Solo fue cuestión de que pasara un día para que tanto Horacio y Gustabo se cansaran de no ver sus habituales colores de cabello al levantarse, por lo que no les quedó de otra que volver a teñírselo o decolorárselo. Y menos mal que lo habían hecho, pues al día siguiente debían despertarse más temprano de lo habitual y era un verdadero milagro que no se estuvieran quejando al respecto, pero bueno, al fin y al cabo era algo que ambos habían estado queriendo desde que comenzaron a actuar en aquella serie.Su primera entrevista había llegado.
—Aún no puedo creer que cambiaste el rojo por el azul. — Dijo Gustabo una vez Mary, la maquilladora de turno, terminaba con él y se retiraba.
—Un cambio de vez en cuando no hace mal. — Respondió Horacio, terminando de hacerse su propio delineado. —¿Están iguales? — Miró a su hermano para mostrarle su maquillaje.
—Mmm… a ver dame eso. — Le quitó el delineador de la mano y tomó su mentón para mantenerlo en el lugar. —Cierra los ojos. — Pidió, cosa que el moreno hizo en seguida.
—No me lo exageres, quiero que se vea casual. — Dijo casi rogando.
—Horacio, tu delineado dejó de ser casual en el momento de que le hiciste una cola de cuarenta kilómetros.
—No es tan grande…
—Ya, y yo soy la reina de Inglaterra. — Comentó con sarcasmo, oyendo una burla con voz aguda por parte del menor. —Calla, que tengo que concentrarme. — El moreno guardó silencio, simplemente esperando que su hermano no le cagara su delineado.
—¿Ya termin- — La voz del peligris fue cortada al ver la escena que estaba ocurriendo frente a sus ojos.
No era la primera vez que Volkov veía a Horacio con maquillaje, pero si la primera que veía a Gustabo arreglándole el delineado.
García tomó una pequeña toallita desmaquillante y con cuidado acortó levemente la cola de aquel maquillaje. —Ya, listo, ahí tienes tu delineado casual. — El rubio tomó un espejo de mano y se lo extendió al peliazul, quién se observó en aquel objeto bastante impresionado.
—Joder, me encanta. — Sonrió.
—Ahora ve que tu entrevista te espera. — Le palmeó levemente el brazo y luego se dispuso a guardar el maquillaje que su hermano había traído, ya que su turno en la entrevista era justo luego de la de Horacio y Viktor.
Pérez se acercó animado al hombre que vestía un polo de marca Lacoste. El moreno jamás lo admitiría pero creía que hoy Volkov estaba bastante guapo… bueno, siempre le parecía guapo, pero hoy estaba más guapo de lo normal.
—¿Vamos? — Dijo con una sonrisa que por fin hizo reaccionar al ruso, quien sin darse cuenta se le había quedado mirando de la forma más embobada posible.
—E-Eh, si, si… vamos. — Tartamudeó, maldiciendo para sus adentros a su lengua traicionera.
El ruso se corrió de la puerta para dejar pasar al muchacho de mirada bicolor, y antes de irse, dió un último vistazo al rubio que aún se encontraba guardando las cosas. El ojiazul levantó su mirada y le hizo un pequeño gesto para que tuviera cuidado con lo que hacía o decía. Puede que Gustabo no fuera una real amenaza para Viktor, pero lo que de verdad le daba miedo era meter la pata y lastimar a Horacio. Eso es algo que jamás se perdonaría, con o sin enamoramiento.
Ambos actores caminaron por los pasillos del desconocido edificio, siguiendo las indicaciones de las personas que se cruzaban y llegando sin problemas al lugar donde iba a ser grabada la entrevista.
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𝟹, 𝟸, 𝟷... ¡𝙲𝚘𝚛𝚝𝚎!
FanfictionTodos conocen a sus personajes, pero ¿qué pasa cuando las luces y las cámaras se apagan? Portada hecha por @AbsolutVolkacio en Twitter