Capítulo 8

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Confrontación

Aquélla noche tuvo como principal ingrediente, una cucharada de amargura y preocupación proveniente de Kyojuro, quién se encargó de velar por el descanso y salud de su amado compañero qué reposaba en un nuevo sitió de su casa

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Aquélla noche tuvo como principal ingrediente, una cucharada de amargura y preocupación proveniente de Kyojuro, quién se encargó de velar por el descanso y salud de su amado compañero qué reposaba en un nuevo sitió de su casa. Por primera vez, su corazón se inundaba de enojo; un enojo qué iba en aumento al ver el rostro mallugado de Akaza y el notar cómo sufría teniendo las costillas rotas ¡Esa maldita loca debía pagar por eso!

A la mañana siguiente, Kyojuro y su presencia derrochante de ira, caminaba por todos los lugares reconditos de su escuela, con la intención de encontrarse con April para así mismo, confrontarla y terminar con todo de una buena vez. De pronto, su búsqueda llegó a su fin cuándo visualizó como esa Joven comía tranquilamente un pudín de chocolate, sentada en una banca situada frente al cerezo qué adornaba el patio principal. Verla tan serena, tan pacífica, tan cínica, simplemente le revolvía el estómago y provocaba que quisiera decirle todo lo que tenía guardado para ella, pero desafortunadamente no podía arriesgarse, no podía arriesgar a su querido amigo, Akaza...

Apretó fuertemente los puños, caminando directamente hasta ella pero antes de que pudiera decir algo, April lo recibió con una frase que heló por completo a Kyojuro. Su voz era tan despreocupada, tan egoísta, era tan repugnante y hasta ahora podía darse cuenta de ello.

April: Escuché qué Akaza está delicado de salud... Dime ¿Cómo se encuentra, Kyojuro?

Kyojuro: No sé cuáles son tus intenciones, intentando disimular lo qué le hiciste. Eres despreciable ¡No conseguirás nada con eso!

April: ¿Qué me acabas de decir?

Kyojuro: mírame bien April, Akaza es más importante que nadie existente en este mundo mortal ¡Nunca! ¡Óyeme bien! Jamás volverás a tocarle un solo cabello.

April: ¿¡Repitelo!? ¡Dímelo una vez más! ¿JAMÁS VOLVERÉ A TOCARLO?

La piel de Kyojuro se crispo, su boca dejó de producir saliva, un sudor frío recorrió su espalda, quiso vomitar pero su determinación y el cariño que le tenía a Akaza, era mucho más que el miedo qué le carcomia. April volteó a verlo con una mirada tétrica; sus pupilas estaban dilatadas, el pudín que tenía justo en las manos, ahora se trataba de un líquido espeso que recorría los dedos de dicha joven, su rostro reflejaba perdición, casi como si ella no tuviera una alma.

April: ¿Es más importante que nadie? Sí, estoy segura que así es ¡Debí matarlo! ¡Debí molerle los huesos a golpes! Dejar sus encías sangrando y que sus ojos brotaran de sus cuencas para poder ver el bello color de sus pupilas doradas ¡Dejar que una maldita rata hiciera un hoyo en su abdomen y que mordiera su intestino, aún estando vivo!

Kyojuro: ....

April: Haré todo lo posible para qué me pertenezcas... Si es necesario, asesinarte será una opción que tomaré en cuenta.

Al rubio le costaba respirar, estaba petrificado del miedo ¡Como una chica tan linda como ella podría ser capaz de arrebatarle la vida a personas inocentes! Ahora estaba consiente de lo peligrosa que podría llegar a ser, de lo que podría hacerle a Akaza. Debía tomar una mejor decisión o de lo contrario... Perdería al Pelirosa de su vida.

Todo el día fue particularmente cansado para el joven de cabellos dorados qué solo se la pasó con una increíble jaqueca casi como si hubiera ingerido varios litros de alcohol la noche anterior ¿Que debía hacer? ¿Cómo podría proteger a Akaza de aqu...

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Todo el día fue particularmente cansado para el joven de cabellos dorados qué solo se la pasó con una increíble jaqueca casi como si hubiera ingerido varios litros de alcohol la noche anterior ¿Que debía hacer? ¿Cómo podría proteger a Akaza de aquélla fémina desquiciada? ¡Mierda!

Sin poder aguantar más, Kyojuro se dejó caer al suelo de su aula, quedando inconsciente por toda la preocupación que cargaba encima. De repente, al despertar, se vió recostado en la cama de la enfermería, no supo cómo llegó ahí pero estaba seguro de qué alguien lo llevó justo en donde se encontraba. Casi como si se tratará de magia, sus ojos dejaba salir una lluvia de lágrimas salinas mientras varias imágenes de la sonrisa de que querido amigo llegaban como Flashblacks hasta su mente, eran recuerdos, recuerdos que no estaba dispuesto a olvidar.

Flashblacks

Akaza (8 años)
¡Kyojuro! Prometamos algo ¡Por favor!

Kyojuro (8 años)
¡Claro que sí Akaza! ¿Qué es?

Akaza:
Prometamos que siempres estaremos juntos ¡Que nadie podrá separarnos! Y que algún día ¡Seremos felices juntos!

Kyojuro:
¡Lo prometo! También prometamos que estaremos el uno para el otro ¡Quién rompa la promesa, deberá gritar su mayor miedo!

Akaza:
¡Hecho!

Fin del flashblack.

¿Qué era lo que ahora mismo estaba sintiendo? Una mala idea, una idea de la cuál se arrepentiría, pero era la mejor salida..

Kyojuro: Maldita sea...

Se quién eres. // Akaren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora