puede, y mucho menos si luego de todo eso te enteras que tiene un perro como rehén. De todos modos, el colmo llegó cuando, de forma improvisada, Gustabo le pidió a un compañero que cacheara al canino (escena que se tuvo que repetir al menos cinco veces porque ninguno de los protagonistas, camarógrafos, microfonistas o hasta los mismísimos co-directores dejaban de reírse).

Estaba claro que aquel episodio no iba a poder terminarse ese mismo día, así que, entre la reescritura del capítulo y el volver a grabar las escenas debido a que eran arruinadas, se les pasó en un abrir y cerrar de ojos una de sus jornadas laborales más graciosas.
No había duda que los tres actores la habían pasado increíble grabando aquello, pero lamentablemente Viktor no había corrido el mismo destino, aburriéndose de sobre manera en su cama mientras la fiebre y el dolor muscular no dejaban de aumentar.

Eso sí, Volkov nunca se imaginó que a eso de las siete y media le llegaría una foto de un muy sonriente Dan con su pulgar levantado en el set de la licorería con el mensaje de: "Futuro éxito de Dan y Fred. De lo que te pierdes, ruso. Espero te mejores :P" y que había logrado sacarle una boba sonrisa y mejorar su día en tan solo dos minutos.

Definitivamente sería una foto que guardaría en lo más profundo de su corazón.

𝟹, 𝟸, 𝟷... ¡𝙲𝚘𝚛𝚝𝚎!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora