"Efervescencia"

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            Ritania

―Dante, tienes que reaccionar, no dejes que el gane ―intenté hacerle entrar en razón, tenía que intentarlo ―, el solo te está usando, entiéndelo ―él daba un paso tras otro sin detenerse, el final se estaba acercando, mi final, no sabía qué hacer, tenía que detenerlo porque si él me mataba, en un futuro lo recordaría y si lo hacía se torturaría a sí mismo... ―Eliot, si quieres mátame tú, pero no dejes que Dante lo haga, por lo que más quieras, haz que se vaya de acá...

― ¿Y evitar tu sufrimiento? Ni soñarlo, este es el mejor espectáculo que tuve en mi vida y no permitiré que lo arruines.

―No te dejes llevar por la venganza, si nuestros padres cometieron errores no debemos cobrarlos o pagarlos nosotros. Si me dejas libre, te perdonaré... ―tenía que hacer que el mismo lo hiciera, con una sola distracción haría que Dante me matara con más dolor o bien el mismo Eliot lo haría.

― ¿Qué fue lo que dijiste? Detente ―gracias a Dios― tu no me vas a decir que me vas a perdonar niña estúpida ―se acercó a mí y empezó a golpear como aquella vez― hija de puta ―golpe― zorra ―golpe― maldita ―golpe, y así entre insultos y golpes, gritos y llanto mi cuerpo se había sensibilizado al grado de ya no sentir dolor, pensé que no viviría después de esto, y me puse a recordar los momentos felices que había pasado con mama, con mis amigas y por último con Dante, no me iba a poder despedir de nadie, solo de él, aunque estuviera inconsciente.

―Dante ―tenía la voz rasposa, saque lo que tenía guardado antes de que pasara a otra vida―, lo siento, todo esto es mi culpa, lamento haberte lastimado, lamento no haber dicho lo que sentía por ti, y puede que suene ridículo y patético o incluso de telenovela, pero antes de morir quiero que sepas que me gustas, te quiero e incluso podrías decir que te amo.

―Pero que tonta, sabes que no es Renegan y aun así intentas despedirte, debiste haber aprendido que los sentimientos son una excusa para los estúpidos  que son irracionales. Que mal que no vivirás para aprenderlo...

Yo no era consciente de lo que él decía, poco a poco me fui desvaneciendo, yendo a ese mundo donde todo es paz y tranquilidad, adiós mamá, Gaby, Alexa, adiós Dante...

Dante

"Te amo", solo basto eso para poder volver a la realidad y despertar, busque a Ritania con la mirada, el horror se apoderó de mí cuando la vi tirada, inconsciente y golpeada, más de lo que recordaba...

―Con eso ya debiste haber muerto, perra ―a su lado estaba sentado Lewis, riendo como un maldito desquiciado, lo peor e inimaginable se me vino, Ritania muerta, no, no podía ser posible, avancé hasta donde estaba Lewis y le aseste un golpe en la cabeza, lo tumbe sin más y empecé a tirarle puñetes una y otra vez, él me las pagaría aquí y ahora.

― ¿Cómo pudiste? Monstruo, maldito ―mi vista se hizo borrosa a causa de las lágrimas, me sentía impotente por no poder salvarla, se lo había prometido. ¿Por qué había pasado esto? Ritania perdóname...

―Llámame lo que quieras, al fin pude acabar con ella ―su risa me daban nauseas, personas como él no deberían existir, lo mataría, lo torturaria en nombre de ella.

―Dante, detente ―una voz femenina me habló, seguí golpeando, no me importaba nada.

― ¡Alto! ―me agarraron por detrás dos sujetos  y al maldito ese también.

―Suéltenme, lo mataré como mato a Ritania ―me revolví para que me soltaran, no lo logre.

―Mi venganza está cumplida, y no pudiste detenerme, ahora sufre Renegan. ¡Sufre! ―Si hubiera podido le hubiera tirado un tiro en la cabeza en ese momento;  los policías me sujetaron con fuerza y se llevaron a Lewis lejos de mi.

―Ritania no está muerta ―la señora Vernabell se acercó a mí, llorando, me tomó del rostro y trato de convencerme de que así era. Mire hacia donde estaba el cuerpo, dos paramédicos la revisaban, me tumbe al suelo y me puse a llorar, me sentía como un niño indefenso, incapaz de hacer nada. Como pude me arrastre hasta donde se encontraba ella, no me dijeron nada cuando me acerque, estaban por subirla a una camilla, sus heridas tardarían un buen tiempo en sanarse, el verla a ella me hizo reflexionar sobre el maltrato, jamás en la vida yo la tocaría de esa forma, y mientras existiera no dejaría que nadie le tocase siquiera un solo cabello, mi misión sería esa a partir de ese momento, lo juraba, a Dios, al universo, a quien fuese.

Ritania

Sentía mis ojos pesados, antes de intentar abrirlos hice una revisión del estado actual de mi cuerpo, me dolían las costillas y el estómago cuando respiraba, mi cara no tanto, el dolor era soportable, sentí las vendas en mis manos, y algo tieso en el brazo y en la pierna, yeso, supuse. Uff tardaría un buen tiempo en sanarse... Abrí los ojos lentamente, la luz era muy fuerte.

― ¿Ritania? ¡Oh! Gracias a Dios despertaste mi niña querida, estaba tan preocupada ―mamá sonreía y lloraba al mismo tiempo, esboce una sonrisa para que no se preocupara mas.

―Hola mama.

― ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba? No me vuelvas a hacer esto de nuevo.

―Lo siento, no era mi intención preocuparte, es solo que tuve una crisis, donde supuestamente recordé todo, pero lo recordé mal... ―no quería pensar de nuevo en eso― Pero ahora ya todo está claro, recupere la memoria, te recuerdo a ti ―me dio un suave beso en la frente―, aunque... ¿Puedo hacerte una pregunta?

―Claro, no hay problema.

― ¿Por qué no me contaste sobre papa? ―se revolvió un poco en su asiento pero contestó.

―Porque tenía miedo de que con ello llegaras a recordar los malos días que tuvimos cuando los dos peleamos y luego cuando... ―se aclaró la garganta― falleció... Quería que en lo posible empezaras de nuevo y dejaras atrás el pasado.

― ¿Y Eliot? ¿Qué pasó con él? ―el tema de mi padre ligaba con él, pensé en la posibilidad de que estuviese en la cárcel, y luego que podría escapar y acabar lo que empezó, la piel se me erizo. Los ojos de mamá se oscurecieron.

―Está muerto, enloqueció cuando lo metieron a la cárcel, se suicidó al día siguiente, era un maniático que hasta el último momento disfruto el creer que estabas... Mejor cambiemos de tema, ya no debemos preocuparnos de él.

―Tienes razón, pero necesitas saber algo que él  me dijo,  era mi medio hermano, hijo de la mujer que tenia papa antes del accidente, quiso cobrar venganza porque según papá me había escogido a mí y no a él, si no hubiese ido en ese vuelo y se hubiera quedado con él y su madre, la historia hubiese sido diferente...

―Tú no tienes la culpa de nada y no somos quienes para decir a quien le pertenece, deberías seguir descansando, tienes que recuperarte pronto, tus amigos te esperan ―sonrió―. Gaby no deja de quejarse con el doctor y Alexa está controlando de que no sea muy molestosa.

― ¿Y Dante?  

―Está bien, gracias a él pudimos encontrarte, cuando salió corriendo en su auto nos llamó para que avisemos a la policía sobre tu paradero y el peligro que corrías. Él te salvó, no quiso venir por miedo a que no quisieras verlo, pidió que lo llamáramos cuando despertaras.

Seguro estaba confuso, después de lo que le había dicho la noche de mi cumpleaños podía apostar que no sentía lo mismo... Había sido una completa estúpida, cuando lo viera le daría las gracias y me disculparía, el no se merecía todo lo que le había dicho, tenía que aclararle muchas cosas, hacerle saber lo que sentía.

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Hola de nuevo, en un momento subo el epilogo. Lo siento por hacerles sufrir con la espera, lo iba a subir ayer, pero teníamos grabación de canciones para una obra de teatro.

¡Espero que disfruten el capitulo!

EfervescenciaWhere stories live. Discover now