Capitulo 17

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La penumbra se adueña de la habitación.

Kyojuro no podía soportar el dolor punzante que tenía en el costado izquierdo de su estómago, era un dolor agonizante, sentía su cuerpo entumecido y sus ojos cada vez perdían la visibilidad de su entorno

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Kyojuro no podía soportar el dolor punzante que tenía en el costado izquierdo de su estómago, era un dolor agonizante, sentía su cuerpo entumecido y sus ojos cada vez perdían la visibilidad de su entorno. Pero entonces, el rubio semi inconsciente escuchó un grito desgarrador y una silueta difuminada, la cuál se aproximaba a él.

¿Quién es? ¿Mamá? ¿Papá? Ayúdenme por favor...

Ruka: ¿¡KYOJURO!? ¡¿KYOJURO!?

La mujer pelinegra se dirigió rápidamente al cuerpo moribundo de su primogénito, siendo sus piernas el soporte perfecto para que la cabeza de Kyojuro reposará en ellas. Nuevamente de la garganta de la amorosa madre salió otro grito, pero está vez iría a su esposo; era una órden pues el Hombre apenas entraba por esa puerta.

Ruka: ¡Llama a una ambulancia por favor! ¡Por favor!

El Padre que era más que parecido al joven con la herida sangrante se quedó estático, su amado hijo estaba apunto de morir. No espero ni un solo segundo y tragándose las ganas de llorar, de su bolsillo sacó su teléfono móvil para posteriormente digitar en este mismo el número de Auxilio, mientras la madre lloraba desconsoladamente por el temor de que su pequeño muriera.

[...]

Una semana angustiante transcurrió desde que Kyojuro fue agredido, desde que aquella psicópata casi le arrebataba la vida a alguien que apenas la estaba por iniciar. Los padres del rubio estaban preocupados pues no había despertado por una semana entera, incluso habían pensado en que caería en coma, pero no fue así, ya qué en un día cualquiera, finalmente abrió los ojos.

Ruka, su madre, estaba sentada cerca de la cama de hospital en dónde reposaba el cuerpo de su hijo. Lo primero que vió Kyojuro fue el hermoso rostro de su madre, aunque sea veía totalmente demacrado; sus ojos estaban tan hinchados como si su presencia fuese alérgica para ella, seguro había estado llorando demasiado.

Kyojuro: Hola madre, buenos días..

Dijo en unas palabras casi inaudibles, después de todo una semana no era suficiente para que su herida se curará del todo y seguía estando débil.

Ruka: ¿Eh?, Kyojuro... ¡SHINJURO! ¡Shin-!

Literalmente a la mujer le importó un camote el hecho que su esposo entrará por la puerta de la habitación de Kyojuro, ella se abalanzo hasta la cama de su "bebé" antes de que Shinjuro la detuviera.

Shinjuro: Querida, nos alegra que esté despierto pero aún esta delicado, no seas brusca.

Ruka: ¿Cómo puedo no serlo? Mi bebé durmió por mucho tiempo...

Se quién eres. // Akaren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora