Se quién eres. // Akaren.

Capitulo 5

Hola Queridos (as) lectores. Primero que nada les pido una disculpa por no actualizar en casi un mes, debido a qué desafortunadamente tuve un Bloqueó Mental y eso impidió a qué escribiera algo de calidad.

Segundo, en este mes tendrán actualizaciones constantes y fluidas. No puedo asegurar cuántas veces llegué a publicar un capítulo pero trataré de qué cada semana tengan uno.

Sin más que decir

¡Disfruten la lectura!

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Los días pasaron como Usualmente debieron hacerlo, ambos muchachos habían puesto una inevitable barrera que les dificultaba el volver a dirigirse la palabra ¿Por qué tan de repente su amistad se había vuelto tan amarga? Seguro era por el conflicto que hasta hace unos días les provocó una ola inmensa de emociones negativas que poco a poco los hicieron distanciarse. Pero, el hecho de qué no se hablarán no significaba que no deseaban hacerlo pues el pelirosa quería ir con su amigo cada que lo veía pasar por el pasillo de la institución, quería caminar con él hasta sus casas mientras disfrutaban un snack u otras cosas, pero al parecer quería darle su espacio después de haber literalmente “Criticado” a la persona que derrochaba los suspiros del Rubio.

Por otra parte, Kyojuro estaba sentado en su pupitre con el rostro hundido en sus brazos que estaban recargados en dicho objeto, avergonzado por tomar esa actitud tan Hostil y agresiva con su mejor amigo por un problema carente de sentido y que hasta ahora, era el que más había afectado su salud mental. Le estaba siendo difícil despertar cada mañana, cosas tan fáciles como asistir al colegio ahora le costaban trabajo realizar... Es como sí el brillo espléndido que emanaba ese Muchacho con el cabello característicamente rosado (Color que inconscientemente se había vuelto su color favorito) le ayudará a absolutamente todo, es decir, desde siempre juntos habían hecho de todo  y el tener qué estar separado de dicha persona, le agotaba la energía que siempre parecía portar.

En pocas palabras los dos estaban llevando una pelea interna para poder darle el espacio que el otro creía necesitar, cuándo verdaderamente lo que ambos necesitaban era estar juntos como la tierra que nutría las raíces de un inmenso y fuerte árbol de roble.

¿Alguna vez oyeron hablar de las almas gemelas hechas amigos? Seguro sí, pues ese era el caso qué tenían estos dos jóvenes ya qué realmente deseaban, no, esa palabra se quedaba corta a lo que realmente querían; Anhelaban volver a lo que antes eran y apenas habían pasado 2 semanas desde el acontecimiento.

Las clases pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Kyojuro y Akaza prepararon todo para poder ir a sus respectivos hogares dónde seguro se seguirían lamentando su abrupto cambió de Actividades ¿Que podría salir mal? Todo, absolutamente todo, o eso creían esos dos muchachos qué sin quererlo se encontraron cara a cara en un interminable pasillo angosto que daba paso a las escaleras del primer piso. Los ojos envidiablemente dorados de Akaza se quedaron viendo atentamente la mirada Extravagante del Rubio que parecía disfrutar de ese contacto visual, es como si ellos fueran unos entrañables amigos qué por azares del destino no pudieron seguir teniendo contacto.

Justo cuándo Akaza daba media vuelta para dirigirse hasta otro lugar y poder bajar por las escaleras de servicio, sus oídos eran inundados por la voz conocida de su querido compañero qué de apoco sentía cómo le lanzaba unas sinceras disculpas, cosa que le provocó un sentimiento de Confusión haciéndolo voltear; encontrándose con una escena algo peculiar.

Rengoku: ¡Akaza! Por favor no te vayas....Yo desde hace unos días he querido pedirte disculpas por portarme tan pedante el día en el qué estabas diciendo cosas de April... Fuí un completo idiota lo lamento.

El muchacho de melena rosada se quedó estático, sin decir nada, sin hacer nada, solo mirando o Admirando la faceta qué le resultaba muy linda de su gran amigo. Quiso correr hasta él, abrazarlo y decirle que todo estaba bien pero algo se lo impedía, era como si lo hacía no iba a poder parar de hacerlo y no quería incomodar al de cabellos dorados así que optó por sonreírle, observando cómo Kyojuro comenzaba a sobredisculparse.

Rengoku: Me dí cuenta qué no hay nada qué me afecte más que.... No estar contigo, y no me malinterpretes con eso quería decir que, tú eres el brillo qué hace que me despierte cada día, tú eres como la gasolina que llena mi cuerpo de energía.... Eres mi mejor amigo y no quiero perder nuestra valiosa amistad por producto de mi estupidez ¿Podrías perdonarme?

Poco a poco, los ojos inmensos de ese Extravagante muchacho se vieron inundados por las lágrimas salinas qué se aproximaban a brotar de ahí mismo, poniendo en alerta los sentidos de Akaza que no dudo en caminar con apresuró hasta Kyojuro, tomándolo entre sus brazos para posteriormente hundir el rostro lagrimeante de este mismo en su pecho mientras recargaba su mentón en la parte superior de la cabeza de Kyojuro, para después poder acariciar su espalda con el dorso de su mano, intentando con esto darle un poco de tranquilidad.

Akaza: Siempre fuiste tan dramático, pero me sentía igual que tú. Es como si tu sola presencia hiciera qué yo fuera alguien distinto, fuera... El verdadero Akaza y yo también quería pedirte perdón por hablar mal de April, de una persona que no conozco realmente. En serio, lo lamento, lamento alejarme como si nada pero quería darte tu espac...¡Auh!

La oración próxima a salir de la boca de Akaza se vió irremediable interrumpida por un golpe en la parte inferior de su mentón, quién le fue amablemente otorgado por la cabeza de ese Joven sollozante.

Rengoku: ¡No digas eso, el único idiota aquí fuí yo! Ella no me interesa tanto como lo haces t.... Eh, quiero decir.

Akaza: ¡Kyojuroooooou! Jamás habías dicho eso en voz alta, eres tan lindo

Rengoku: Emm...si, bueno ¿Te parece si vamos juntos a Casa, Akaza? JAJA tu nombre es un divertido juego de palabras.

Akaza: Nada me haría más feliz que poder caminar contigo... Kyojuro.

Ambos se dedicaron una sonrisa cálida, yendo así juntos como siempre lo hacían, disfrutando de la luz del atardecer que hacía juego con la cabellera de Kyojuro.