⚠️TW//Acoso⚠️
La cara de disgusto de Viktor no se borró ese día, tampoco el siguiente, ni hasta terminar la semana, y es que siempre que creía que el tal “Claudio” había terminado de una vez con su asquerosa actitud (tanto dentro como fuera de personaje), volvía a decir o hacer algo que no solo le molestaban a él, sino que a todos sus compañeros. En especial a Horacio, quien era el blanco favorito de aquel sujeto para sus coqueteos baratos y frases subidas de tono que, a ojos de todos, claramente incomodaban al moreno, pero, a los ojos del castaño, casi podían ser consideradas cosas que podrían usarse como consejos en un bestseller de “cómo aprender a coquetear”.
La mirada fulminante del ruso no se separaba del hombre con maquillaje de calavera y sus puños cerrados de la rabia eran escondidos por sus brazos cruzados. Estaba furioso con aquella actitud de mierda, y no porque le coqueteara a su novio, sino porque ha logrado oír las quejas sobre Claudio de algunos maquillistas y vestuaristas. No tenía dudas de que ese hombre era simplemente un depredador más en busca de cualquier tipo de presa inofensiva para atacar cuando nadie le estuviera viendo, pero no tenía las pruebas suficientes para decir nada y tampoco podía denunciarlo por simplemente coquetearle a la gente.
—¡Ruso! — Le llamó Conway por lo bajo, por fin captando la atención de su amigo. —Y hasta que me prestas atención, joder.
—¿Qué pasa? — El tono usado por el peligris terminó sorprendiendo al mayor, pues había salido más seco e irritado, algo que no es normal en él y del cuál se dió cuenta rápidamente al ver la cara de Jack. Suspiró pasando una mano por su cara. —Lo siento, yo- simplemente no me agrada este tipo.
—A nadie le agrada pero no hay nada que realmente podamos hacer.
—¡Horacio! — El grito de Matt alertó a ambos adultos, viendo cómo en cuestión de segundos, Claudio se encontraba en el piso tapando su nariz debido al dolor producto del derechazo dado por el moreno.
—¡No me vuelvas a tocar, idiota! — Dijo furioso, señalando al hombre en el suelo que le veía con un notable enojo. —¡Las manos las dejas quietas, que tocarme el culo no estaba en tu puta línea!
—¡Estás loco!
—¡¿Quieres que me ponga realmente loco?! — Pérez amagó a abalanzarse sobre el castaño, quién intentó protegerse, pero los brazos de Volkov rápidamente lo rodearon por la cintura para alejarlo y evitar que haga algún tipo de locura que haría que su intento de “hacer justicia” solo termine siendo un tiro que le saldría por la culata. —¡Suéltame! — Intentó removerse para zafarse pero Viktor ya lo había alejado del set, aunque recibió un codazo y un puñetazo de regalo por parte de su novio hechos para liberarse.
—Дерьмо (Mierda). — Murmuró el ruso por el creciente ardor en su mejilla. Horacio sí que pegaba fuerte. —Ugh. — intentó centrar la vista nuevamente al pestañar un par de veces. Aquel golpe lo había dejado realmente atontado.
Recién ahí fue cuando el peliazul cayó en cuenta de lo que había hecho, llevándose ambas manos a la boca. —¡Joder, lo siento! ¡¿Estás bien?! — Estaba claro que su enojo le había cegado momentáneamente, clasificando a cualquiera que se le acercara como una posible amenaza o peligro. Pero bueno, el lado positivo era que las clases de autodefensa que tuvieron en sus seis meses de adaptación, habían servido de algo.
—S-Si, si… estoy bien solo- creo que me dejaste tonto. — Dijo tomándose la cabeza con una mano y apoyándose contra la pared.
—Bueno… que tampoco necesitaba un golpe pa' tenerte atontao', ¿sabes? — Viktor rió asintiendo, dándose cuenta que ya la tensión de lo sucedido se estaba disipando lentamente, sobre todo en Horacio, que era quién había sufrido la peor parte.
—¿Cómo te sientes? — Preguntó con suavidad. Quería ayudar y aunque sabía que no podía evitar lo ya sucedido, al menos se tomaría el tiempo de escuchar a su pareja si decidía descargarse o hablar del tema.
—Enojado y… asqueado. — El moreno se sentó en el suelo del blanco pasillo en el que se encontraban, ya que su destino original era el camerino de ambos hermanos, pero el recorrido fue interrumpido por los golpes al ruso.
—Lamento- lamento que te haya sucedido esto. — Dijo, aún con preocupación.
—Bueno… — Suspiró. —Al menos… no me siento tan afectado, ¿sabes? Estoy molesto, sí, pero ya no puedo cambiar nada, el golpe ya se lo dí y ya está, nada más puedo hacer. — Levantó los hombros sin interés. —Además, el único al que le dejo tocarme el poto es a ti. — Sonrió, intentando usar la comedia como un método para terminar de alivianar las tensiones.
El sonrojo no tardó en hacerse presente en el rostro del mayor, más no era el momento para aquellos comentarios. —Horacio… — Reprendió con seriedad.
—Lo siento, lo siento… pero es que- bueno, tío, que tampoco… tampoco me sorprende que haya pasado, ¿sabes? Solo no esperé que me pasaría a mí.
—¿A qué te refieres con que no te sorprende que haya pasado?
—Ya se lo hizo a una de las maquillistas. — El crestudo miraba al frente, pero pudo sentir a su novio sentarse a su lado. —El… otro día la vi rara a Zoé y le pregunté si le había ocurrido algo. — Viktor lo escuchaba atento. —Claramente me dijo que no, pero apenas llegó Claudio, se asustó y evitaba relacionarse con él. Cuando… cuando se fue, le pregunté si le había hecho algo, no me dijo nada pero… me miró y- no se como explicarlo… pero ella tenía miedo, Vik. — Los ojos bicolores de Horacio se encontraron con los del mayor, quién no había dejado de oirle en ningún momento. —Le dije que debería hablar con Olivia, pero no quería, tenía miedo que Claudio le haga algo si se llegaba a enterar y me hizo prometer que no diría nada.
—Horacio… ¿hace cuánto fue esto?
El nombrado volvió a mirar al frente, apoyando sus brazos sobre sus rodillas y esperando unos segundos antes de responder. —Cinco días.
—Joder…
—Si…
—¡Oigan! — La voz de Gustabo hizo eco por el vacío pasillo mientras corría hacia la pareja. —¡Los estuve buscando por todos lados, vengan la policía se está llevando a Claudio, esto está de puta madre! — Sonreía emocionado por lo que estaba pasando, confundiendo a Horacio y Viktor, quienes rápidamente se levantaron del suelo para seguirlo hasta donde todo estaba tomando lugar.
—¡Suéltenme, hijos de puta! — Gritaba aún esposado mientras lo metían al patrulla.
—¿Cómo…? — Dijo confundido Horacio, dejando su pregunta implícita.
—Apenas se piraron ustedes dos, Christian llamó a la policía. — Habló Conway acercándose mientras todos veían a aquel idiota marcharse en el asiento trasero de un coche policial. —Y entre que llegaban y se aseguraban de que habían grabado lo que ocurrió para presentárselos, una de las maquillistas habló con Olivia. — El coche desapareció de la vista de todos y decidieron volver a entrar al divisar a los peatones curiosos que se habían puesto a grabar todo el espectáculo. —Al parecer Claudio le hizo algo parecido y se ocuparon de revisar las cámaras de seguridad para sumarlo como evidencia… Vamos, que el tío necesitará un abogado de puta madre para que lo saque de ésta.
—Si, y yo no pienso pagárselo. — Habló Christian al escuchar lo dicho mientras pasaba por su lado, asqueado con el solo hecho de pensar que compartía sangre con aquel individuo.
—Y bien que haces, tío. — Le halagó Gustabo, situándose al lado de Jack y dejando atrás a Viktor y Horacio, permitiendo que el mayor aproveche y abrazara a su novio por los hombros para acercarlo más a él, siendo recibido y correspondido con gusto por parte del moreno, dejándose envolver por la protección y calidez que la simple presencia de Volkov le brindaba.
Tal vez lo sucedido no le había afectado a Horacio como le ocurrió a Zoé, pero ahora ambos podían estar más tranquilos y seguros, esperanzados de que Claudio recibiera la condena que se merecía.
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𝟹, 𝟸, 𝟷... ¡𝙲𝚘𝚛𝚝𝚎!
FanfictionTodos conocen a sus personajes, pero ¿qué pasa cuando las luces y las cámaras se apagan? Portada hecha por @AbsolutVolkacio en Twitter