El timbre sonó con insistencia, era domingo ¿Por qué tenían que molestar un día domingo? Se supone que hoy no está mamá y como no está ella, puedo dormir hasta tarde, pero no, tienen que tocar a tu puerta y despertarte ¿Qué hora era? Mire el reloj que marcaba el celular, siete de la mañana, fulminaría con todo mi ser a quien estuviese ahí fuera en este momento, o mejor aún, no le abriría la puerta, que sufra mi dolor... aunque pensándolo bien seguro tocaría el timbre hasta que alguien saliera.
Con los pies arrastrando, baje las escaleras, bostezaba en cada paso que daba todavía tenía sueño, mucho sueño. Ring, Ring, Ring...
- ¡Ya voy! - grité mostrando mi enfado, en estos momentos no estaba de humor para estar mostrando buena educación. Saque todos los seguros de la puerta, agarre el pomo y mientras lo empujaba hacia dentro, dije refunfuñando- ¿Qué necesita?
-Wow, eres toda una reina de belleza cuando estas recién despierta Vernabell, linda pijama- Levante la vista y mis ojos se abrieron como platos de pura sorpresa, el me miró de pies a cabeza con sorpresa y sonrió burlescamente- deberías aprender a controlar tu ira, podrías lastimar los tímpanos de tus pobres vecinos con esos gritos.
- ¿Tu? ¿Por qué? ¿Qué haces? - tartamudee incapaz de formular una pregunta coherente ¿Qué demonios me pasaba?
- ¿Estas balbuceando? - Pregunto mientras se ponía pensativo, luego sus ojos se iluminaron- ¡No me digas que recuperaste la memoria! -Piensa en algo coherente Rita...
-Me debes una, grandísimo idiota. No, no recuperé mi memoria... ¿Qué haces en mi casa? ¿Quién te dio mi dirección? ¿Con qué derecho me levantas a las siete de la mañana un bendito día domingo?- Estaba furiosísima, no me importó que escucharan mis delirantes preguntas; vestido con uniforme deportivo, Dante se encontraba con una sonrisa de suficiencia frente a mí, la cual se convirtió en una mueca de disgusto.
- ¡Hey! Señorita "No tienes por qué ser tan maleducado", tranquilízate, una dama no debe expresarse de esa forma tan soez, que dirán los vecinos-... se burlaba en modo dramático hablando con una vos delicada.
-Me importa un comino lo que piensen de mí...
- ¿Quieres dejar de interrumpir? Es de mala educación hablar, mientras otra persona lo hace- interrumpió ¡Jah! El viene a darme modales a mí-... Para empezar yo no sabía que vivías aquí, mamá me mando a traer unos postres para los vecinos, recién nos acabamos de mudar, mientras acomodaba la cocina se le ocurrió la brillante idea de invitarle algo en modo de llevarnos bien, pero no tenía idea de que "los vecinos" se molestarían por llamar a su puerta temprano y empezarían a gritarme e insultarme sin derecho a alguno, solo por el hecho de...
-Ya, ya, ya, déjate de dramas- Pinche karma, ahora no tenía que aguantarlo solo en el colegio sino que también tenía que hacerlo en mi casa. ¡Mierda! Seguro estaba pagando algo del pasado- ¿Cuándo te mudaste?
-Desde el lunes, mi familia empezó a traer la mueblería mientras yo me quedaba en nuestra anterior casa, por eso no fui al colegio- fruncí el ceño, no me había percatado de que no estuviera en clases.
Se dio cuenta de mi expresión y con exagerado dolor dijo- ¿Ni siquiera notaste que no estaba en clases? Golpe bajo, yo que creí que éramos buenos amigos... Claro, como andas con Lewis de acá para allá, risitas jijiji jojojo, miraditas furtivas- Hizo una expresión como de vomito y asco, eso era pasarse de la raya.
-No seas asqueroso, discúlpame si no me di cuenta, pero yo no estoy pendiente de quien entra y sale, va o no al colegio, tengo mis propios problemas.
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Efervescencia
Novela JuvenilEsta prohibido todo intento de plagio. Registrado en Safe Creative. Copyright © Identificador: 1504013755401 Todos los derechos reservados. Dale estrellita su te gustó. -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- Ritania Vernabel, una chica con una vida norm...